30 mayo 2025

Sensación rara en los dientes: causas comunes, qué hacer y cómo prevenirla

¿Notas un cosquilleo, hormigueo o sensibilidad inesperada en tus dientes? Te explicamos por qué sientes esa sensación rara en los dientes, cuándo preocuparte y cómo solucionarlo.

En mi consulta, a menudo los pacientes me dicen con preocupación: “Doctor, siento una sensación rara en los dientes”. Te entiendo perfectamente. Esa extraña sensación – ya sea un hormigueo, cosquilleo, punzada eléctrica o sensibilidad inesperada – puede resultar inquietante. En primera persona y de forma cercana, te voy a explicar por qué puedes estar sintiendo algo raro en tus dientes y qué debes hacer al respecto.

Mi objetivo es que al terminar de leer tengas claridad sobre las posibles causas, sepas identificar el problema, conozcas cuándo es momento de preocuparse o acudir al dentista, y descubras cómo se trata y se previene esta molestia. ¡Comencemos!

Causas comunes de esa “sensación rara” en los dientes

Existen varias razones por las que podrías experimentar una sensación extraña o desagradable en los dientes. Aquí voy a detallarte las causas más frecuentes, desde las más benignas hasta algunas que requieren atención profesional. Identifica si alguna coincide con lo que sientes:

Sensibilidad dental (hipersensibilidad dentinaria)

Esta es, con diferencia, la causa más común. La sensibilidad dental ocurre cuando las capas protectoras del diente (el esmalte o la encía) se han desgastado o retraído, exponiendo la dentina. La dentina tiene unos tubitos microscópicos que conectan con el nervio del diente; al quedar más descubierta, estímulos como el frío, el calor, lo dulce o incluso el cepillado pueden llegar al nervio y provocar dolor agudo o un calambre breve en el diente. Muchos describen esto como un corrientazo o sensación eléctrica momentánea. Por ejemplo: ¿Te ha pasado que bebes agua muy fría o muerdes un helado y sientes de repente un pinchazo o cosquilleo en una muela? Eso es hipersensibilidad.

¿Por qué ocurre? Las causas detrás de la sensibilidad son variadas:

  • Desgaste del esmalte: El esmalte puede erosionarse con el tiempo por cepillado muy fuerte, uso de cepillos de cerdas duras o consumo habitual de bebidas ácidas/gaseosas. Al adelgazarse el esmalte, deja pasar más fácilmente los estímulos al interior del diente.
  • Retracción de encías: Si las encías se “suben” o se retraen (por enfermedad periodontal o cepillado agresivo), dejan expuestas las raíces de los dientes. Las raíces no tienen esmalte protector, así que son muy sensibles.
  • Caries incipientes o fisuras: Una caries dental que va avanzando, o una pequeña grieta en el diente, pueden generar sensibilidad localizada. La caries perfora el esmalte y crea un poro hacia la dentina, por donde se cuelan el frío, calor o ciertos alimentos, causando esa molestia.
  • Bruxismo (rechinar o apretar los dientes): Este hábito involuntario desgasta el esmalte considerablemente. Con el tiempo, el diente pierde su capa protectora y aparece sensibilidad. Muchos pacientes con bruxismo describen una sensación rara en los dientes por la mañana, que puede ser desde dolor sordo hasta un hormigueo debido a la sobrecarga nocturna.
  • Tratamientos dentales recientes: Procedimientos como un blanqueamiento dental, una limpieza profunda o incluso un empaste nuevo pueden dejar los dientes temporalmente más sensibles. Es una reacción transitoria en la mayoría de los casos (de horas a pocos días).
  • Alimentos muy fríos, calientes o ácidos: Consumir algo inusualmente frío/caliente puede darte una sorpresa desagradable si tienes alguna zona vulnerable. Y las comidas o bebidas muy ácidas (ej: cítricos, vinagre, refrescos) desmineralizan el esmalte, provocando sensibilidad con el abuso continuado.

