8 mayo 2025

Bulto debajo de la lengua junto al frenillo lingual: ¿qué puede ser y cuándo preocuparse?

Te explicamos de forma cercana sus posibles causas (quiste mucoso, glándula inflamada, etc.), cuándo preocuparse, tratamientos y cuándo acudir al médico.

A menudo recibo pacientes alarmados por “una bolita debajo de la lengua, al lado del frenillo”. Entiendo perfectamente la preocupación que sientes al descubrir un bulto en esa zona tan delicada. En este artículo te explicaré qué puede causar ese bulto bajo tu lengua, cómo distinguir un caso benigno de algo que requiera más atención, qué tratamientos existen y cuándo deberías visitar al médico. Mi objetivo es que, al terminar de leer, te sientas informado, tranquilo y con pasos a seguir.

Principales causas de un bulto debajo de la lengua (junto al frenillo lingual)

Notar un bulto o protuberancia en el piso de la boca, justo al lado del frenillo sublingual, puede deberse a varias causas. La buena noticia es que en la mayoría de los casos se trata de lesiones benignas. A continuación, repasamos las causas más comunes y también las menos frecuentes:

Quiste mucoso (mucocele o ránula): la causa más frecuente y benigna

La causa más habitual de un “bultito” bajo la lengua es un quiste mucoso, conocido como mucocele. Cuando este se localiza en el suelo de la boca, cerca del frenillo, recibe el nombre específico de ránula. ¿Por qué ocurre? Básicamente, una de las pequeñas glándulas salivales bajo tu lengua ha sufrido un traumatismo u obstrucción en su conducto. La saliva no puede drenar con normalidad y se acumula formando un saquito lleno de líquido mucoso justo bajo la mucosa oral.

Es común que aparezca después de que, sin querer, te muerdas o golpees esa zona (incluso un cepillado brusco podría causarlo). El resultado es una protuberancia blanda, generalmente indolora, similar a una ampolla interna. Suele tener un color translúcido azulado o rosado y forma de cúpula lisa. Por lo general, estos quistes son pequeños (menos de 1 cm), aunque una ránula puede crecer más que un mucocele típico del labio.

¿Cómo reconocer un mucocele o ránula?

Por lo general notarás una bolita móvil al tacto, de consistencia blanda o fluctuante (como llena de líquido). No suele doler ni arder. A veces cambia ligeramente de tamaño día a día, e incluso podría reventarse espontáneamente y desaparecer por un tiempo, para luego reaparecer (ya que la glándula sigue produciendo saliva). Si el quiste es grande y bajo la lengua, podrías sentir molestia al mover la lengua, al tragar o al hablar, pero esto ocurre solo en casos más avanzados.

Si tu bulto no duele, es suave, medio transparente o azulado, apareció tras morderte o sin causa clara, y se siente como un quiste lleno de líquido, lo más probable es este escenario benigno del quiste mucoso.

Obstrucción o inflamación de una glándula salival

Muy relacionado con el caso anterior, otra causa posible es que tengas obstruido el conducto de una glándula salival submandibular o sublingual, a menudo por un pequeño cálculo o piedra de saliva (sialolito). La Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL) explica que tras la obstrucción de una glándula, la saliva se acumula y puede formarse un bulto visible bajo la lengua.

¿Cómo diferenciarlo de un mucocele? A veces es difícil sin evaluación médica, pero suele presentarse como una inflamación en el piso de la boca, que va y viene (por ejemplo, se nota más mientras comes o salivas mucho, y puede reducirse en reposo). Puede haber dolor si la glándula está inflamada o infectada por la obstrucción. El bulto tal vez se sienta más firme al tacto que un mucocele típico. En algunos casos, mirando bajo tu lengua (justo en las carúnculas, que son las pequeñas aberturas de los conductos salivales junto al frenillo) podrías incluso ver un puntito blanco duro (el cálculo) o salir un poco de pus si hay infección.

Esta causa también es benigna, pero la molestia puede ser mayor, sobre todo al comer (porque la saliva quiere salir y no puede, causando dolor e hinchazón).

