29 abril 2025

Coronas de zirconio en España – Precio, Ventajas y Preguntas Frecuentes

Descubre qué son las coronas de zirconio, su precio en España, ventajas y proceso de colocación, explicado de forma clara por un odontólogo experto.

Hola, como odontólogo quiero hablarte de las coronas de zirconio y su precio en España desde mi experiencia profesional. Entiendo que si estás buscando información sobre este tratamiento es porque quizás tu dentista te lo ha recomendado o tienes curiosidad por sus costos y beneficios. En este artículo te explicaré qué son las coronas de zirconio, cuándo se necesitan, cuánto cuestan aproximadamente en España y resolveré todas las dudas frecuentes, con un tono cercano y en primera persona para que te sientas como si conversaras con tu dentista de confianza.

¿Qué es una corona de zirconio?

Una corona dental de zirconio es, básicamente, una “fundita” hecha a medida para cubrir completamente un diente dañado o restaurarlo. Cuando un diente natural está muy debilitado (por caries extensa, fracturas, desgaste, etc.), lo tallamos ligeramente y lo cubrimos con una corona que imita la forma y color del diente original. En el caso de las coronas de zirconio, el material utilizado es el óxido de zirconio, una cerámica muy resistente y de color blanco translúcido.

En otras palabras, la corona de zirconio actúa como un casco protector que envuelve todo el diente, devolviéndole su función (masticar sin molestias) y su estética (volver a lucir como un diente sano). A veces también escucharás que la llaman “funda dental de zirconio” – es exactamente lo mismo, solo otro modo de referirse a la corona. Este tipo de corona no contiene metal oscuro en su interior, por lo que no dejará ese borde grisáceo que a veces se ve en coronas antiguas de metal-porcelana si la encía llega a retraerse con los años.

¿Cuándo recomiendo una corona de zirconio?

En mi práctica clínica, suelo recomendar coronas de zirconio en varias situaciones comunes:

  • Diente muy dañado o roto: Si un diente se ha fracturado de forma importante o tiene una caries tan grande que un simple empaste no sería suficiente, una corona de zirconio puede salvarlo. Por ejemplo, tras una endodoncia (tratamiento de conducto para remover el nervio) es habitual colocar una corona para proteger el diente debilitado – en este caso, podemos elegir zirconio para lograr resistencia y buena estética. (👉 Si te preguntas en qué consiste una endodoncia, te invito a leer nuestro artículo “qué es una endodoncia” para más detalles.)
  • Mejorar la estética de un diente: Cuando un diente está muy decolorado, desgastado o con una forma anómala, y no se puede arreglar solo con empastes estéticos o carillas, cubrirlo con una corona de zirconio le devuelve un aspecto natural. Las coronas de zirconio son translúcidas y se pueden ajustar en color, por lo que resultan ideales en dientes frontales que requieren alta estética. ( En casos puramente estéticos en dientes frontales, a veces valoramos alternativas como las carillas de porcelana, que son láminas finas pegadas al frente del diente. Sin embargo, si el diente además está debilitado o restaurado, la corona completa de zirconio ofrece más fortaleza.)
  • Rehabilitar un diente con un implante: Si perdiste una pieza dental y te han colocado un implante dental (un tornillo de titanio en el hueso), la parte visible que va atornillada encima del implante también suele ser una corona. Hoy en día, es muy frecuente usar coronas de zirconio sobre implantes para conseguir un resultado fuerte y estético. En mi experiencia, combinar un implante con una corona de zirconio proporciona un resultado casi indistinguible de un diente natural vecino. (👉 Ten en cuenta que un implante y una corona son cosas distintas: el implante sustituye la raíz que falta, mientras la corona de zirconio es la “nueva pieza” que ves en la boca. Puedes leer más en nuestro artículo sobre implantes dentales.)

En resumen, recomiendo una corona de zirconio cuando busco durabilidad y estética a la vez. Si el diente aún tiene suficiente estructura sana y solo se quiere mejorar la apariencia, podemos valorar soluciones más conservadoras como carillas; pero si el diente está comprometido, la corona (especialmente de zirconio por sus ventajas) es la mejor opción para protegerlo a largo plazo.

Corona dental vs. implante dental: ¿en qué se diferencian?

