22 mayo 2025

Dolor después de un empaste profundo: causas, duración y qué hacer

¿Dolor o sensibilidad después de un empaste profundo? Descubre cuánto dura el dolor, cuándo preocuparse y cómo aliviarlo adecuadamente.

Hola, soy la Dra. Alicia Martín, odontóloga, y en este artículo quiero explicarte todo sobre el dolor después de un empaste profundo. Si te han realizado un empaste muy profundo y ahora sientes dolor o sensibilidad en esa muela, entiendo que pueda ser preocupante. Vamos a ver si es normal tener molestias tras un empaste, cuánto duran normalmente, cuándo deberías preocuparte y qué puedes hacer para aliviar el dolor. Mi objetivo es que, al terminar de leer, te quedes tranquilo/a sabiendo qué sucede con tu diente empastado y cómo actuar.

Causas del dolor después de un empaste profundo

Tras un empaste dental (obturación) es relativamente común experimentar molestias o sensibilidad dental en la pieza tratada, especialmente cuando se trata de un empaste profundo cercano al nervio. Estas son las principales causas por las que una muela puede doler después de un empaste profundo:

  • Empaste muy profundo e irritación del nervio: Cuando la caries es extensa y el empaste queda cerca de la pulpa dental (el nervio), el procedimiento puede irritar el nervio. Al limpiar la caries profunda, nos aproximamos mucho al nervio y este queda inflamado de forma reversible. Es habitual sentir un dolor leve o moderado y sensibilidad dental al frío o calor durante unos días mientras el nervio «se calma». Esto sería una pulpitis temporal normal por la cercanía al nervio.
  • Empaste desajustado o “alto”: Si al cerrar la boca sientes que ese diente empastado choca antes que los demás o duele al morder, puede que el empaste esté alto. Un ligero exceso de material hace que al masticar esa pieza reciba más presión de la normal, irritando el ligamento periodontal y la pulpa. Este dolor de muela tras el empaste al morder suele aparecer inmediatamente al comer. La solución es sencilla: acudir a pulir o ajustar el empaste para que encaje bien.
  • Irritación de la encía o tejidos alrededor: El proceso de realizar el empaste (inyección de anestesia, uso de instrumentos) puede causar irritación en la encía cercana o en la mandíbula por mantenerla abierta mucho tiempo. Esto puede dejar la zona algo sensible o dolorida unos días. Por ejemplo, es común una ligera molestia muscular en la mandíbula o una encía sensible donde se puso la anestesia. Son molestias tras el empaste leves y temporales.
  • Caries muy profunda con daño pulpar irreversible: Si la caries estaba muy avanzada y afectó la pulpa antes del empaste, es posible que el nervio esté dañado de forma irreversible. En estos casos el dolor de muela después del empaste será intenso, constante (latidos fuertes) y no mejorará con los días. Aquí la obturación por sí sola no basta: probablemente se requerirá una endodoncia (el conocido «matar el nervio») para eliminar el tejido pulpar enfermo y así calmar el dolor.
  • Dolor referido: A veces sientes que duelen otros dientes cercanos al del empaste sin que realmente estén dañados. Esto se llama dolor referido: la molestia del diente tratado irradia a piezas vecinas por un corto tiempo. Puede parecer que “toda la boca duele”, pero en realidad es el mismo nervio enviado señales a áreas cercanas. Este tipo de sensibilidad general suele disminuir por sí sola en uno o dos semanas.
  • Reacción al material del empaste (poco común): En raros casos, el paciente puede tener sensibilidad o alergia a los materiales usados (por ejemplo, amalgama de plata o componentes de la resina). Esto podría provocar irritación prolongada en la zona. Si sospechas alergia (erupciones, sabor metálico, incomodidad persistente), coméntalo con tu dentista; quizá se deba reemplazar el material.

