
Desde la medicina integrativa, cada diente forma parte de un sistema interconectado: una infección dental crónica puede afectar órganos distantes, y una disfunción en un órgano puede reflejarse en un diente concreto.

¿Te duele un diente al tocarlo con la lengua? Descubre las causas más frecuentes, cómo se diagnostica y qué tratamientos son efectivos para aliviar el dolor.

El dolor al tocar un diente con la lengua puede deberse a una inflamación del ligamento periodontal, una caries profunda, un diente fisurado o bruxismo. Es importante acudir al dentista para determinar la causa exacta y evitar complicaciones. El tratamiento puede incluir antiinflamatorios, endodoncia o férulas de descarga si hay bruxismo.
Que un diente duela al simple contacto no es normal: un diente sano no debería doler al masticar ni al hacer presión ligera. Por eso, si notas dolor al tocar un diente, es la forma que tiene tu cuerpo de avisarte que algo no anda bien en esa pieza dental. En la mayoría de casos, esta molestia indica que hay un problema subyacente en el diente o alrededor de él. Puede tratarse de una caries que ha avanzado hacia el nervio, una fisura en el diente, una infección (absceso) en la raíz, o incluso una inflamación del ligamento periodontal que sostiene al diente en su sitio. A veces, también una hipersensibilidad dental marcada puede hacer que un diente duela al contacto. En cualquier caso, ese dolor localizado es un síntoma concreto que debemos tomar en serio.
Piensa en el dolor dental como en una alarma: cuando tocas el diente y duele, la alarma se está activando para decirte que revises ese diente cuanto antes. Ignorarlo no es buena idea, ya que la causa podría agravarse (una caries pequeña puede volverse grande, una infección puede propagarse). Lo más prudente es acudir al dentista para evaluar la situación, especialmente si el dolor persiste o empeora. Más adelante te detallaré cuándo es recomendable ir de urgencia y cuándo se puede esperar un poco, pero primero veamos las causas posibles.
A continuación, repasaremos las causas más comunes que pueden provocar dolor en un diente al contacto con la lengua, el dedo o al morder. Identificar la causa es clave para saber cómo tratar el problema.
Una de las causas más frecuentes de dolor localizado es una caries que ha avanzado lo suficiente. Al inicio, una caries pequeña puede no doler, pero si progresa y alcanza las capas internas del diente (la dentina e incluso la pulpa donde está el nervio), puede provocar dolor al presionar. Cuando el nervio dental se inflama por la caries, hablamos de pulpitis, y en esta etapa cada vez que tocas el diente el nervio irritado puede desencadenar un «¡ay!». Es común que, además del dolor al tacto, también sientas molestias al comer dulce o alimentos muy fríos/calientes en ese diente. Si sospechas de caries (por ejemplo, ves un puntito oscuro o un agujero, o el dentista te lo ha mencionado en tu última revisión), no lo dejes pasar. Las caries no se detienen por sí solas: mientras más avanza, más duele y más complejo será el tratamiento necesario.
Un absceso dental es una infección acumulada en el interior del diente o en la encía alrededor de la raíz, formando un saco de pus. Suele ser consecuencia de una caries muy profunda no tratada, de una pulpitis que avanzó o incluso de un golpe que dejó al diente dañado. El absceso provoca inflamación y presión interna, causando un dolor intenso, punzante y continuo. Tocar el diente duele muchísimo porque el ligamento que rodea la raíz está inflamado e irritado por la acumulación de pus. A menudo, el diente con absceso duele por sí solo, sin ni siquiera tocarlo, y el dolor puede irradiar a la mandíbula. También puedes notar encía hinchada, enrojecida e incluso un “bulto” cerca del diente, sabor desagradable en boca o fiebre. Un absceso dental es una urgencia odontológica, ya que la infección puede propagarse: si sospechas que tienes un flemón o infección (dolor muy agudo, hinchazón, pus), debes acudir de inmediato al dentista.