Esta es una duda común que escucho de mis pacientes, así que permíteme aclararla brevemente. Una corona dental (ya sea de zirconio u otro material) es una cobertura que colocamos sobre un diente natural que aún tienes, cuando ese diente lo requiere por las razones antes mencionadas. En cambio, un implante dental es un sustituto artificial de la raíz cuando ya no hay diente (porque se perdió o fue extraído). Sobre ese implante, para completar el trabajo, se coloca igualmente una corona. Es decir, a veces trabajan en conjunto: primero va el implante (en el hueso) y luego encima va una corona (que suele ser de porcelana o zirconio) para restaurar la parte visible. Si tu diente sigue en boca pero dañado, lo solucionaremos con una corona; si el diente ya no está, primero habrá que poner un implante y luego su corona correspondiente.

Ventajas y desventajas de las coronas de zirconio

Como odontólogo, he trabajado con distintos tipos de materiales para coronas a lo largo de los años. Déjame contarte en qué destacan las coronas de zirconio y también ser transparente sobre sus posibles inconvenientes.

Ventajas de las coronas de zirconio

  • Estética muy natural: El zirconio es un material blanco y translúcido que imita muy bien al esmalte dental. La corona de zirconio refleja la luz de forma similar a un diente real, logrando que pase desapercibida. En personas exigentes con la estética, esta es una gran ventaja. Además, no produce el borde oscuro en la encía que a veces aparece con coronas de metal-porcelana al cabo de los años, porque el núcleo del zirconio también es blanco.
  • Alta resistencia y durabilidad: Una corona de zirconio es extremadamente resistente a la fractura y al desgaste. Puede soportar la fuerza de la masticación diaria incluso en las muelas (dientes posteriores) que reciben más presión. Por eso, combinan lo mejor de dos mundos: son tan fuertes como las coronas metálicas tradicionales pero tan estéticas como las de porcelana. En mi experiencia, las coronas de zirconio rara vez se fracturan; están diseñadas para durar muchos años.
  • Biocompatibilidad: El zirconio es un material biocompatible, lo que significa que es bien tolerado por el organismo. No es metal en el sentido tradicional (es una cerámica especial), por lo que no provoca alergias ni reacciones adversas en personas sensibles a metales. Las encías suelen reaccionar muy bien alrededor de este tipo de coronas, manteniéndose rosadas y sanas.
  • Versatilidad de uso: Podemos utilizar coronas de zirconio en casi cualquier situación: desde restaurar un premolar o molar muy destruido, hasta reemplazar un incisivo central en la zona estética, o sobre un implante dental. En todos estos casos, el zirconio cumple con la función y la apariencia requerida. Hoy por hoy, se han convertido en las coronas más populares en muchas clínicas (incluida la mía) por esta versatilidad.

Desventajas o consideraciones de las coronas de zirconio

  • Precio más elevado: El principal “pero” de las coronas de zirconio suele ser su costo, que es mayor en comparación con otros materiales más convencionales (hablaremos de precios concretos en la siguiente sección). El zirconio en sí mismo y el proceso de fabricación (mecanizado por CAD/CAM, etc.) encarecen el producto final. Por eso, algunos pacientes dudan debido al precio. Mi consejo: considera la corona de zirconio como una inversión en tu salud bucal; a la larga, su durabilidad puede ahorrarte retratamientos.
  • Requiere equipamiento y técnica especializada: Desde el punto de vista profesional, trabajar con zirconio implica contar con laboratorios o sistemas de fresado modernos y técnicos protésicos especializados. Para ti como paciente esto no es un “contra” directo, pero sí significa que debes buscar una clínica de confianza que tenga experiencia colocando coronas de zirconio. Un buen ajuste es clave para que no haya problemas; afortunadamente, cuando se hace correctamente, los resultados son excelentes.
  • Ligeramente menos translúcida que la porcelana pura: Aunque las coronas de zirconio actuales tienen muy buena estética, te seré sincero: las coronas 100% de porcelana (por ejemplo, de disilicato de litio tipo e.max) pueden ofrecer un nivel de translucidez incluso más natural en ciertos casos, especialmente en dientes delanteros muy exigentes. La diferencia es sutil, un ojo no entrenado ni lo nota, pero yo como dentista lo menciono. Sin embargo, esas coronas de porcelana pura son más frágiles; por eso muchas veces preferimos el zirconio, sacrificando un poquito de translucidez a cambio de mucha más resistencia. Hoy en día existen zirconios de “segunda generación” más translúcidos, así que este punto es cada vez menos problema.

En general, las ventajas del zirconio superan con creces sus desventajas cuando se indica apropiadamente. Por eso suelo recomendarlo mucho. Ahora bien, hablemos de aquello que seguramente más te preocupa: el precio.

¿Cuánto cuesta una corona de zirconio en España?