Como ves, la mayoría de las causas son benignas y temporales. Un empaste profundo duele principalmente por la cercanía al nervio o pequeños desajustes, pero suele resolverse con el paso de los días o con ajustes sencillos. En el siguiente apartado veremos cuánto tiempo es normal que duren estas molestias.

¿Cuánto dura el dolor después de un empaste profundo?

Lo normal tras un empaste profundo es que las molestias duren pocos días y vayan disminuyendo progresivamente. Cada caso es único, pero en promedio:

  • Primeros días: Puede haber un dolor sordo o sensibilidad aguda al masticar y al tomar cosas frías o calientes. Suele ser más intenso el día del empaste y al día siguiente, y luego comienza a mejorar.
  • Entre 3 y 7 días: La sensibilidad dental tiende a reducirse notablemente. Al cabo de una semana, por lo general el dolor agudo debe haber cedido. Quizás todavía notes alguna molestia leve al morder o un pequeño «latigazo» con el frío, pero mucho menor que al inicio.
  • Hasta 2 semanas: En empastes muy profundos, algunos pacientes refieren que tardaron entre 10 y 14 días en sentirse al 100%. Puede persistir una leve sensibilidad intermitente durante la segunda semana, pero cada día irá a menos. Lo importante es notar mejoría progresiva. Por ejemplo, que cada mañana duele un poco menos que el día anterior.

El dolor después de un empaste profundo debería desaparecer en menos de dos semanas, y habitualmente en la primera. La sensibilidad dental leve (por ejemplo, un ligero molesto con el helado) podría prolongarse un poco más en ciertos casos, incluso hasta un par de meses, pero siempre en disminución y sin impedirte hacer vida normal.

¿Cuándo deja de doler completamente? Depende de cada paciente, pero lo esperable es que en unos días el diente ya no duela y solo esté quizás algo sensible. Si tras 10-14 días todavía sientes dolor notable, o la sensibilidad no mejora (o empeora), ya no lo consideramos normal y conviene re-evaluarlo (ver abajo cuándo consultar).

¿Cuándo preocuparse? Síntomas de alarma tras un empaste

Aunque cierto dolor o sensibilidad post-empaste es normal, hay situaciones en las que debes prestar atención. ¿Cuándo algo no va bien? Te recomiendo acudir al dentista si notas cualquiera de estos síntomas de alarma:

  • Dolor muy intenso que no cede: un dolor fuerte, punzante, constante o que incluso te despierta por la noche no es una molestia normal tras un empaste. Si el dolor en vez de disminuir con los días va a más o se vuelve insoportable, es mala señal.
  • Hipersensibilidad prolongada: por ejemplo, que el diente duela mucho con algo frío y el dolor persista minutos después de retirar el estímulo, o que duela espontáneamente sin causa (latidos). La sensibilidad post-empaste normal es breve y momentánea; si el dolor dura mucho rato o aparece solo, el nervio podría estar muy inflamado (señal de pulpitis irreversible).
  • Dolor al morder que no mejora en días: una cosa es una ligera molestia al masticar los primeros días, y otra muy distinta es que te siga doliendo al morder siempre, pasadas ya una o dos semanas. Esto puede indicar que el empaste quedó desajustado o “alto” y sigue irritando el diente, o que hay una inflamación persistente en el ligamento periodontal.
  • Inflamación, hinchazón o flemón en la encía: si se te inflama la cara cerca de ese diente, la encía está muy hinchada o aparece una bolita de pus (fístula) en la encía cercana, indica posible infección de la pulpa o un absceso (flemón). Esto a veces ocurre si la caries ya había afectado el nervio antes del empaste sin saberlo, o si una fisura quedó y entraron bacterias.
  • Fiebre o malestar general: si junto con el dolor de muela presentas fiebre, decaimiento, ganglios inflamados u malestar general, puede ser signo de que hay una infección propagándose desde el diente. Es urgente atenderlo.