¿Cómo reconocer la sensibilidad dental? Suele ser un dolor breve, agudo y localizado desencadenado por un estímulo externo (temperatura, sabor dulce/ácido o tacto). Por lo general, dura solo unos segundos y desaparece al quitar el estímulo. Si el dolor persiste más tiempo o ocurre espontáneamente sin estímulo, puede ser indicio de un problema diferente (como veremos más adelante).

Parestesia o entumecimiento dental (hormigueo prolongado)

¿Has sentido alguna vez un hormigueo constante, adormecimiento o cosquilleo inusual en dientes o encías, más allá de unos segundos? Esto es menos común, pero puede ocurrir. La parestesia dental es un fenómeno en el cual se altera la sensibilidad nerviosa de una zona de la boca. Quien la padece describe sensaciones como calambres, pinchazos, “dientes dormidos” o incluso pequeñas descargas.

¿Qué la causa? Generalmente implica algún tipo of irritación o daño en un nervio dental o del maxilar. Las situaciones típicas que pueden desencadenarla son:

  • Intervención dental complicada: Por ejemplo, una extracción de muela del juicio, colocación de implantes o una anestesia local mal administrada que pueda afectar al nervio. En raros casos, tras un procedimiento el paciente queda con una zona entumecida o con hormigueo que persiste horas, días o más.
  • Traumatismo o golpe: Un golpe fuerte en la mandíbula o en la cara (accidente, caída, deporte) puede inflamar o dañar algún nervio, causando sensación alterada en los dientes de esa área.
  • Infección o quiste: Infecciones odontológicas severas (un absceso grande) o lesiones quísticas/tumores en mandíbula pueden ejercer presión sobre nervios, produciendo parestesias.

La parestesia suele ser temporal y tiende a mejorar conforme el nervio se recupera (puede tardar días o semanas). No obstante, si notas entumecimiento prolongado en un diente, barbilla, labio o encía tras una visita al dentista, coméntalo con tu odontólogo para seguimiento.

Problemas en la pulpa dental (inflamación del nervio interno)

Otra fuente de sensaciones anómalas en los dientes es una inflamación de la pulpa, que es la parte viva interior del diente donde está el nervio. Cuando la pulpa se inflama (pulpitis), suele generar un dolor fuerte, pero en fases iniciales o en ciertos casos, el síntoma principal puede ser hipersensibilidad intensa o una molestia persistente ante la presión. Algunos pacientes lo describen como un latido o pinchazo profundo en el diente afectado, o que “el diente se siente raro” sin llegar a doler agudamente al principio.

¿Por qué se inflama la pulpa? Principalmente por caries profundas no tratadas. Una caries que alcanza cerca del nervio provoca infección e inflamación. También puede ocurrir por fracturas que exponen la dentina/pulpa, o por filtración en un empaste viejo. Si tienes un diente con sensación extraña constante, que duele al morder o con cambios de temperatura y además notas que el malestar dura incluso minutos u horas (no solo segundos), podría tratarse de pulpitis. Es importante atenderlo, porque una pulpitis avanzada causa dolor intenso y puede derivar en un absceso (infección).

Sinusitis u congestión nasal (presión en dientes superiores)

Curiosamente, a veces el problema no está en el diente en sí, sino en los senos paranasales. Si la sensación rara o dolor afecta a los dientes superiores posteriores (molares de arriba) y coincide con que estás resfriado, congestionado o con sinusitis, la causa puede ser presión en el seno maxilar. Los senos maxilares se ubican justo encima de las raíces de esos molares, así que cuando se inflaman o llenan de moco (en una infección sinusal), ejercen presión y estimulan las terminaciones de los nervios de los dientes superiores. Puedes sentirlos sensibles, con presión o incluso dolor referido.