Vale, entremos de lleno en la gran pregunta: el precio. Es normal que quieras saber cuánto deberías presupuestar para una corona de zirconio. Como en todo tratamiento dental, el costo puede variar bastante, pero te daré cifras aproximadas basadas en mi conocimiento del sector en España (a fecha de 2025) y en lo que veo en diversas clínicas.

En España, una corona de zirconio suele costar aproximadamente entre 300 y 600 euros por diente. En mi experiencia, la mayoría de pacientes entran dentro de este rango por corona de zirconio en clínicas privadas. Este rango depende de muchos factores (materiales, técnicas, ciudad, etc., que ahora detallaremos). Si hablamos de promedios, podríamos decir que el precio medio de una corona de zirconio sobre diente natural ronda los 400-450 € en 2025.

Por supuesto, ten en cuenta que estos son valores por cada corona. Si necesitas varias coronas (por ejemplo, rehabilitar varias muelas), el coste se multiplicará por el número de piezas a tratar, aunque a veces hacemos un ajuste o paquete si son muchas.

Quiero destacar que este precio suele incluir todo el proceso de la corona: prepararla, tomar medidas, la fabricación en laboratorio y la cementación final, incluso la corona provisional de resina que se coloca mientras se hace la definitiva. Aun así, siempre es bueno confirmar en tu clínica qué incluye exactamente el presupuesto para evitar sorpresas.

Factores que influyen en el precio

¿Por qué esa horquilla de 300 a 600 €? ¿De dónde sale la diferencia? Déjame explicarte los factores que pueden encarecer o abaratar una corona de zirconio:

  • Complejidad del caso y tratamientos previos: Antes de colocar la corona, a veces el diente requiere otros procedimientos. Si el diente está muy destruido, puede que necesite una reconstrucción con perno o un refuerzo interno; si el nervio está dañado, habrá que hacer una endodoncia previa; si directamente no hay diente y vamos a colocar un implante, eso es un procedimiento aparte. Cada paso adicional (cirugías, endodoncia, postes, etc.) tiene su coste independiente de la corona en sí. Por ejemplo, una corona de zirconio sobre un implante dental suele ser más cara que sobre un diente natural, porque hay que añadir el precio del implante en sí y del componente que une implante y corona (pilar protésico). En resumen, el estado inicial de tu boca influye: no es lo mismo poner una corona sencilla en un diente sano pero quebrado, que reconstruir todo un molar desde cero.
  • Material exacto y tecnología utilizada: Dentro de las coronas de zirconio, existen variaciones. Puede ser zirconio monolítico (tallado de un bloque sólido, muy resistente) o zirconio con recubrimiento de porcelana encima (para dar un extra de estética en frontales). También hay distintas marcas y calidades de zirconio dental. Esto puede hacer variar un poco el precio de laboratorio. Asimismo, si la clínica cuenta con tecnología CAD/CAM para diseñar y fresar la corona en el día, puede repercutir en el coste (aunque a veces se compensa porque ahorras visitas). No es algo en lo que debas obsesionarte, pero explica por qué a veces una corona de zirconio en una clínica vale 50€ más que en otra: pueden estar usando materiales diferentes o técnicas distintas.
  • Ubicación geográfica y prestigio de la clínica: El precio de los tratamientos odontológicos puede cambiar según la ciudad o región. En grandes ciudades como Madrid o Barcelona, los honorarios suelen ser un poco más altos que en localidades pequeñas, debido a costes operativos mayores. También influye el prestigio y experiencia del profesional o la clínica: un especialista muy reconocido o una clínica de mucha trayectoria a veces tienen tarifas algo más elevadas (aunque a cambio ofrecen gran calidad, tecnología puntera y garantías). En mi caso, siempre trato de ajustar los precios, pero comprendo que cada clínica tiene su estructura de costos.
  • Seguros dentales o convenios: ¿Tienes un seguro dental privado? Esto puede marcar la diferencia en el precio final que pagues. Algunos seguros dentales en España cubren parcialmente el coste de las coronas o tienen tarifas especiales concertadas con clínicas asociadas. Por ejemplo, he visto aseguradoras donde el paciente paga entre 300 y 350 € por una corona de zirconio si va a un dentista de su cuadro, en lugar de los ~450 € tarifa estándar sin seguro. Cada póliza es un mundo: conviene que consultes a tu aseguradora si tienes este beneficio. La Seguridad Social, por otro lado, no cubre coronas dentales en adultos en la mayoría de casos, ya que considera estos tratamientos como parte de la odontología privada (salvo situaciones muy excepcionales). Es importante tener esto claro: una corona normalmente va por cuenta del paciente o de su seguro privado, no esperes que la sanidad pública lo costee.
  • Número de piezas a tratar y promociones: A veces, las clínicas ofrecen algún descuento si necesitas varias coronas de golpe, o paquetes cerrados si formas parte de algún plan dental. No es que el precio por unidad baje drásticamente, pero es posible obtener facilidades de pago. Por ejemplo, en nuestra clínica solemos ofrecer financiación sin intereses cuando el tratamiento es costoso, para que el paciente pueda pagarlo en varios meses. Esto ayuda a que el desembolso no sea tan pesado inmediatamente, aunque el precio global sea el mismo.