Otra causa posible es que el diente esté fisurado o agrietado. A veces un trauma (al morder algo duro, una caída, deportes) produce una pequeña grieta en el diente que no se ve a simple vista. ¿Por qué duele al tocarlo? Imagina que el diente está “rajado”: al hacer presión, los fragmentos minúsculos se separan ligeramente y eso irrita la pulpa o el ligamento, causando dolor. Las fracturas dentales pueden provocar dolor al masticar o presionar porque la fuerza se transmite irregularmente a través de la grieta. Si has sufrido un golpe o muerdes algo duro y desde entonces ese diente te molesta al presionarlo, es posible que exista una fisura. Incluso un diente con una restauración grande (un empaste extenso) puede fisurarse con el tiempo. Este tipo de dolor suele sentirse solo al morder ciertos alimentos o al tocar justo en un punto específico del diente.
Un golpe en el diente o en la boca puede dejar el diente adolorido al tacto, incluso si no hay fractura visible. Tras un traumatismo, el nervio dentro del diente puede inflamarse temporalmente (pulpitis reversible) o el ligamento periodontal que sostiene el diente puede quedar magullado. En estos casos, el diente duele al morder o tocarlo porque los tejidos están sensibles por el impacto. Por ejemplo, si te golpeaste el diente con algo duro o tuviste un accidente deportivo hace poco y ahora ese diente duele cuando lo tocas, el dolor podría venir de la inflamación post-trauma. Es importante vigilar estos casos porque, aunque a veces el diente se recupera por sí solo, otras veces el nervio puede quedar dañado de forma irreversible o surgir un absceso tiempo después del golpe. Ante un golpe fuerte en un diente, siempre es prudente que un dentista lo evalúe.
El ligamento periodontal es el tejido que une firmemente el diente con el hueso del maxilar. Si este ligamento se inflama, el diente puede doler al tocarlo o al masticar, porque esencialmente duele la “suspensión” del diente. ¿Qué puede inflamar el ligamento? Una causa es la periodontitis, que es una infección crónica de las encías y el hueso alrededor del diente (progresión de una gingivitis no tratada). En una periodontitis avanzada, puede acumularse pus en el ligamento o haber destrucción ósea, haciendo que el diente se movilice y duela al presionar. Otra causa es una sobrecarga oclusal, por ejemplo cuando un diente recibe más fuerza de mordida de la que debería (quizás por una mala posición, una corona “alta” colocada recientemente, o por bruxismo). En esos casos, el ligamento se resiente como lo haría un esguince: el diente duele al tocarlo, se siente “altito” o molesta al masticar. Si solo duele ese diente en concreto al morder, podría tratarse de una inflamación del ligamento por mordida desequilibrada.
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, comúnmente mientras dormimos o en situaciones de estrés. Este hábito puede causar dolor dental generalizado, pero a veces un diente en particular sufre más la sobrecarga. El resultado es que ese diente dolorido tiene al ligamento periodontal inflamado por el exceso de presión constante. Muchos pacientes con bruxismo refieren que les duele un diente al despertarse o al tocarlo, sin tener caries. Además, el bruxismo crónico desgasta el esmalte, pudiendo exponer la dentina y causar sensibilidad dental. Si notas que amaneces con la mandíbula tensa, dolores de cabeza o dientes doloridos, es muy probable que estés apretando los dientes por la noche. Un diente sobrecargado por bruxismo puede doler al contacto hasta que se alivie la presión sobre él.
La hipersensibilidad o sensibilidad dental ocurre cuando la capa protectora del diente (el esmalte o el cemento en la raíz) se ha desgastado o las encías se han retraído, dejando expuesta la dentina. La dentina tiene canales microscópicos hacia el nervio, por lo que cualquier estímulo externo se siente como un dolor agudo. Normalmente asociamos la sensibilidad con dolor por frío, calor o dulce, pero también puede doler un diente sensible al tocarlo con la lengua o al cepillarlo. Es un dolor breve y punzante, distinto al dolor constante de una caries profunda. Las causas de la hipersensibilidad incluyen cepillado muy agresivo (que gasta el esmalte o baja la encía), dietas muy ácidas, bruxismo (desgaste del esmalte) o tratamientos como el blanqueamiento dental. La buena noticia es que la sensibilidad dental se puede manejar con productos especiales y hábitos adecuados – hablaremos de esto en la sección de tratamientos.