Esta sensación suele venir acompañada de síntomas nasales (nariz tapada, mucosidad, dolor facial) y a menudo afecta a varios dientes a la vez en un lado de la cara. La buena noticia es que aquí el diente está sano; al resolver la sinusitis (con tratamiento médico si es una infección, o descongestionantes), la molestia dental desaparece.

Estrés, ansiedad y hábitos involuntarios

¿Sabías que el estado emocional puede reflejarse en la boca? Muchas personas bajo estrés aprietan la mandíbula o los dientes sin darse cuenta durante el día, o sufren de bruxismo nocturno (como mencionamos antes). Este constante apretar puede dejar los dientes sensibles o adoloridos. Incluso la ansiedad o ataques de pánico, que alteran la respiración, pueden generar una sensación de hormigueo alrededor de la boca que algunos interpretan como dientes entumecidos.

Además, bajo estrés es común tener la boca seca, y la saliva baja es menos protección para dientes y encías, favoreciendo sensación incómoda. Si sospechas que tu nerviosismo o tensión está detrás de la molestia dental, atiende tanto la salud dental (protector nocturno si hay bruxismo, por ejemplo) como la gestión del estrés (relajación, ejercicio, terapia, etc.). Notarás mejoras en ambos frentes.

Otras causas puntuales y curiosas

Por completar el panorama, mencionaré algunas causas menos comunes de sensación extraña en los dientes:

  • Algunos alimentos “peculiares”: Hay alimentos que dejan sensaciones raras; el caso típico son las espinacas frescas, que contienen ácido oxálico. Este compuesto puede formar cristales minúsculos en la saliva que se depositan sobre los dientes, causando una sensación arenosa o áspera temporal al morder. Es molesto pero inofensivo y se quita cepillando o enjuagando. Otro ejemplo es morder papel aluminio teniendo empastes metálicos: genera un choque galvánico (eléctrico) entre metales que da una descarga en el diente.
  • Medicamentos o condiciones médicas: Ciertos medicamentos pueden afectar la sensación oral; por ejemplo, algunas personas reportan sensaciones dentales extrañas al tomar medicamentos estimulantes o durante tratamientos para la ansiedad/depresión. Asimismo, condiciones neurológicas periféricas (muy raras) podrían causar parestesias en la región bucal.
  • Problemas de articulación mandibular (ATM): Trastornos de la ATM o músculos de la mandíbula a veces causan dolor referido a dientes o una sensación de presión poco clara en la dentadura, aunque en estos casos suele ir acompañado de clics articulares o dolor mandibular.

En resumen, las causas van desde sensibilidad dental común, pasando por irritación de nervios o pulpitis, hasta cuestiones no dentales como sinusitis o hábitos nerviosos. La clave es observar cómo, cuándo y dónde se presenta la sensación para orientar el diagnóstico, como explico en la siguiente sección.

¿Cómo identificar el problema? – Guía para saber qué te pasa

Es comprensible que al notar algo raro en los dientes, no sepas de inmediato qué lo causa. Aquí te brindo algunas pautas prácticas para identificar la naturaleza de la molestia:

  • Localización y número de dientes afectados: Si el cosquilleo o dolor raro está generalizado en varios dientes al mismo tiempo (por ejemplo, todos los de un lado superior), piensa en causas como sensibilidad generalizada, sinusitis o bruxismo. Si es un diente específico el que se siente extraño, podría indicar caries, fisura o pulpitis en esa pieza en particular.
  • Duración de la sensación: ¿Dura sólo instantes al exponerte a un estímulo (frío/calor) y luego se va? Eso apunta a hipersensibilidad dental simple. ¿O persiste durante minutos u horas, incluso sin estímulo claro? Esto es más propio de pulpitis (inflamación interna) o parestesia neuropática.
  • Presencia de disparadores claros: Analiza cuándo aparece: ¿Al beber o comer algo frío, caliente, dulce o ácido? ➡️ Sensibilidad dental. ¿Al morder o ejercer presión? ➡️ Puede ser fisura, empaste flojo o pulpitis en un diente. ¿En momentos de estrés o esfuerzo? ➡️ Tal vez bruxismo o tensión. ¿Coincide con congestión nasal o tras volar en avión (cambios de presión)? ➡️ Posible sinusitis/barotrauma sinusal. ¿Tras una cita dental reciente? ➡️ Sensibilidad post-tratamiento o, muy raramente, alguna irritación nerviosa temporal.
  • Otros síntomas acompañantes: Pon atención a señales adicionales. Encías rojas, sangrado o retraídas sugieren problemas gingivales (que causan sensibilidad). Dolor de oído o cara junto con dientes sensibles sugiere sinusitis o infección de oído. Dolor de cabeza o mandíbula al despertar apunta a bruxismo. Un agujerito visible o mancha marrón puede delatar una caries. Fiebre o inflamación facial, aunque sea leve, junto a dolor dental, es bandera roja de infección dental.