En conclusión, el precio de tu corona de zirconio dependerá de tu caso particular. Mi consejo es que acudas a una consulta (muchas veces la primera cita valorativa es gratuita o de bajo costo) y pidas un presupuesto personalizado. Así verás exactamente qué incluye, si necesitas tratamientos adicionales, y podrás valorar calidad/precio. A veces lo barato sale caro, pero tampoco es necesario ir al lugar más costoso: busca un equilibrio y, sobre todo, si tienes dudas, pregunta todo lo que necesites a tu dentista.

Ahora bien, para que tengas una visión completa, comparemos brevemente este costo con el de otras coronas dentales disponibles, porque puede que te preguntes “¿y si me pongo otra más barata?”.

Coronas de zirconio vs. otros tipos de coronas: diferencias de precio y uso

En el mercado existen diferentes tipos de coronas según su material de fabricación. Cada una tiene sus indicaciones, ventajas y rangos de precio. Como paciente, no tienes por qué ser experto en todos los materiales (de eso nos encargamos nosotros ), pero te resumo las opciones más comunes aparte del zirconio, para que entiendas dónde se sitúa:

  • Corona de metal-porcelana (porcelana fundida sobre metal): Es la corona tradicional de toda la vida. Tiene un casco interno metálico (aleación de metales, puede ser cromo-níquel, paladio, etc.) y va recubierto externamente de porcelana del color del diente. Han sido las más utilizadas durante décadas. Ventaja: son muy resistentes y algo más económicas que las de zirconio. Desventaja: la presencia del metal puede comprometer la estética en la zona frontal (por opacidad o por el borde gris que mencionamos si la encía se retrae). Su precio suele rondar entre 250 y 450 € por diente en España. Siguen siendo una buena opción para muelas o si el presupuesto es ajustado, aunque cada vez las usamos menos en favor de materiales totalmente cerámicos.
  • Corona de porcelana pura (cerámica tradicional o disilicato de litio): Aquí no hay metal; toda la corona está hecha de porcelana dental de alta estética. Por ejemplo, un tipo es el disilicato de litio (E.max), muy famoso por su aspecto natural. Ventaja: ofrece la mejor estética posible, con una translucidez que imita perfectamente al esmalte. Es ideal para dientes anteriores (incisivos, colmillos) cuando queremos máxima belleza. Desventaja: son más frágiles comparadas con zirconio o metal-porcelana, por eso no se suelen poner en muelas donde la fuerza es alta (riesgo de fractura). Su precio es similar o incluso superior al zirconio en algunos casos, aproximadamente entre 400 y 800 € según el tipo de cerámica y la clínica. Su uso queda un poco reservado a casos estéticos muy específicos o dientes frontales unitarios.
  • Corona metálica (totalmente de metal): Son coronas hechas completamente de metal. Pueden ser de metales no preciosos (por ejemplo, acero, cromo-cobalto) o de metal precioso (oro o aleación alta en oro). Antiguamente, las de oro se consideraban el “estándar” para muelas por su magnífica durabilidad. Ventaja: la corona metálica (especialmente la de oro) es sumamente duradera, aguanta décadas y desgasta menos el diente opuesto al morder. Desventaja: estética nula, obviamente se ve dorada o plateada, por lo que hoy casi ningún paciente la quiere a la vista. Actualmente se usan muy poco; a veces en segundas muelas muy posteriores o en casos especiales. El precio varía: si es un metal básico no noble, es la opción más barata (puede costar entre 100 y 150 €), pero si es de oro, irónicamente es la más cara de todas (por el coste del oro, fácilmente 700-1000 € o más según la cantidad de oro). Hoy día las guardamos más como curiosidad o petición muy específica.
  • Corona de resina o acrílica (provisional): Técnicamente no es una corona para uso prolongado, sino temporal. Se confecciona con resina compuesta o acrílico. Ventaja: su coste es muy bajo (unos 30-50 €, a veces ya incluido en el tratamiento) y se puede fabricar rápidamente, incluso en la clínica en una sola sesión. Desventaja: la resina es un material poco resistente y se desgasta o fractura en pocos meses, además de pigmentar con el tiempo. Por eso no se usan como coronas definitivas salvo en situaciones muy puntuales. Su papel principal es servir de corona provisional mientras se fabrica la corona definitiva de mejor material (zirconio, porcelana, etc.). Todos mis pacientes llevan una corona provisional de resina esas dos semanas entre citas, pero luego la reemplazamos por la corona de zirconio definitiva.

