7 mayo 2025

¿Se puede comer huevo después de un blanqueamiento dental? Guía completa

Descubre qué alimentos están permitidos después del blanqueamiento y cuáles debes evitar para mantener tu sonrisa blanca y radiante.

Quiero comenzar contándote una anécdota: la semana pasada una paciente salió de su sesión de blanqueamiento dental feliz con su nueva sonrisa, pero algo preocupada. Me miró y me preguntó: «Doctor, ¿se puede comer huevo después de un blanqueamiento? Es mi desayuno favorito…». Sonreí, porque esa duda es muy común.

Si tú también acabas de blanquearte los dientes, seguramente estés entusiasmado con el resultado pero te preguntes qué alimentos puedes comer sin arruinar el efecto. No te preocupes, te entiendo perfectamente. Yo mismo, después de mi primer blanqueamiento, tenía antojo de un buen plato de huevos revueltos y dudé si eso mancharía mis dientes recién blanqueados.

En este artículo te voy a explicar qué puedes comer tras un blanqueamiento dental (sí, hablaremos del huevo y de muchos alimentos más). Hablaremos de la famosa “dieta blanca”, de alimentos permitidos y prohibidos, cuánto tiempo debes cuidarte con las comidas, y consejos prácticos para que mantengas tu sonrisa radiante sin dejar de comer rico y sano. ¡Vamos a ello!

¿Se puede comer huevo después de un blanqueamiento dental?

Sí, pero con pequeñas consideraciones

La respuesta corta es , puedes comer huevo tras un blanqueamiento dental. 🎉 De hecho, el huevo es uno de los alimentos recomendados dentro de la “dieta blanca” que sugerimos después del tratamiento. ¿Por qué? Porque no tiene pigmentos oscuros que manchen el diente. La clara de huevo es prácticamente incolora y la yema, aunque amarilla, no suele dejar manchas significativas en el esmalte.

En mi consulta, suelo recomendar a los pacientes incluir huevo en su dieta post-blanqueamiento, ya que es nutritivo, rico en proteínas y fácil de digerir. Puedes prepararlo cocido, pochado o revuelto sin problemas. Incluso una tortilla (omelette) está permitida siempre que no le agregues ingredientes muy coloreados (como espinacas o chorizo, que deberás evitar por ahora).

Pequeña recomendación personal: si quieres ser extra cuidadoso durante las primeras 48 horas, prepara tus huevos sin la yema (es decir, solo las claras) o retira parte de la yema. La yema tiene un tono amarillo que, aunque no es tan potente como otros pigmentos, contiene algo de color. No es obligatorio quitarla, pero algunos dentistas aconsejan consumir “huevos blancos” (así llamamos coloquialmente a usar solo claras) durante los primeros días por pura precaución. En cualquier caso, un huevo cocido con yema y todo no va a arruinar tu blanqueamiento si lo comes dentro de una dieta adecuada. Así que puedes estar tranquilo: no tendrás que renunciar a tu desayuno favorito después de blanquearte los dientes.

La duda detrás del huevo: entender la intención de búsqueda

¿Por qué tanta gente pregunta por el huevo específicamente? Al analizar las dudas de mis pacientes (y los primeros resultados de Google sobre este tema), me di cuenta de algo: la intención principal de esta búsqueda es averiguar qué alimentos se pueden comer tras un blanqueamiento dental, con especial énfasis en aquellos dudosos como el huevo. En internet encontrarás muchos artículos sobre “alimentos permitidos tras blanqueamiento” y “qué comer después de un blanqueamiento dental”. Casi todos coinciden en lo esencial (¡ya lo iremos comparando!), pero mi objetivo aquí es darte aún más claridad, detalle y tranquilidad que cualquier otro artículo.

En definitiva sí se puede comer huevo después del blanqueamiento, dentro de una dieta adecuada. Y ahora vamos a ver esa dieta blanca al detalle, para que además del huevo sepas qué otros alimentos son tus amigos (y cuáles son tus enemigos mortales) en estos días posteriores al tratamiento. ¡Toma nota!

¿Qué es la dieta blanca y por qué es importante tras el blanqueamiento dental?

Antes de listar alimentos, déjame explicarte por qué debes cuidar lo que comes tras un blanqueamiento. No es un capricho de los dentistas; tiene una razón médica clara.