Lesiones benignas del tejido: fibromas, papilomas u otros bultos no malignos

Aunque menos frecuente en esa localización, un bulto bajo la lengua podría ser otra lesión benigna del tejido bucal, distinta a un quiste de saliva. Por ejemplo, un fibroma irritativo es un pequeño tumor benigno fibroso que aparece tras roces o irritación crónica. Si has estado lastimándote constantemente esa área (con un diente astillado o una prótesis), podría formarse un fibroma que luce como una bolita dura, del color de la mucosa.

Otra posibilidad es un papiloma oral (una verruguita causada por el virus del papiloma humano, HPV). Estos suelen aparecer más en la lengua o paladar blando, pero no es imposible que surja bajo la lengua. Tienen aspecto de pequeña coliflor o “pegadito de coliflor”, de color blanco o rosado, generalmente indoloros.

También existen los angiomas o malformaciones vasculares: abultamientos de vasos sanguíneos (venitas) que pueden verse azulados o morados. En personas mayores, es común la presencia de venas sublinguales varicosas que se ven como bolitas azul oscuro bajo la lengua, aunque estas normalmente aparecen a ambos lados y no como una única masa notable.

En general, estas lesiones no son peligrosas. Un fibroma puede crecer hasta cierto tamaño y luego estabilizarse; un papiloma suele quedarse pequeño. Ninguno es canceroso, aunque a veces por ubicación pueden estorbar y uno opta por quitarlos por comodidad.

¿Ganglio inflamado? (Nota: ganglios linfáticos y otras hinchazones)

Mucha gente se refiere coloquialmente a cualquier “bolita” como un ganglio. En realidad, bajo la lengua no hay ganglios linfáticos superficiales palpables. Los ganglios que drenan la boca están en el cuello (debajo de la mandíbula). Si notas “inflamado un ganglio” al mismo tiempo que ese bulto sublingual, probablemente el ganglio esté en el cuello (no dentro de la boca) y se deba a la inflamación o infección que está ocurriendo localmente. Por ejemplo, si tu bultito bajo la lengua se infectó, puede que palpes un ganglio del cuello algo crecido y dolorido.

Un ganglio inflamado doloroso suele indicar que tu cuerpo está combatiendo una infección o proceso benigno, no un cáncer. De hecho, un médico oncólogo en una consulta aclaró a una paciente preocupada que los ganglios dolorosos normalmente no se relacionan con cáncer, sino con reacciones inflamatorias por infección (como podría ser el caso del frenillo). Así que si sientes “la bola” y además un ganglio del cuello te duele, piensa más en infección que en algo maligno.

Cáncer oral (muy poco frecuente en esta zona)

Después de leer todas las causas anteriores (que son las más probables), tal vez sigas con el “gusanillo” de la duda: “¿Y si es cáncer?”. Lo cierto es que un cáncer en el área bajo la lengua no es común, pero no es imposible. Los cánceres de lengua u orales suelen aparecer en los bordes laterales de la lengua o en el piso de la boca, sobre todo en personas mayores de 45 años con factores de riesgo (tabaquismo, alcohol, VPH, mala higiene).

¿Cómo sería un bulto canceroso? Por lo general, un carcinoma en la boca se manifiesta como una llaga o úlcera que no cicatriza, o un engrosamiento duro en el tejido. Puede acompañarse de áreas blancas o rojas en la mucosa cercanas. Suele ser indoloro en etapas iniciales —lo cual es llamativo, porque a diferencia de un mucocele que es blando y molesta aunque sea un poco, un tumor maligno puede sentirse como un nódulo firme, fijo, que no duele. Si crece lo suficiente, podría causar dolor, sangrado al roce, dificultad para tragar o mover la lengua, e incluso ulcerarse en la superficie. Otro signo de alarma es que pueda venir acompañado de ganglios del cuello aumentados de tamaño (y a diferencia de los reactivos, estos suelen ser duros e indoloros).