Como ves, la corona de zirconio se sitúa entre las opciones más modernas y balanceadas: ofrece mejor estética que la metal-porcelana y casi igual de buena que la porcelana pura, con una resistencia superior a la porcelana y cercana a la del metal. Es un poco más cara que la metal-porcelana, sí, pero bastante más accesible que una corona de oro puro (y mucho más bonita). Por estas razones, muchos dentistas (incluyéndome) consideramos que el zirconio es la mejor elección calidad-precio para coronas actualmente en la mayoría de casos. De hecho, a día de hoy, la mayoría de coronas que coloco en pacientes son de zirconio, a menos que haya una razón específica para usar otro material.

¿Cómo se coloca una corona de zirconio? (El proceso paso a paso)

Permíteme ahora guiarte por el proceso típico de colocación de una corona de zirconio, para que sepas qué esperar. Colocar una corona suele requerir dos visitas principales a la clínica (a veces tres, dependiendo de ajustes, o una sola si la clínica dispone de sistemas de coronas en el día). Te cuento las etapas habituales:

  1. Primera visita – Preparación del diente: Lo primero es asegurarnos de que el diente esté limpio de caries o infecciones. Si necesitaba una endodoncia, se hace antes o durante esta fase. Después, te aplico anestesia local en la zona (¡tranquilo, no sentirás dolor durante el procedimiento!) y procedo a tallar el diente. Tallar significa reducir un poco su tamaño y darle forma cilíndrica, eliminando la parte dañada, para hacer espacio a la corona. Tomo mucha precisión en este paso: el objetivo es dejar un “muñón” de diente de cierta forma, sobre el cual encajará la futura corona de zirconio como un guante. Si el diente estuviera muy destruido, podría construirlo antes con un material de relleno o colocar un pequeño poste para reforzarlo. Una vez preparado, tomo un molde o escáner digital de tus dientes. Ese registro se envía al laboratorio protésico, donde fabricarán la corona definitiva a medida, siguiendo el color y forma indicados. Mientras esperamos la corona, no te dejaré el diente tallado al aire: coloco una corona provisional de resina (generalmente de aspecto razonablemente estético) para proteger el diente durante esos días. Sales de esta cita con tu diente tallado tapado y estético provisionalmente, y sin molestias porque estuvo anestesiado; cuando pase el efecto, podría haber una ligera sensibilidad, pero en general es muy llevadero.
  2. Laboratorio dental – Fabricación: Esta fase tú no la ves, ocurre tras la impresión. El técnico de laboratorio, siguiendo las instrucciones, confecciona la corona de zirconio. Hoy en día, suele hacerse mediante tecnología CAD/CAM: diseñan la corona en el ordenador y luego una fresadora talla un bloque de zirconio para crearla. Tras eso, la coronita se pule, se puede caracterizar en color para que sea idéntica a tus dientes y se sinteriza (hornea) en un horno especial. Todo este proceso suele tardar entre 4-7 días laborales aproximadamente, dependiendo del laboratorio y la carga de trabajo. En algunos casos, si el laboratorio es in-house o se utiliza un sistema tipo Cerec, incluso podría estar en el mismo día, pero no es lo más común para zirconio (sí para cerámicas más sencillas).
  3. Segunda visita – Colocación de la corona definitiva: Una vez el laboratorio nos envía la corona de zirconio terminada, te citamos de nuevo. En esta cita, normalmente no hace falta ni anestesia (a menos que haya que hacer ajustes mayores). Retiro con cuidado la corona provisional que llevabas y pruebo la nueva corona de zirconio sobre tu diente preparado. Aquí evaluamos juntos varias cosas: ajuste (que encaje perfectamente, sin espacios), forma, color, y que tu mordida encaje cómoda con ella puesta. Te dejaré mirarte al espejo para confirmar que estéticamente te ves bien. Si todo está correcto, pasamos a fijarla de manera permanente. Para ello, aplico un cemento dental especial dentro de la corona y la coloco sobre el diente, pidiéndote que muerdas suave para asentarla en posición. El cemento tarda unos minutos en endurecer y asegurar la corona en su sitio. Luego retiro los excesos de material, pulimos, ajustamos minuciosamente la mordida si hace falta (limando puntitos de contacto altos) y ¡listo! Tu diente vuelve a estar entero, firme y estético. Puedes morder sin miedo porque la corona queda fuertemente adherida.
  4. Revisiones y seguimiento: Te cito normalmente a las 1-2 semanas para una revisión rápida, para comprobar que todo sigue bien: que la encía esté sana alrededor, que estés cómodo al masticar y que no haya ninguna molestia. Es importante comunicar cualquier sensación extraña (por ejemplo, si sientes el diente “alto” o roce anómalo, lo ajustamos). Cuando todo está correcto, solo quedará mantener tus controles periódicos habituales (cada 6-12 meses) donde revisaremos la corona junto al resto de tus dientes.