Cuando te realizas un blanqueamiento dental profesional, usamos agentes químicos (como peróxido de hidrógeno o de carbamida) para aclarar el color de tus dientes. En el proceso, esos agentes abren microporos en el esmalte (la capa externa del diente) para poder eliminar las manchas internas. ¿Qué pasa después? Que al terminar el tratamiento, tu esmalte queda temporalmente más poroso y algo deshidratado. Imagina que tu diente es como una esponja limpia y seca: en las 48 horas posteriores, tiende a absorber con mucha facilidad cualquier sustancia con la que entre en contacto.

¿Y qué podría absorber un diente recién blanqueado?

Pigmentos y tintes de alimentos y bebidas. Si comes algo muy coloreado justo después de blanquearte, es más fácil que ese color penetre en los poros abiertos del esmalte, manchando tus dientes cuando acabas de aclararlos. ¡Sería una pena, ¿verdad?! Además, ciertos alimentos ácidos pueden agravar la sensibilidad dental típica después del blanqueamiento o incluso prolongar esa porosidad.

Por eso nació el concepto de “dieta blanca”. ¿En qué consiste?

Básicamente, en consumir alimentos de colores claros o neutros y evitar temporalmente los alimentos oscuros o muy pigmentados. Dicho de otra forma más gráfica: durante unos días, come solo cosas que no mancharían una camisa blanca. 🥼 Imagina siempre ese ejemplo: si una salsa, bebida o comida podría dejar un cerco o mancha en una prenda blanca, es probable que también pueda manchar tu esmalte vulnerable.

¿Cuánto tiempo seguir la dieta blanca?

Mínimo 48 horas (2 días) después del blanqueamiento. Ese periodo es el más crítico porque los poros del esmalte se van cerrando poco a poco gracias a la saliva. Muchos dentistas recomendamos extender la precaución a 72 horas (3 días), o incluso mantener ciertas restricciones durante una semana para mejores resultados. En mi práctica, sugiero a los pacientes más cuidadosos hacer dieta blanca estricta 2-3 días, y luego ir reintroduciendo alimentos con moderación hasta completar 10-14 días de cuidado. Sé que puede sonar un poco estricto, ¡pero es un esfuerzo corto a cambio de que tu blanqueamiento dure mucho más! Además, como verás, la dieta blanca tiene muchas opciones ricas y saludables, no pasarás hambre ni antojos excesivos.

La dieta blanca post blanqueamiento dental es fundamental para conservar esos dientes perlados que tanto te gustan. Ahora sí, vamos a la parte práctica: qué puedes comer y qué no en esta dieta blanca.

Alimentos permitidos después de un blanqueamiento dental

Llegamos a lo interesante: ¿qué puedo comer? Te alegrará saber que no todo es restricción. Hay muchísimos alimentos permitidos que son deliciosos, nutritivos y seguros para tus dientes recién blanqueados. Voy a organizarlos por grupos para que te resulte más claro. ¡Verás que puedes armar comidas completas sin echar de menos (demasiado) los alimentos prohibidos!

Proteínas claras: carnes blancas, pescados y sí, ¡huevos!

  • Pollo y pavo: Son carnes blancas por excelencia. A la plancha, al horno o hervidos, sin piel y sin salsas oscuras, son una excelente fuente de proteína que no manchará tus dientes. Por ejemplo, una pechuga de pollo a la plancha con un chorrito de aceite de oliva es perfecta. Evita adobos con pimentón, curry u otras especias de color (mejor sazona con sal, ajo, hierbas verdes suaves como romero o tomillo).
  • Pescados blancos: Merluza, bacalao, lenguado, lubina, dorada… Todos los pescados de carne blanca son bienvenidos. Al vapor, al horno con papel de aluminio, o a la plancha, resultan suaves para tus dientes. Incluso pescados un poco más oscuros pero sin salsas (como el atún claro) están permitidos; el atún además aporta omega-3 beneficioso. Evita por ahora pescados azules muy fuertes o en salsa de tomate.
  • Huevos: (¡Cómo no!) Los huevos entran en la lista blanca de alimentos post-blanqueamiento. Puedes comerlos cocidos, escalfados o revueltos. Como mencioné antes, la clara es incolora y la yema tiene un pigmento suave que generalmente no mancha. Preparar un revoltillo de claras con un poquito de queso blanco es una opción estelar de desayuno en la dieta blanca. Si haces huevo frito, que sea con poco aceite y asegúrate de secar bien cualquier residuo quemado (y no lo acompañes con ketchup ). Los huevos te aportan proteínas de alta calidad, vitamina D, fósforo y otros nutrientes excelentes para tu salud dental (sí, ¡los huevos también tienen calcio!). En resumen: el huevo es tu aliado estos días.
  • Otras proteínas claras: Quesos blancos (los incluyo más abajo en lácteos), y en carnes podrías considerar cortes de cerdo magro sin adobar (por ejemplo, lomo de cerdo blanco a la plancha, bien cocido y sin salsas oscuras). Gelatina sin colorantes artificiales también es segura como snack proteico.