Insistimos: esta es la causa más rara de un bulto debajo de la lengua, pero por responsabilidad hay que mencionarla. Especialmente si no se confirma ninguna de las causas benignas anteriores, el médico considerará esta posibilidad remota. Menos del 5% de las lesiones sospechosas acaban siendo malignas, pero es importante descartar.

Síntomas de alarma: ¿cuándo debo preocuparme?

Ahora que conoces las posibles causas, hablemos de señales de alarma. ¿Qué características de ese bulto deben hacerte pensar “mejor que lo vea un médico pronto”?:

  • Persiste por mucho tiempo o crece progresivamente: Un mucocele benigno puede ir y venir, pero si llevas más de 2-3 semanas con un bulto fijo que no disminuye, o cada vez lo notas más grande, no lo dejes pasar. Especialmente, una llaga o masa que no mejora en 2 semanas debería ser evaluada (es un criterio general en boca para descartar cáncer).
  • Es duro, irregular o fijo: Si al tocarlo sientes un nódulo duro como una piedrita, que no se mueve o está como adherido profundamente, merece atención. Los bultos benignos (quistes, fibromas) suelen ser blandos o al menos móviles bajo la piel/mucosa.
  • Apariencia sospechosa en la superficie: Por ejemplo, una zona ulcerada que sangra, o manchada de blanco o rojo en la mucosa encima del bulto, es un signo de alerta. Una cosa es un bulto cubierto de mucosa normal (rosada y lisa), y otra un área que luce enferma en sí (placas blancas/leucoplasia o rojas/eritroplasia).
  • Síntomas asociados preocupantes: Pese a que un bulto benigno puede incomodar, no suele causar dolor intenso ni otros síntomas sistémicos. Si tienes dolor fuerte constante, dificultad para tragar o hablar que va en aumento, pérdida de peso sin razón, o cualquier síntoma raro (por ejemplo, sangre en la saliva recurrente), debemos investigarlo. En cáncer de base de lengua, a veces el primer signo es un ganglio duro en el cuello o dolor de oído persistente, pero en un bulto visible bajo la lengua, mirar esos otros detalles locales es más útil.
  • Te genera mucha ansiedad: Más allá de los síntomas físicos, si la presencia de ese bulto te tiene muy preocupado/a, eso ya es razón suficiente para buscar una opinión profesional y salir de dudas. La tranquilidad mental es importante.

Por otro lado, ten en cuenta algunas buenas noticias: si el bulto duele al tocarlo o al mover la lengua, suele ser algo no maligno (los procesos infecciosos o quísticos pueden doler, un cáncer incipiente por lo general no duele). Si cambió de tamaño rápidamente en días, también suele apuntar más a quiste (que puede reventar y llenarse de nuevo) que a tumor maligno (que crece más lentamente). Pero estos son solo orientaciones generales; ante la duda, la evaluación médica es la que dará certeza.

Tratamientos para un bulto debajo de la lengua

El tratamiento va a depender totalmente de la causa identificada. Veamos las principales líneas de manejo según el caso:

  • Mucocele / Ránula: Muchos mucoceles pequeños no requieren más que observación. Pueden reventarse y reabsorberse espontáneamente con el tiempo. Si no molestan mucho, tu odontólogo o médico podría sugerir simplemente esperar y vigilar. Ahora bien, si se hacen recurrentes o muy grandes, el tratamiento indicado es la extirpación del quiste. Esto suele ser un procedimiento sencillo ambulatorio: se aplica anestesia local y se remueve el saco quístico. En ránulas grandes, a veces es necesario extirpar también la glándula salival afectada para evitar que vuelva a formarse. Algunas alternativas que pueden ofrecer según el caso incluyen la crioterapia (congelarlo) o la extirpación con láser, técnicas igualmente efectivas. Importante: No intentes reventar ni drenar el quiste en casa perforándolo – eso puede causar infección y empeorar las cosas. Si te revienta solo, procura mantener buena higiene bucal y acudir a que lo valoren, ya que a menudo recidiva.
  • Obstrucción salival (sialolitiasis): A veces se resuelve facilitando la salida de la piedra. Tu dentista u otorrino puede intentar “ordeñar” suavemente la glándula masajeando desde afuera o mediante maniobras intraorales para ver si expulsa el cálculo. Se recomienda beber mucha agua, aplicar calor local suave y estimular la salivación (chupar caramelos sin azúcar, por ejemplo) para ver si se desatasca. Un truco casero es enjuagar con agua tibia salada varias veces al día para ayudar a reducir inflamación e intentar arrastrar el cálculo – eso también ayuda si hay infección leve. Si el cálculo no sale o la glándula sigue inflamada, un especialista puede hacer una pequeña incisión en el conducto para extraer la piedra. En casos raros, si la glándula queda muy dañada o se infecta repetidamente, podría plantearse quitar la glándula entera, pero eso es poco común en obstrucciones simples.
  • Lesiones fibrosas o papilomas: Un fibroma irritativo de cierto tamaño generalmente se trata con una pequeña cirugía excisional: básicamente cortarlo. Es un procedimiento menor y curativo (no suele volver a salir en el mismo sitio, a menos que persista la irritación causante, así que habrá que corregir el diente filoso o factor que lo provocó). Los papilomas también se pueden quitar con cirugía o láser fácilmente si molestan o por estética; además conviene enviarlos a analizar por precaución y considerar si hay más lesiones por VPH en boca.
  • Infección local: Si el bulto se debe a un absceso o infección (por ejemplo, de la glándula salival), el médico recetará antibióticos y/o antiinflamatorios. Notarás alivio del dolor y reducción del bulto conforme la infección ceda. Es clave mantener una higiene oral impecable en estos días para apoyar la curación. En caso de un absceso grande, podría requerir drenaje en consulta.
  • Cáncer oral: Si tras la evaluación (y posiblemente una biopsia) se diagnosticara un tumor maligno, el manejo ya pasa a manos de especialistas en oncología y cirugía maxilofacial. El tratamiento típico sería quirúrgico (extirpar la lesión con un margen de seguridad) posiblemente acompañado de radioterapia y/o quimioterapia según la extensión. Afortunadamente, si se detecta temprano, las probabilidades de curación son altas. Pero insistimos, este es el escenario menos común.

Nota: En muchos casos, el odontólogo puede resolver o orientar estos problemas (sobre todo mucoceles, cálculos salivales pequeños, fibromas). En otros, te derivará a un especialista otorrinolaringólogo (experto en la zona de cabeza y cuello) o a un cirujano maxilofacial. Ambos especialistas tienen experiencia en glándulas salivales y lesiones orales, y a veces trabajan en conjunto. No te extrañe si tu dentista inicial te deriva “al otorrino” para una ránula grande, por ejemplo, o si un otorrino te remite a un maxilofacial para extirpar un tumor.

¿Cuándo acudir al médico o dentista?

Mi consejo como profesional es: ante cualquier bulto persistente en la boca, debes consultar, aunque solo sea para quedarte tranquilo/a. Es preferible una visita “por si acaso” y que te digan que no es nada grave, a ignorar una lesión que sí necesite tratamiento.

En particular, deberías acudir si se cumple alguna de estas condiciones:

  • Han pasado más de 1-2 semanas y el bulto sigue allí sin cambios o ha crecido.
  • Presenta alguno de los signos de alarma que describimos (dureza, aspecto feo, ulceración, etc.).
  • Te duele mucho o interfiere con funciones diarias (no puedes comer bien, te molesta al hablar, etc.).
  • Notas otros síntomas en tu salud (ganglios del cuello duros, afonía, pérdida de peso, fiebre continua).
  • Simplemente, estás muy preocupado/a. La paz mental bien vale la consulta.

Puedes empezar por un odontólogo de confianza; muchos de estos bultos son cuestiones de la esfera oral que el dentista sabe manejar. Si él/ella lo considera, te derivará al especialista adecuado (por ejemplo, a un médico otorrinolaringólogo si sospecha de glándula salival o algo más complejo, o al cirujano oral). Si no tienes dentista, un médico general también puede evaluar inicialmente y referirte según hallazgos.