¿Duele ponerse una corona de zirconio?

Esta es una pregunta frecuente. No, no duele gracias a la anestesia. Durante el tallado del diente estarás anestesiado localmente, así que no sentirás dolor (solo las vibraciones de la fresa y el sonido, que pueden ser molestos para algunos, pero nada más). Después, al pasar la anestesia, es normal una ligerísima sensibilidad o molestia en la encía, pero suele ser muy pasajera y controlable con un simple analgésico si fuera necesario. La gran mayoría de mis pacientes me dicen que esperaban más dolor y se sorprenden de lo llevadero que fue. Así que pierde el miedo en ese aspecto.

Cuidados y duración de las coronas de zirconio

Una vez que ya tienes tu corona de zirconio colocada, ¿qué sigue? Lo ideal: olvidarte de que es una corona y tratarla como un diente más, con algunos cuidados sencillos para garantizar que dure muchos años. Te cuento los puntos clave:

¿Cuánto dura una corona de zirconio? En mi experiencia y según la literatura odontológica, la vida útil de una corona de zirconio suele ser de 10 a 15 años, e incluso más si se mantiene adecuadamente​. He visto pacientes cuya corona sigue funcionando bien por más de 15-20 años. Por supuesto, su duración depende de varios factores: tu higiene bucal, tus hábitos (no es lo mismo alguien que aprieta o rechina los dientes que otra persona que no), la calidad de la corona y cómo fue instalada. El zirconio en sí es muy resistente al paso del tiempo: no se oxida ni se desgasta fácilmente. Así que, a diferencia de otros tratamientos, una corona no “vence” a los pocos años; con buenos cuidados podrías tenerla por muchísimo tiempo. Aun así, debemos ser realistas: la boca es un medio exigente y las cosas pueden ocurrir, por lo que es sabio revisarlas periódicamente.

Consejos para cuidar tu corona de zirconio y alargar su vida:

  • Mantén una buena higiene oral diaria. Esto incluye cepillarte los dientes (incluida la zona de la corona) al menos dos veces al día, usar hilo dental o cepillos interdentales alrededor de la corona para limpiar donde el cepillo común no llega (el margen entre corona y encía, y entre diente y diente). Aunque la corona no puede tener caries, el diente debajo y las encías sí pueden verse afectados si se acumula placa. He visto coronas perfectamente íntegras que lamentablemente hubo que retirar porque el diente de abajo desarrolló caries por descuido de higiene en el borde. ¡No dejes que eso pase! Limpia bien tus coronas igual que tus dientes naturales.
  • Evita hábitos perjudiciales que puedan dañar tu corona (¡y tus dientes naturales también, de paso!). Por ejemplo, no uses tus dientes para abrir botellas, romper envoltorios duros o morder objetos no alimenticios. Tampoco es recomendable morder huesos muy duros, almendras con cáscara u otros excesos; si bien la corona de zirconio es resistente, no es indestructible. Igualmente, si sufres de bruxismo (rechinar o apretar los dientes, usualmente durante la noche), coméntaselo a tu dentista. En muchos casos indicamos una férula de descarga nocturna (una placa protectora) para evitar que ese hábito nocturno dañe las coronas o los dientes opuestos. Es una pequeña inversión extra que puede marcar la diferencia en prolongar la vida de tus restauraciones.
  • Acude a tus revisiones periódicas con el dentista. Yo suelo citar a mis pacientes cada 6 meses para limpieza y revisión general. En esas visitas, verificamos que la corona de zirconio siga bien adaptada, que la encía a su alrededor esté sana (las encías sanas son esenciales para que el borde de la corona no acumule placa ni se deteriore el diente). Si se detecta cualquier comienzo de problema (por ejemplo, un pequeño filtrado en el borde, o que aprietas mucho de un lado), podemos corregirlo antes de que vaya a más. También es importante una limpieza dental profesional cada cierto tiempo para eliminar sarro; el sarro acumulado en el borde de la corona puede irritar la encía y eventualmente comprometer la unión, así que mantén todo bien limpio con ayuda profesional.
  • Si notas alguna molestia o algo fuera de lo normal, no esperes: pide cita. ¿A qué me refiero? Si de pronto sientes dolor al morder con ese diente coronado, o notas movilidad en la corona, o se te ha caído un pedacito (aunque con zirconio es muy raro que se fracture, podría llegar a pasar una pequeña lasca de porcelana si la corona la tuviera). O simplemente si notas que el hilo dental se traba mucho en un borde, etc. Cualquier señal de alarma es motivo para revisarlo. Muchas veces será algo menor ajustable, pero es mejor solucionarlo pronto. Una corona bien cuidada y supervisada puede durar muchísimo; pero una descuidada, incluso la mejor corona de zirconio, podría fallar prematuramente.