Ante cualquier de estos signos de alarma, no esperes: contacta a tu dentista de inmediato para una revisión. Probablemente el empaste por sí solo no ha sido suficiente y el nervio está «pidiendo auxilio». Es posible que necesites un tratamiento adicional (como una endodoncia, antibiótico u otras medidas) para resolver el problema.

En general, confía también en tu intuición: si algo no te cuadra o te sientes intranquilo/a con las sensaciones post-empaste, es mejor consultar. A veces, aunque el dolor entre dentro de lo esperable, quedarse con la duda genera ansiedad. Una visita de control (incluso una radiografía si hace falta) te dará la tranquilidad de que todo marcha bien o permitirá solucionar a tiempo cualquier complicación.

Posibles complicaciones si el dolor no cesa

Ya vimos que en algunos casos el dolor persistente indica un problema mayor. Las complicaciones más comunes cuando un empaste profundo no evoluciona bien son:

  • Pulpitis irreversible y endodoncia: Si el nervio quedó muy dañado, la inflamación ya no es reversible. El dolor continuará o empeorará, pudiendo ser muy intenso, con sensibilidad al calor (un diente que duele con bebidas calientes suele indicar daño pulpar grave) y dolor espontáneo punzante. En este escenario se debe realizar una endodoncia (tratamiento de conducto) para eliminar el nervio enfermo y así quitar el dolor y salvar la pieza.
  • Infección y absceso dental: Una pulpa necrótica (nervio muerto) puede infectarse y formar un absceso. Esto causa acumulación de pus (el típico flemón), mucho dolor, hinchazón e incluso fiebre. Es una urgencia dental; el tratamiento puede incluir antibióticos, drenaje del absceso y endodoncia o incluso extracción en casos extremos.
  • Fractura del diente o fallo del empaste: A veces un diente con una caries muy grande queda debilitado. Si tras el empaste sientes dolor al morder algo duro y de repente aumenta mucho el dolor, podría haberse fisurado el diente o fracturado el empaste. Un empaste profundo mal adherido también puede caerse. Estas situaciones pueden causar dolor agudo. El dentista valorará si se puede reparar con un nuevo empaste o corona, o si la fractura es severa y requiere extracción.
  • Necesidad de tratamientos adicionales: Si el empaste profundo no basta, el dentista podría sugerir protecciones extra para el diente. Por ejemplo, colocar una incrustación o corona dental que cubra la pieza si la estructura está muy debilitada, una vez resuelto el dolor. En casos muy raros (alergia al material, por ejemplo), habría que reemplazar el empaste por otro material compatible.

Ten en cuenta: Estas complicaciones no son lo habitual, pero es importante conocerlas. La mayoría de las veces, un dolor post-empaste profundo que no cede bien se soluciona con una endodoncia o un ajuste, evitando males mayores. Lo fundamental es acudir a tiempo al odontólogo para resolver la causa antes de que avance.

Soluciones y tratamientos cuando un empaste duele mucho

¿Qué hacer si el dolor después de un empaste profundo no mejora? Lo primero, como ya mencioné, es visitar al dentista para identificar la causa exacta. Dependiendo del problema, las soluciones profesionales pueden incluir:

  • Ajuste de la oclusión: Si el dolor proviene de un empaste alto que interfiere al morder, el odontólogo lo pulirá y ajustará en unos minutos. Al rebajar ese exceso, aliviará la presión sobre el diente y normalmente el dolor desaparece casi de inmediato o en 1-2 días.
  • Tratamiento de conducto (endodoncia): Si se confirma que el nervio está dañado irreversiblemente (pulpitis irreversible o necrosis pulpar), la solución es realizar una endodoncia. Este procedimiento limpia el interior del diente, removiendo la pulpa enferma, y luego se sella el conducto. Con ello se elimina el dolor por completo, ya que el nervio responsable del dolor ya no está. Tras la endodoncia, puede ser necesario reforzar el diente con una corona.
  • Medicamentos: En caso de infección incipiente o inflamación severa, el dentista podría recetar un antibiótico para controlar la infección, junto con antiinflamatorios/analgésicos más potentes que los de venta libre. Estos medicamentos ayudan a controlar el dolor mientras se completa el tratamiento definitivo (por ejemplo, mientras se espera la endodoncia).
  • Rehacer o cambiar el empaste: Si el empaste original quedó defectuoso (con filtraciones, bordes abiertos o material inadecuado) podría ser necesario retirarlo y colocarlo de nuevo correctamente. Esto sucede rara vez, pero un empaste mal sellado puede causar sensibilidad continua o permitir que la caries avance debajo. También, si existe sospecha de alergia al material, se puede optar por otro tipo de empaste (por ejemplo, cambiar una amalgama por resina libre de ciertos componentes).
  • Extracción dental (último recurso): Solo en situaciones extremas se contempla extraer el diente. Sería el caso de un diente con fractura vertical irreparable, una infección muy extendida que compromete hueso, o cuando ni el empaste ni la endodoncia pueden salvar la pieza. La extracción elimina el foco de dolor definitivamente, pero siempre intentamos que sea la última opción. Posteriormente habría que pensar en un implante o puente para sustituir la pieza perdida.

En manos de tu dentista, cada problema tiene su solución adecuada. No dudes en acudir: el profesional evaluará si necesitas ajustar el empaste, hacer una radiografía, iniciar una endodoncia u otro tratamiento para quitar el dolor anormal después del empaste. Cuanto antes se trate la causa, más posibilidades de evitar complicaciones mayores y conservar tu diente sano.

Consejos prácticos para aliviar el dolor tras un empaste profundo

Mientras las molestias entren dentro de lo esperable post-empaste profundo (dolor leve a moderado), puedes seguir estos cuidados en casa para sentirte mejor y acelerar la recuperación:

  • Toma analgésicos o antiinflamatorios recomendados: Un ibuprofeno (600 mg cada 8 horas, si lo toleras y tu médico lo autoriza) o paracetamol pueden hacer maravillas para ese dolor sordo y la inflamación inicial. Suelo aconsejar a mis pacientes tomar uno de estos medicamentos tras un empaste profundo, al menos las primeras 24-48 horas, para estar más cómodos. Si el dolor es muy ligero, quizá ni lo necesites; no hace falta medicarse si apenas hay molestia.
  • Evita comidas y bebidas muy frías o muy calientes: Los primeros días, tu diente puede protestar ante temperaturas extremas. Mejor toma las bebidas al tiempo o tibias, y espera un poco antes de comer helados o sopas muy calientes. También conviene evitar alimentos muy azucarados o ácidos, que pueden agravar la sensibilidad en la zona tratada.
  • Mastica con cuidado y por el lado opuesto: Si el empaste fue en una muela de un lado, intenta masticar principalmente por el otro lado los primeros 2-3 días. Evita morder alimentos duros (huesos, caramelos, frutos secos duros) con ese diente recién tratado. Esto reduce la presión sobre la zona mientras “sana” y previene dolor al morder.
  • No fumes: El tabaco retrasa la cicatrización y puede aumentar la inflamación. Tras un empaste profundo (como con cualquier tratamiento dental), es recomendable no fumar durante unos días. Así la pulpa irritada recibe mejor oxígeno y flujo sanguíneo para recuperarse.
  • Mantén una buena higiene bucal (suave pero constante): Sigue cepillándote los dientes normalmente, incluyendo la zona del empaste, pero con un cepillo de cerdas suaves y con delicadeza para no lastimar la encía. Usa hilo dental con cuidado en el diente tratado para que no queden restos de comida (la comida atrapada podría generar más sensibilidad o infección). Una boca limpia ayuda a que cualquier irritación sane más rápido.
  • Usa una pasta dental desensibilizante: Las pastas para dientes sensibles (como Sensodyne, Desensín u otras) contienen compuestos que ayudan a reducir la sensibilidad en el dentina expuesta. Puedes usarlas durante unas semanas. Lo ideal es usarlas a diario; incluso puedes aplicar una pequeña cantidad de pasta directamente sobre el diente y dejarla unos minutos (sin enjuagar inmediatamente) para potenciar su efecto. Con uso diario, notarás mejoría en la sensibilidad.
  • Enjuagues de agua tibia con sal o infusión de manzanilla: Son remedios caseros sencillos y efectivos. Mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y haz buches suaves 2-3 veces al día; esto ayuda a desinflamar la encía y mantener la zona limpia de bacterias. La manzanilla tibia también tiene efecto calmante similar. Estos enjuagues después del cepillado, por ejemplo por la mañana y noche, pueden darte un alivio adicional.
  • Aplicar frío externo si hay inflamación: Si notas la mejilla algo inflamada o cierto dolor difuso en la mandíbula tras el empaste, una compresa fría externa (por fuera de la cara, a la altura del diente) puede calmar la zona. Usa una bolsa de hielo envuelta en un paño y aplícala intervalos de 10 minutos. No pongas hielo directo sobre la encía o diente, pues el contacto directo frío puede doler; el frío debe ser externo para bajar la inflamación de tejidos.