Lácteos y derivados (blancos, por supuesto)

  • Leche blanca: La leche entera, semidesnatada o desnatada es completamente segura de beber tras el blanqueamiento. Es una bebida clara y además aporta calcio para tus dientes. Solo asegúrate de que no esté mezclada con chocolate u otros saborizantes oscuros.
  • Yogur natural sin azúcar: Un yogur blanco (tipo griego o tradicional) es perfecto como desayuno o merienda. Evita los yogures de frutas de colores (fresa, arándanos, etc.) porque tienen colorantes o zumos concentrados que podrían teñir. Puedes endulzar el yogur con un poco de edulcorante o miel clara (la miel oscura tipo de bosque mejor no).
  • Quesos blancos: Aquí entran el queso fresco, el queso tipo cottage, requesón, queso Burgos, mozzarella, ricotta, queso de cabra blanco, etc. Son quesos pálidos que no manchan. Además, los quesos estimulan la saliva y contienen ácido láctico que puede incluso proteger el esmalte. Evita quesos muy curados de corteza oscura o con pimentón (como algunos manchegos envueltos en salvado, etc.). Unas rodajas de queso fresco son un acompañamiento genial para tus comidas blancas.
  • Mantequilla clara y nata: En pequeñas cantidades, para cocinar o untar pan blanco, están permitidas porque son de color muy claro. Eso sí, modera su uso porque son grasos (demasiada grasa no es que manche, pero no conviene abusar en general). Y evita mantequillas mezcladas con hierbas de color (mantequilla al pesto no, jaja).

Cereales, tubérculos y farináceos neutros

  • Arroz blanco: El clásico arroz blanco hervido es seguro y recomendable. Es saciante y no aporta color. Puedes comerlo solo con un poquito de aceite o mantequilla, o acompañado de pollo/pavo. Evita hacer paella o arroz amarillo (¡por el azafrán!) hasta pasado el periodo de cuidado, ya que el azafrán tiñe muchísimo.
  • Pasta blanca: La pasta (espaguetis, macarrones, etc.) sin salsas de tomate u oscuras es otro básico de la dieta blanca. Puedes aliñarla con un chorrito de aceite de oliva y un poco de queso rallado claro. Incluso una carbonara bianca (sin bacon tostado, solo con nata y queso) podría ser aceptable, aunque mejor algo más ligero. Evita totalmente las salsas rojas (boloñesa, napolitana) y verdes intensos (pesto de albahaca). Si mueres por una salsa, opta por una salsa Alfredo casera (queso + crema, de color blanco).
  • Pan blanco: El pan blanco tipo baguette o molde sin corteza muy tostada es seguro. Úntalo con queso fresco, con mantequilla o come la miga sola. Evita panes integrales muy oscuros o con cereales tipo centeno que le dan color marrón, y obviamente nada de remojarlo en café.
  • Patatas (papas): Las patatas son neutras en color y muy versátiles. Cocidas, al vapor, al horno sin piel o en puré, van perfecto. Incluso unas patatas fritas caseras están permitidas siempre y cuando no lleven pimentón o especias de color (fríelas en aceite limpio y añade solo sal). Evita patatas chips comerciales de bolsa, porque suelen tener colorantes o condimentos (y además son grasientas). Un puré de patatas casero con leche es un acompañamiento ideal para tus carnes blancas.
  • Cereales de desayuno claros: Por ejemplo, copos de avena, cereales tipo cornflakes sin azúcar (que son amarillitos claros), arroz inflado sin chocolate. Puedes tomarlos con leche. Evita cereales con cobertura de miel oscura o con trocitos de frutos secos tostados con color. La avena cocida (porridge) con leche es un desayuno excelente y 100% blanco.