Llegados a este punto, hemos cubierto prácticamente todo: qué son estas coronas, sus ventajas, su procedimiento, precio y cuidados. A continuación, te presento una sección de Preguntas Frecuentes por si aún tienes alguna duda específica en mente.

Preguntas frecuentes sobre las coronas de zirconio

¿Duele colocarse una corona de zirconio?

No, el procedimiento de colocar una corona de zirconio no es doloroso. Se realiza bajo anestesia local, por lo que durante el tallado del diente no sentirás dolor, solo las vibraciones y sonidos habituales​. Tras la preparación, el diente puede quedar algo sensible unos días (especialmente si no tenía endodoncia), pero la molestia suele ser leve y controlable con analgésicos comunes. Al cementar la corona definitiva, generalmente ni siquiera se requiere anestesia y el proceso es rápido y sin dolor. Mis pacientes a menudo se sorprenden de lo mínimamente invasivo que resulta todo, comentando que esperaban más molestias.

¿Cuánto tiempo dura una corona de zirconio?

Una corona de zirconio bien realizada puede durar muchos años. Lo habitual es hablar de 10 a 15 años de duración promedio​, pero en condiciones favorables puede durar incluso más (¡20 años o más no es imposible!). Hay casos documentados y que he visto en la clínica de coronas funcionando bien después de décadas. La longevidad depende de factores como la calidad de la corona, la salud del diente soporte, la higiene bucal del paciente y hábitos como el bruxismo. Si cuidas tu corona (cepillado, hilo dental, evitar abusos al morder cosas duras, etc.), es muy probable que te acompañe por largo tiempo. Aun así, ninguna restauración dental es eterna, por eso insistimos en revisiones periódicas para detectar cualquier desgaste o filtración con el paso de los años.

¿Cómo se cuida una corona de zirconio en el día a día?

El cuidado de una corona de zirconio es prácticamente igual al de un diente natural, manteniendo una buena higiene oral. Debes cepillarte los dientes al menos dos veces al día, asegurándote de limpiar bien el área donde la corona se encuentra con la encía (ese borde es clave para evitar acumulación de placa). Usa hilo dental o cepillos interdentales diariamente para limpiar entre la corona y los dientes vecinos, ya que los restos de comida y placa que quedan ahí pueden causar caries en los dientes adyacentes o inflamación de encías alrededor de la corona. Complementa con enjuague bucal si lo deseas. Evita morder objetos duros (huesos, hielo, cáscaras fuertes) que puedan poner estrés innecesario en la corona. Y acude a tu dentista regularmente para limpiezas profesionales y chequeos: así nos aseguramos de que la corona y tus encías estén en perfecto estado, y podemos pulir o ajustar cualquier detalle si fuera necesario.

¿Cubre la Seguridad Social o el seguro dental las coronas de zirconio?

La Seguridad Social en España, por lo general, no cubre las coronas dentales en adultos​. Los tratamientos protésicos (como coronas, puentes, implantes) suelen quedar fuera de la sanidad pública salvo casos muy específicos (por ejemplo, en algunas comunidades hay programas para personas con condiciones especiales, pero en términos generales, si necesitas una corona tendrás que recurrir a la vía privada). En niños la sanidad pública cubre tratamientos básicos, pero las coronas de zirconio no suelen estar incluidas.

En cuanto a los seguros dentales privados, muchos sí ofrecen cobertura o descuentos para coronas. Dependiendo de tu póliza, podrías tener una tarifa plana (por ejemplo, pagar una cantidad fija reducida por la corona en vez del precio completo) o un reembolso de un porcentaje del coste. Cada seguro es distinto: algunos cubren coronas metálicas básicas pero no las de zirconio, otros cubren hasta cierto tope. Lo mejor es que revises las condiciones de tu seguro dental o consultes a tu compañía. En mi experiencia, pacientes con seguros dentales han llegado a pagar entre 300-350 € por una corona de zirconio que sin seguro costaría ~500 €, gracias a dichas coberturas. También conviene saber que muchas clínicas ofrecen facilidades de pago (financiación en cuotas mensuales sin intereses) que, si bien no reducen el precio, al menos lo hacen más llevadero económicamente.