Ante cualquier dolor dental que persiste o preocupa, mi recomendación como dentista siempre es consultar. Sin embargo, entiendo que a veces no sabemos si cierta molestia amerita ir de inmediato o si podemos observar unos días. Aquí te doy algunas pautas claras de cuándo debes acudir al dentista sin demora por un diente que duele al tocarlo:
En general, no ignores el dolor dental. Un diente que duele es un aviso de que algo anda mal; rara vez estos dolores se resuelven solos sin tratamiento. Siempre es preferible ir al dentista “por si acaso” y que luego no sea grave, a quedarse en casa aguantando y que el problema se agrave.
Cuando un paciente llega diciendo «doctor, me duele este diente al tocarlo», lo primero que haré será escucharte atentamente. Te preguntaré desde cuándo duele, cómo describirías el dolor, si algo lo empeora o alivia, y si has notado otros síntomas (sensibilidad al frío, hinchazón, si tuviste algún golpe, etc.). Esta conversación inicial ya suele darme pistas importantes. Por ejemplo, si me dices «el dolor aparece con lo caliente y luego sigue por horas», pienso en una posible pulpitis; si dices «solo duele al masticar cosas duras», me sugiere quizás una fisura en el diente. Cada detalle ayuda.
Luego haré una exploración clínica minuciosa:
Con la entrevista, la exploración clínica y la radiografía, normalmente puedo identificar la causa del dolor. A veces el diagnóstico es inmediato (por ejemplo, se ve una caries grande de entrada); otras veces toca juntar varias pistas sutiles. Pero es clave llegar al diagnóstico correcto, porque de ello depende dar con el tratamiento adecuado. Si hubiera duda, podríamos hacer pruebas adicionales: por ejemplo un test eléctrico de vitalidad pulpar (para ver si el nervio responde) o incluso retirar un empaste antiguo si sospechamos que debajo hay caries oculta. Lo importante es que, tras el proceso diagnóstico, podamos decirte claramente “Mira, el dolor viene de X causa” y entonces explicar la solución.
Una vez identificada la causa, ¿cómo solucionamos el problema? No existe un único remedio universal para el dolor de un diente al tocarlo; el tratamiento siempre depende del origen del dolor. En mi experiencia, estos son los tratamientos más habituales según la situación:
Existen soluciones para casi todas las causas de dolor dental al contacto, desde el empaste más sencillo hasta tratamientos más complejos. La clave es abordar la causa real: quitando la caries, tratando la infección, reparando la fisura, etc. Tu dentista te explicará qué tratamiento necesitas y por qué, para que entiendas el plan a seguir.
Después de superar un episodio así (¡o mejor aún, antes de sufrirlo!), vale la pena tomar medidas para prevenir que un diente vuelva a doler de esta forma. Aquí van algunos consejos de prevención:
Con estas medidas, mantendrás tus dientes más fuertes y sanos, reduciendo mucho las probabilidades de tener dolor localizado en un diente. Recuerda que una buena prevención es la mejor “medicina” en odontología.
Sí, un diente puede doler aunque no veas caries a simple vista. Las caries a veces se esconden entre los dientes o debajo de un empaste antiguo, causando dolor antes de ser evidentes. Pero además, hay otras causas de dolor dental que no son caries: por ejemplo, una fisura microscópica en el diente no se ve fácilmente y puede doler al morder. La sensibilidad dental extrema también puede hacer que un diente duela al tacto sin haber caries (en ese caso el esmalte está desgastado aunque tú no veas agujeros). Y una infección en la raíz (absceso) puede hacer doler al diente aunque la corona se vea intacta. En resumen, no ver caries no garantiza que el diente esté sano; si duele, conviene que el dentista lo evalúe con radiografías y pruebas para encontrar la causa real.
El dolor al morder suele estar muy relacionado con el dolor al tocar el diente: casi todas las causas que describimos antes aplican aquí. Pero si específicamente duele al masticar alimentos, a veces sugiere cierto tipos de problemas:
Si te duele mucho un diente al tocarlo y no puedes acudir inmediatamente al dentista, hay algunas medidas temporales que puedes tomar para aliviar el malestar:



Desde la medicina integrativa, cada diente forma parte de un sistema interconectado: una infección dental crónica puede afectar órganos distantes, y una disfunción en un órgano puede reflejarse en un diente concreto.


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