Con estas pistas, tendrás una mejor idea. De cualquier modo, no siempre es fácil para un paciente diagnosticar la causa exacta – incluso para mí como odontólogo a veces requiere exploración y radiografías. Si la molestia es recurrente o intensa, lo más sensato es pasar al siguiente paso: una revisión profesional.

¿Cuándo debe preocuparte esa sensación y acudir al dentista?

Como regla general, siempre que notes algo anormal que persiste o te cause intranquilidad, es buena idea consultar con el dentista. Pero te detallo situaciones concretas en las que sí o sí deberías buscar ayuda profesional:

  • Dolor intenso o insoportable: Si la sensación rara se ha convertido en dolor agudo que no cede, o te despierta por la noche, ya no estamos ante una simple sensibilidad: podría ser una caries aguda, pulpitis seria o un absceso. No lo ignores.
  • Duración prolongada: Una sensibilidad normal dura segundos. Si tu diente “late” o molesta durante minutos o horas, aunque sea tolerable, es señal de que algo anda mal internamente. Mejor evaluarlo antes de que empeore.
  • Empeoramiento progresivo: ¿Al principio era un ligero hormigueo y ahora duele más, o se ha extendido a más dientes? Un problema dental no atendido suele ir a más. Por ejemplo, una caries pequeña al inicio solo daba un pinchazo con el frío, pero ahora duele incluso al masticar: es hora de tratarla.
  • Signos de infección o daño visible: Si notas hinchazón en la encía cerca del diente, fístulas (granitos de pus), diente fracturado o una cavidad visible, no esperes a que “se pase”. Son indicios claros de problemas (infección, fractura) que requieren tratamiento.
  • Entumecimiento persistente tras cirugía dental: Si has tenido una extracción u otro procedimiento y pasado el efecto de la anestesia sientes aún la zona dormida u hormigueo por más de 24 horas, informa a tu dentista. Seguramente te indicará observar, pero es importante que él/ella lo sepa para seguimiento.
  • Impacto en tu calidad de vida: En general, si esa sensación rara te hace evitar comer ciertas cosas, te provoca ansiedad o te dificulta tu rutina (por ejemplo, te da miedo cepillarte por la sensibilidad), merece atención para devolverte la tranquilidad.

En consulta, el odontólogo realizará exámenes: revisará tus dientes uno por uno, evaluará encías, hará pruebas de frío, calor o percusión en piezas sospechosas, y probablemente radiografías. Con esas herramientas se confirmará la causa exacta. Muchas veces, abordar el problema a tiempo evita tratamientos más complicados después – por ejemplo, tratar una caries superficial con un empaste antes de que llegue a necrosar el nervio y requiera endodoncia.