Estos consejos prácticos suelen ser suficientes para llevar mejor esos días de molestias tras el empaste. En mi experiencia personal, después de mi propio empaste profundo combiné ibuprofeno cada 8 horas el primer día con enjuagues tibios de agua con sal mañana y noche. Al segundo día el dolor había bajado muchísimo. He tenido pacientes que prefieren evitar fármacos y se apañan con compresas frías y pasta desensibilizante, y les ha ido bien porque sus molestias eran leves. Cada persona es un mundo, así que prueba lo que mejor funcione en tu caso dentro de estas recomendaciones. Y recuerda: si a pesar de todo el dolor es fuerte o persistente, toca volver al dentista.

Prevención: cómo evitar caries profundas y futuros dolores

La mejor manera de no sufrir este tipo de molestias es prevenir las caries profundas para no tener que llegar a empastes tan grandes. Algunas medidas de prevención bucodental que recomiendo a todos mis pacientes son:

  • Higiene oral rigurosa: Cepíllate los dientes al menos 2 veces al día con pasta fluorada y usa hilo dental diariamente. Una buena higiene previene la acumulación de placa bacteriana que causa caries. No olvides cepillar suavemente la línea de la encía y las muelas posteriores.
  • Visitas regulares al dentista: Acude a revisiones periódicas (cada 6-12 meses) aunque no tengas síntomas. Tu dentista puede detectar caries pequeñas incipientes y tratarlas con empastes simples antes de que crezcan y alcancen el nervio. Además, las limpiezas profesionales periódicas ayudan a mantener las encías y dientes sanos.
  • Dieta baja en azúcares y ácidos: Reduce la ingesta frecuente de azúcares (golosinas, bebidas azucaradas) y alimentos/bebidas muy ácidas (refrescos, cítricos en exceso), ya que fomentan la aparición de caries y erosionan el esmalte. Opta por una alimentación equilibrada, rica en verduras, lácteos, frutas no cítricas y agua como bebida principal.
  • Flúor y selladores dentales: El fluoruro ayuda a remineralizar y fortalecer el esmalte. Usa un enjuague bucal con flúor si tu dentista lo aconseja. Para niños y adolescentes (y adultos de alto riesgo de caries), los dentistas podemos aplicar selladores en las muelas sanas y barnices de flúor periódicamente. Estas medidas protegen las zonas más vulnerables a caries profundas.

Siguiendo estos consejos, podrás minimizar la posibilidad de caries avanzadas que deriven en empastes profundos o endodoncias. En pocas palabras: mantener tus dientes limpios y controlados es la clave para no tener que pasar por el dolor de muela tras un empaste en el futuro. ¡Tu boca lo agradecerá!