Recuerda que la mayoría de las veces la solución será rápida y sencilla (remoción de un quiste, medicación, etc.). No esperes a que algo benigno se vuelva más grande o molesto para atenderlo. Y si –en el rarísimo caso– fuera algo serio, cuanto antes se diagnostique, mejor pronóstico tendrá.

Preguntas frecuentes sobre los bultos debajo de la lengua

¿Qué puede ser un bulto debajo de la lengua junto al frenillo lingual?

La causa más común es un quiste mucoso llamado mucocele o ránula cuando está en el piso de la boca. Es una acumulación de saliva por la rotura u obstrucción de una glándula salival, formando una bolsita blanda y normalmente indolora. Otras posibilidades incluyen una glándula salival obstruida (piedra en la saliva), un fibroma (tejido fibroso por irritación), un papiloma viral, o en raros casos alguna lesión maligna. La mayoría son benignos.

¿Cómo saber si este bulto es grave o no?

Hay ciertos indicadores: Si el bulto es blando, indoloro, translúcido o cambiante de tamaño, suele ser algo benigno como un mucocele. Si en cambio es duro, fijo, no duele pero crece, o tiene un aspecto extraño (una llaga que no sana, zonas blancas o rojas alrededor), podría ser más preocupante. La duración es clave: más de 2-3 semanas sin cambios o empeorando, conviene que lo revise un especialista. También evalúa tu contexto: en personas jóvenes sin factores de riesgo, casi nunca es algo maligno. En cualquier caso, la biopsia es la forma definitiva de saberlo, pero solo se hace si el médico lo ve necesario.

¿Un “ganglio inflamado” puede causar un bulto bajo la lengua?

No, los ganglios linfáticos no se palpan dentro de la boca. Si sientes un ganglio inflamado, seguramente esté en el cuello, cerca de la mandíbula, y se deba a la inflamación en la zona de la boca. Un ganglio del cuello doloroso suele indicar infección o inflamación benigna, no cáncer. El bulto bajo la lengua seguramente tenga otra causa (quiste, glándula, etc.), mientras que el ganglio es un síntoma reactivo secundario.

¿Qué hago si el bulto debajo de mi lengua aumenta y disminuye de tamaño?

Esto es típico de un mucocele o de una obstrucción salival. Puede que a veces reviente y la saliva drene, reduciendo el bulto, para luego volver a llenarse. En estos casos, mantener la zona limpia y hacer enjuagues con agua salada tibia puede ayudar temporalmente, pero lo más seguro es consultar para que lo evalúen. Probablemente necesitarás una pequeña intervención para quitar el quiste o la piedrita salival y resolver el problema de forma definitiva.

¿El cáncer de lengua aparece como un bulto en el frenillo lingual?

Es muy poco probable. El cáncer de lengua u oral suele manifestarse en otras partes (bordes de la lengua, piso de boca más hacia atrás) y típicamente como úlceras que no sanan o masas duras indoloras. Puede presentarse un bulto, pero casi siempre acompañado de otros signos sospechosos (lesiones en la superficie, ganglios en cuello duros, etc.). Si tu preocupación es el cáncer, acude al médico: él evaluará y si ve algo sospechoso, indicará una biopsia. Pero de entrada, la mayoría de “bolitas” sublinguales acaban siendo quistes mucosos benignos o situaciones de fácil tratamiento.

cta clearden 2025
Alicia Blog 300px
Odontóloga General y Estética en Clínicas Cleardent
Con una sólida formación en odontología general, endodoncia y técnicas estéticas como el uso de ácido hialurónico, la Dra. Alicia Martín brinda atención completa y especializada en Clínicas Cleardent. Su pasión por la salud bucodental y su compromiso con el bienestar de sus pacientes se refleja en su participación en campañas educativas para promover hábitos de higiene oral. La Dra. Martín se asegura de que cada tratamiento esté adaptado a las necesidades de sus pacientes, ofreciendo siempre un enfoque profesional y actualizado.

Índice

Lee más sobre Odontología general

Logotipo Cleardent 2025
© 2025 Cleardent SL. Todos los derechos reservados
cleardent home logo cabecera
@1xClose Created with Sketch.