¿Cómo se trata cada problema? – Soluciones desde casa y en el consultorio

La buena noticia es que casi todas las causas de sensibilidad o sensación extraña en dientes tienen solución. Aquí te cuento qué tratamientos o medidas corresponden según el caso, empezando por lo que puedes hacer tú mismo en casa y luego lo que hacemos los dentistas:

Sensibilidad dental (dentina expuesta): Para las sensibilidades comunes:

  • En casa: Usa una pasta dentífrica desensibilizante (las que contienen, por ejemplo, nitrato de potasio o fluoruro de estaño). Estas pastas usadas a diario ayudan a bloquear esos tubitos en la dentina y reducen la sensación en unas semanas. También, considera un enjuague con flúor diario. Y por supuesto, cepilla con técnica suave y cepillo de cerdas suaves para no seguir desgastando esmalte/encías.
  • En el consultorio: Dependiendo de la severidad, podemos aplicar flúor barniz concentrado en las áreas sensibles para fortalecer el esmalte. O colocar selladores o resinas protectoras sobre la zona expuesta. Si la retracción de encía es grande y causa mucho problema, existe la opción de un injerto de encía para cubrir de nuevo la raíz expuesta. Cada caso se valora individualmente.

Además, tratamos la causa subyacente: si es por bruxismo, recomendaremos una férula nocturna (protector) para evitar más desgaste; si hay caries o fisuras causando sensibilidad, las repararemos (empaste o reconstrucción); si es por un mal hábito (comer mucho ácido, cepillado brusco), te guiaremos en cómo corregirlo.

Pulpitis (inflamación del nervio): Aquí ya hablamos de un problema dentro del diente. El tratamiento suele requerir intervención profesional:

  • Si la pulpitis es reversible (el nervio irritado pero aún vivo y salvable, por ejemplo por una caries recién detectada), se elimina la causa: se limpia la caries y se coloca un empaste profundo con material sedante o protector cerca de la pulpa. Muchas veces eso alivia la inflamación y el diente se recupera.
  • Si la pulpitis es irreversible o hay infección (dolor intenso prolongado, posible absceso), la solución es realizar una endodoncia (tratamiento de conducto). Consiste en retirar la pulpa enferma, limpiar bien los canales dentro de la raíz y sellarlos. Con eso, se elimina el nervio dañado y el dolor desaparece, preservando el diente en boca pero ya sin sensibilidad nerviosa.
  • En casos extremos de destrucción del diente, se tendría que extraer la pieza, pero eso es el último recurso si no se puede salvar de ningún modo.

Parestesia dental (daño nervioso periférico): No hay un medicamento específico que “cure” un nervio dañado, pero hay medidas:

  • Se suele recomendar paciencia y seguimiento. Muchos casos se resuelven solos con el tiempo. Mientras tanto, tu dentista/neurólogo puede recetar complejos de vitaminas B o antiinflamatorios que pudieran ayudar a la recuperación nerviosa.
  • Si la parestesia vino tras un procedimiento dental, el dentista irá evaluando la mejoría en visitas de control. En raros casos de lesión severa, se puede derivar a un especialista maxilofacial para valorar intervenciones, pero esto es poco frecuente.
  • Es fundamental evitar re-traumatizar la zona: por ejemplo, si el hormigueo es por morderse la lengua o mejilla sin querer por la falta de sensibilidad, hay que tener cuidado al masticar hasta recuperar la sensación normal.

Sinusitis / causas no dentales: Cuando determinamos que el origen es sinusitis u otra condición médica, el tratamiento principal va dirigido a esa condición:

  • Para sinusitis bacteriana, el médico puede indicar antibióticos, descongestionantes, lavados nasales con solución salina, etc. Al mejorar la sinusitis, desaparecerá la presión en los dientes.
  • Mientras tanto, para aliviar la sensación en los molares, puedes tomar un analgésico antiinflamatorio (ibuprofeno, paracetamol) siempre que no tengas contraindicación, lo cual ayudará con el dolor referido.
  • Evita bucear, volar en avión o cambios de altitud si tienes sinusitis hasta que se resuelva, ya que la presión podría aumentar la molestia en los dientes.
  • En caso de dolor referido por angina de pecho u otras causas sistémicas (muy poco probable pero mencionado en algunos artículos), obviamente la prioridad es tratar la condición de base bajo supervisión médica cardiológica u otra.