Verduras y frutas “blancas” o de poco color

  • Verduras permitidas: Muchas verduras son aptas, especialmente las de color verde claro o blanco. Por ejemplo: coliflor, col (repollo blanco), endibias, calabacín pelado (la parte interna es blanca), puerro (la parte blanca), cebolla, ajo, puerro, nabo, espárragos blancos, champiñones, papas (ya mencionadas), alcachofas y espinacas NO (esas dos precisamente no, por su alto pigmento verde que tiñe, por raro que suene). También evita zanahoria (naranja intensa) y remolacha (morado) por razones obvias.
    Puedes cocinar estas verduras al vapor, a la plancha suave o en cremas. Una cremita de coliflor con queso, o calabacín pelado rehogado con patata, son platos calentitos y blancos. La lechuga iceberg (que es verde pálido) y el apio también son opciones seguras en ensalada, aunque personalmente sugiero no abusar de ensaladas con vinagre durante los primeros días (el vinagre es ácido y puede sensibilizar un pelín tus dientes blanqueados). Si quieres ensalada, usa aceite y sal de aliño, o un chorrito de limón muy suave si no puedes resistir (el limón es cítrico y algo amarillo, mejor evitarlo si puedes, lo explicamos luego en prohibidos).
  • Frutas claras: Aquí la naturaleza nos limita un poco más, porque muchas frutas son coloridas. Pero tenemos buenas opciones: manzana (mejor pelada, quitando la piel roja/verde), pera (también pelada si es de piel verde), plátano/banana (su pulpa es amarilla clarita, está bien), melón (parte interior verde claro o blanca, perfecto), sandía NO (muy roja), frutos rojos NO (fresas, cerezas, arándanos, etc. prohibidísimos), uvas mejor las verdes o blancas sin piel si es posible.
    También puedes tomar coco (la pulpa blanca de coco natural, si te gusta, es un buen snack blanco). Otra idea: chirimoya o guanábana, que tienen pulpa blanca (aunque estas frutas no son tan comunes, si las tienes a mano, adelante).
    Recuerda que las frutas, aunque sean claras, tienen algo de azúcar natural que puede pegarse a los dientes, así que siempre enjuaga tu boca o lávate los dientes suave después de comer fruta, para mantener tu esmalte limpio.

Bebidas seguras para mantener tu sonrisa blanca

  • Agua: Tu mejor amiga. Agua natural (a temperatura ambiente o fresca) es la bebida ideal tras un blanqueamiento. Hidrata, limpia y no mancha en absoluto. Bebe mucha agua estos días, incluso haz buches o enjuagues con agua después de comer algo, para arrastrar posibles residuos.
  • Leche: Ya la mencionamos arriba, la leche es tanto alimento como bebida. Un vasito de leche es seguro y hasta beneficioso.
  • Agua de coco: Es transparente y ligeramente dulce, también permitida y refrescante. (Pero evita la leche de coco, curiosamente, porque suele ser más densa y a veces viene mezclada con pulpas que la tornan beige).
  • Infusiones claras o manzanilla: Si eres amante de las infusiones, puedes tomar manzanilla (té de camomila) que es amarillo muy claro, o infusión de salvia. Evita té negro, té verde oscuro o cualquier infusión roja (hibisco, frutos rojos) porque manchan mucho. La manzanilla tibia incluso puede calmar tu encía si estuvo algo irritada. Endulza con un poco de azúcar blanco o edulcorante, nada de miel oscura.
  • Bebidas carbonatadas claras: Aunque no son lo más sano, te comento: los refrescos tipo Sprite, 7Up o gaseosas transparentes no teñirán tus dientes. Sin embargo, ten cuidado: estas bebidas tienen ácido y azúcar, así que si las tomas, que sea con moderación y quizá usando una pajita (popote) para que tengan menos contacto con los dientes. Y ojo, aunque la cola blanca (tipo gaseosa de limón) no mancha, las bebidas con gas pueden contribuir a la sensibilidad por su acidez. Mi consejo es que las reduzcas y, si las tomas, enjuagues con agua después.
  • Vino blanco (con moderación): Si te apetece brindar, el vino blanco es preferible al tinto en estos días. Aún así, el vino blanco es ácido y ligeramente pigmentado, así que mejor muy ocasional. Y desde luego, nada de tinto.
  • Café con leche muy clara: Idealmente evita el café por 2-3 días (luego hablaremos de él), pero si eres muy cafetero y te duele no tomarlo, una posible excepción sería un café con muuucha leche (tipo latte muy clarito). Aún así, bajo tu responsabilidad. En mi caso, recomiendo reemplazarlo por leche sola o infusiones por ese tiempo.