¿En qué se diferencia una corona de zirconio de una corona de porcelana?

La diferencia principal está en el material y sus propiedades. Una corona de porcelana (cerámica pura, como el disilicato de litio) está compuesta totalmente por porcelana dental de alta estética, sin ningún núcleo interno de otro material. En cambio, una corona de zirconio tiene un núcleo de óxido de zirconio (una cerámica opaca y muy resistente) que puede ser usada solo o recubierta con porcelana superficial para mejorar la estética.

¿Qué implica esto en la práctica? La corona de porcelana pura suele ofrecer una translucidez y estética insuperable, por lo que se utiliza en dientes anteriores cuando buscamos el máximo mimetismo con los naturales. Sin embargo, es menos resistente que el zirconio; puede fracturarse con impactos fuertes o en zonas de mucha carga masticatoria. Por eso, generalmente no se coloca en muelas (allí preferimos zirconio o metal-porcelana). La corona de zirconio, por su parte, es mucho más fuerte y aguanta bien en cualquier posición de la boca, con una estética muy buena (aunque, como comenté antes, quizá ligeramente menos translúcida que la porcelana pura, pero prácticamente igual de bonita a ojos del paciente).

¿Qué diferencia hay entre una corona dental y una carilla dental?

Aunque ambos son tratamientos estéticos restauradores, no son lo mismo ni se utilizan en las mismas situaciones. Una corona dental (como la de zirconio) envuelve todo el diente y requiere tallar o rebajar el diente por todas sus caras; se indica cuando el diente está muy dañado o necesita refuerzo completo. En cambio, una carilla dental es una fina lámina (de porcelana o composite) que solo cubre la cara frontal del diente, algo así como una “uñita postiza” para el diente. Las carillas requieren un tallado mínimo (solo la parte frontal) y se usan con fines principalmente estéticos, por ejemplo, para corregir el color, forma o tamaño de dientes frontales que están sanos o con daños leves.

¿Cuándo va cada una? Si tu diente está estructuralmente sano pero no te gusta cómo se ve (manchado, algo torcido, con separación, etc.), podríamos mejorar su apariencia con carillas de porcelana sin tener que cubrirlo entero. Pero si el diente tiene una gran reconstrucción, está debilitado, roto o ha tenido endodoncia, una carilla no serviría ya que no aporta resistencia; en esos casos necesitamos la cobertura 360º de una corona. En mi consulta a veces me preguntan “¿no puedo ponerme carilla en vez de corona para que sea más barato?” – la realidad es que una carilla de porcelana puede costar similar a una corona y si el diente no está indicado, se desprendería o fracturaría. Así que son tratamientos distintos para necesidades distintas. En resumen: carilla para problemas estéticos leves/moderados, corona (zirconio, porcelana, etc.) para dientes con daño extenso o que requieren refuerzo.

Espero que toda esta información te haya sido útil. Te he hablado desde mi experiencia personal y profesional, con sinceridad, porque sé que enfrentarse a un tratamiento dental genera muchas dudas. Las coronas de zirconio son una solución fantástica para rehabilitar dientes, y aunque su precio pueda parecer elevado, su resistencia, estética y longevidad hacen que valgan la pena en la mayoría de los casos. Como odontólogo, mi prioridad es que tomes una decisión informada y adecuada para tu salud bucal.

Si tienes más preguntas, no dudes en contactarme o acudir a una valoración. Estaré encantado de ayudarte a conseguir esa sonrisa sana y estética que mereces.

Gracias por leer y confiar en mi consejo profesional. ¡Sonríe! 😁

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Luis Leiva Cleardent
Odontólogo
Con una experiencia que abarca desde la odontología general hasta la dirección médica en clínicas de prestigio, el Dr. Leiva Gea es un experto en implantología y prostodoncia, conocido por su profundo conocimiento y habilidad en procedimientos complejos de regeneración ósea. Su formación continua en técnicas avanzadas —como el “all on four” y la cirugía reconstructiva— le permite asegurar que cada paciente reciba un tratamiento de vanguardia. Su enfoque innovador y uso de materiales regenerativos de última generación colocan al Dr. Leiva a la vanguardia de la odontología moderna, brindando resultados que superan las expectativas.

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