Estrés y bruxismo: Si sospechamos que el hábito de apretar está detrás del problema:

  • Una férula de descarga a medida es la mejor amiga de tus dientes. Yo suelo confeccionar estas placas para mis pacientes bruxistas; al usarlas por la noche protegen los dientes del desgaste y alivian la presión en la mandíbula. En pocas semanas, muchos pacientes notan que desaparece esa sensación extraña al despertar.
  • Técnicas de relajación: suena a consejo genérico, pero funciona. Practicar ejercicio físico, meditación o yoga, evitar cafeína en la noche y tener buena higiene del sueño reduce la ansiedad y, con ello, la tendencia a apretar dientes. Menos estrés, menos bruxismo inconsciente.
  • En algunos casos, sugiero también una evaluación psicológica o con el médico, por si ayuda una terapia cognitiva o incluso alguna medicación para la ansiedad. Tu salud oral y mental van de la mano.

Cuidado dental general: Independientemente de la causa, hay recomendaciones que siempre ayudan:

  • Mantén una higiene oral escrupulosa pero delicada. Cepilla al menos 2 veces al día con técnica suave y tiempo suficiente (2 minutos), usa seda dental o cepillos interdentales. Esto previene caries y gingivitis que a la larga causan sensibilidad.
  • Visitas regulares al dentista: Un chequeo y limpieza profesional cada 6 meses (o al menos anual) detectará problemas incipientes antes de que se vuelvan dolorosos. Además, una limpieza remueve sarro que, curiosamente, a veces enmascara áreas de dentina expuesta; al quitarlo puede aparecer sensibilidad, pero es para bien, y te indicaremos cómo manejarla.
  • Dieta amigable con tus dientes: Reduce la frecuencia de alimentos muy ácidos o muy azucarados. Si los consumes, espera ~30 minutos antes de cepillar (para no frotar el ácido contra el esmalte) y enjuaga con agua tras tomarlos. Prioriza alimentos ricos en calcio y vitaminas para unos dientes fuertes.
  • No uses tus dientes como herramienta: Evita abrir botellas, morder objetos duros, o masticar hielo. Estas malas costumbres causan microfracturas y desgaste.

El tratamiento va dirigido a eliminar la causa y proteger el diente. Con las medidas adecuadas, esa sensación extraña debe desaparecer y podrás volver a comer, beber y sonreír con normalidad.

Cómo prevenir que vuelva esa sensación incómoda

Una vez que has recuperado el bienestar en tus dientes, la prevención es clave para que no repita el problema. Aquí te dejo los mejores consejos preventivos, basados en mi experiencia como dentista:

  • Usa productos adecuados: Sigue usando la pasta desensibilizante si el dentista te la recomendó, o pastas con flúor. Un enjuague de flúor semanal puede ser aconsejable si tienes historia de sensibilidad.
  • Cepillado suave y técnica correcta: Nada de restregar con fuerza. Un cepillo de cerdas suaves, movimientos circulares o vibratorios, sin “raspar” las encías. Pregúntanos a los dentistas, nos encanta enseñar la técnica de cepillado ¡y es gratis en la consulta! Evitarás recesión de encías y desgaste de esmalte.
  • Protector nocturno si eres bruxista: No guardes la férula en el cajón. Úsala consistentemente si te la han indicado. Piensa que es un seguro para tus dientes a largo plazo.
  • Alimentación y hábitos bucales: Modera los ácidos, como ya dije. Si eres fan del limón en agua caliente cada mañana (moda habitual), considera tomarlo con sorbete/pajita para minimizar el contacto con dientes. No fumes, ya que el tabaco agrava la enfermedad de encías y retracción. Y mantente hidratado – la saliva ayuda a remineralizar el esmalte, así que bebe agua suficiente.
  • Chequeos periódicos: Insisto en las visitas regulares. En esas citas podemos aplicar flúor tópico, sellar fisuras antes de que duelan, detectar un punto de caries cuando aún no molesta, etc. Es mejor invertir en prevención que en curar urgencias, créeme.
  • Escucha a tus dientes: Finalmente, presta atención a las señales tempranas. Si un día notas un leve cosquilleo al tomar helado, no lo dejes pasar meses. Empieza a usar la pasta para sensibilidad ya, o consulta, antes de que vaya a más. Atajado a tiempo, muchas veces ni siquiera llegas a pasarlo mal.