Preguntas frecuentes

¿Es normal sentir dolor o sensibilidad después de un empaste profundo?

Sí, es bastante normal tener cierta sensibilidad dental o molestia en los días posteriores a un empaste profundo, especialmente si la caries estaba cerca del nervio. Mientras el dolor sea leve o moderado y vaya disminuyendo cada día, no hay de qué alarmarse. Es la respuesta natural del diente al procedimiento (una pequeña inflamación reversible del nervio). Ahora bien, dolores muy intensos o que no mejoran con el paso de los días no son normales – en ese caso deberías consultar con tu odontólogo.

¿Cuánto tiempo puede durar el dolor tras un empaste cercano al nervio?

Depende de cada caso, pero por lo general las molestias notables duran entre unos pocos días y una semana aproximadamente. Lo típico es que el dolor agudo ceda en menos de 7 días. Puede quedar una sensibilidad leve al frío o al morder que dure unos días más (hasta 10-14 días) pero siempre en clara mejoría. Si el dolor persiste más de dos semanas sin mejorar, conviene revisarlo porque ya no se consideraría normal.

¿Qué puedo hacer para aliviar el dolor después de un empaste profundo?

Puedes tomar medidas en casa para aliviar las molestias. Por ejemplo: tomar un analgésico (ibuprofeno o paracetamol) según las indicaciones de tu dentista o médico, evitar alimentos muy fríos o calientes los primeros días, masticar por el lado contrario al empaste, y usar una pasta dental desensibilizante. También ayudan los enjuagues de agua tibia con sal o manzanilla para desinflamar, y aplicar frío externo en la mejilla si hay algo de inflamación. Todos estos consejos los explicamos más arriba en detalle. Si a pesar de ellos el dolor no mejora, acude a tu dentista.

¿Por qué me duele al morder después del empaste?

El dolor al morder tras un empaste suele indicar que el empaste está un poco “alto” o desajustado en la mordida. Esto significa que al cerrar los dientes ese relleno nuevo choca antes de lo debido contra el diente contrario, provocando dolor por la presión excesiva. La solución es simple: visitar al dentista para que pula ligeramente el empaste hasta que encaje bien; es un ajuste rápido que normalmente elimina el dolor al morder casi de inmediato. Otra posible causa de dolor al masticar (menos común) es que el diente tenga una fisura o pulpitis subyacente; en tal caso el dentista lo evaluará y propondrá el tratamiento adecuado (como una endodoncia si hiciera falta).

¿Cómo saber si necesito una endodoncia tras un empaste profundo?

Las señales claras de que podrías necesitar una endodoncia (tratamiento de conducto) después de un empaste profundo son: un dolor muy fuerte que no calma con nada, dolor que late espontáneamente sin estímulo o que incluso empeora con bebidas calientes, y síntomas de infección como hinchazón en la encía (flemón) o fiebre. También, si han pasado un par de semanas desde el empaste y el dolor en la muela sigue igual o peor, es indicativo de que el nervio no se recuperó y podría estar dañado irreversiblemente. En esos casos, “matar el nervio” mediante una endodoncia suele ser necesario para eliminar el dolor y salvar el diente. Tu dentista podrá confirmarlo con una evaluación y radiografía del diente.

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Alicia Blog 300px
Odontóloga General y Estética en Clínicas Cleardent
Con una sólida formación en odontología general, endodoncia y técnicas estéticas como el uso de ácido hialurónico, la Dra. Alicia Martín brinda atención completa y especializada en Clínicas Cleardent. Su pasión por la salud bucodental y su compromiso con el bienestar de sus pacientes se refleja en su participación en campañas educativas para promover hábitos de higiene oral. La Dra. Martín se asegura de que cada tratamiento esté adaptado a las necesidades de sus pacientes, ofreciendo siempre un enfoque profesional y actualizado.

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