Con estos cuidados, tus dientes estarán más protegidos y difícilmente volverás a sentir ese bichejo raro molestándote en la boca.

Preguntas frecuentes sobre la sensación extraña en los dientes

¿Por qué siento un hormigueo en los dientes aunque no coma ni beba nada frío?

Es posible que tengas hipersensibilidad dental incluso ante cambios de aire o sin un desencadenante claro, especialmente si la dentina de tus dientes quedó muy expuesta. Otra causa de hormigueo espontáneo podría ser alguna irritación nerviosa (parestesia) si recientemente tuviste un procedimiento dental o un golpe. También el bruxismo puede dejar un leve hormigueo o entumecimiento al despertar, debido a la presión ejercida durante la noche. Si el hormigueo persiste en reposo, conviene que un dentista lo evalúe.

¿La sensación de electricidad en un diente significa que tengo una caries?

No necesariamente. Una sensación eléctrica breve al morder algo o al contacto con frío suele indicar sensibilidad dental, que puede deberse a esmalte desgastado o encías retraídas. Una caries inicial puede causar sensibilidad, sí, pero normalmente cuando ya está algo avanzada. Otras veces ese calambre eléctrico ocurre si tienes una metal (amalgama) en un diente y muerdes papel aluminio u otro metal – es una corriente galvánica momentánea. En resumen: puede ser caries, pero también otras cosas; lo ideal es que el dentista revise ese diente para descartar lesión si es una zona puntual la que te da esa descarga.

¿Debo dejar de cepillarme el diente que siento sensible o con cosquilleo?

¡Al contrario! A veces mis pacientes, por miedo al dolor, evitan cepillar el área sensible. Pero eso puede empeorar el problema, ya que se acumula placa y aumenta riesgo de caries o inflamación de encía. Lo correcto es seguir con la higiene, pero usando técnicas suaves. Puedes ** aplicar una pasta desensibilizante** directamente sobre ese diente con el dedo después del cepillado, a modo de gel calmante, y escupir el excedente sin enjuagar con agua (así actúa durante la noche). Y por supuesto, si la sensibilidad es muy fuerte al cepillar, visita al dentista para tratar la causa.

En conclusión, sentir una sensación rara en los dientes puede ser algo tan simple como una sensibilidad pasajera o señal de un problema mayor. Pero con la información que te he brindado, ya sabes identificar las causas más probables, cómo aliviarte y cuándo buscar ayuda. Como odontólogo, mi recomendación final es que no ignores lo que tus dientes te “cuentan”. Ante la duda, una visita al dentista te dejará tranquilo y te ayudará a mantener tu sonrisa sana y fuerte, libre de esas sensaciones incómodas. ¡Tu salud dental lo vale!

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Dr samuel recaman cleardent 300×300
Odontólogo
El Dr. Samuel Recamán Núñez es un experto en implantología y cirugía oral, comprometido con la excelencia clínica y el bienestar de sus pacientes. Desde 2017, su dedicación exclusiva en cirugía e implantología en Cleardent lo ha convertido en un referente en tratamientos avanzados y personalizados. Su sólida formación en regeneración ósea y rehabilitación implantosoportada, junto con una trayectoria en odontología general y estética, aseguran resultados excepcionales y de alta precisión en cada tratamiento.

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