Con estos grupos de alimentos permitidos, puedes armar menús completos. Por ejemplo:

  • Desayuno: Tortilla clara de 2 huevos (quita una yema para más blancura) + tostada de pan blanco con queso fresco + un vaso de leche.
  • Almuerzo: Pechuga de pavo a la plancha con puré de patatas + coliflor al vapor con aceite de oliva + de postre una pera pelada.
  • Cena: Merluza al horno con arroz blanco + yogur natural de postre.

¡Nada mal, verdad! Comer sabroso y seguro para tus dientes es posible. Tu cuerpo y tu sonrisa te lo agradecerán.

Alimentos prohibidos o no recomendados tras un blanqueamiento dental

Ahora hablemos de los “villanos” de esta historia: los alimentos y bebidas que sí pueden arruinar tu blanqueamiento si los consumes demasiado pronto. Básicamente, son todos aquellos con colores intensos (oscuros, rojos, verdes fuertes), con pigmentos o con ácidos que puedan teñir o erosionar tu esmalte recientemente tratado. Ojo: no te decimos que nunca más los comas, solo que los evites al menos los primeros 2-5 días (y si puedes hasta 1-2 semanas mejor). Aquí te van los principales:

Bebidas que debes evitar

  • Café: Sé que puede ser duro comenzar el día sin café, ¡pero haz el esfuerzo por tu sonrisa! El café es muy pigmentante; contiene taninos oscuros que se adhieren al esmalte. Tomarlo justo después del blanqueamiento es casi garantizar que tus dientes se vuelvan a oscurecer. Si no puedes vivir sin cafeína, opta por café con mucha leche o mejor aún té claro. Pero lo ideal es abstenerse esos días.
  • Té negro o té verde oscuro: Aunque suene saludable, el té (especialmente el negro) también tiene taninos que manchan. El té verde, aunque más claro, puede dejar un tono amarillo si se acumula. Por ahora, cambia al té de manzanilla o simplemente agua.
  • Vino tinto: Este es un gran prohibido. El vino tinto tiene un color rojo profundo lleno de pigmentos y además es ácido. Doble motivo para evitarlo: puede penetrar en el esmalte poroso y mancharlo en minutos. El vino blanco también conviene limitarlo (por ácido), pero si vas a beber, que sea blanco como ya dijimos.
  • Bebidas cola y refrescos oscuros: Los refrescos tipo Coca-Cola, Pepsi, sodas de cola o de naranja oscura son malísimos para el diente blanqueado. Tienen colorantes artificiales (caramelo, etc.) que pigmentan, más ácidos fosfóricos que erosionan el esmalte. Un no rotundo durante tu dieta blanca.
  • Tés de hierbas coloreadas e infusiones rojas: Por ejemplo el té de hibisco (agua de Jamaica) es rojo intenso, mal idea. También el mate (bebida típica sudamericana) mancha mucho, al igual que infusiones de frutos rojos.
  • Zumos (jugos) de frutas oscuras: Evita el zumo de uva morada, jugo de arándanos, zumo de tomate, etc. Son básicamente tintes naturales. Incluso el jugo de naranja (naranja fuerte) mejor dejarlo de lado 48h porque es ácido y anaranjado; come mejor la fruta entera pelada cuando pase el tiempo crítico.

Apunte extra: Si inevitablemente tomas alguna bebida oscura (porque se te olvidó o en una ocasión social), usa una pajita para minimizar el contacto con los dientes y enjuágate con agua de inmediato. No es lo ideal, pero ayuda a reducir daños.

Alimentos sólidos con pigmentos intensos

  • Frutas rojas o moradas: Lo mencionamos antes pero recalco: fresas, cerezas, arándanos, moras, frambuesas, granadas… Ni verlas durante tu dieta blanca. Son extremadamente pigmentadas (solo mira cómo manchan la ropa o las manos). Déjalas para después; además, muchas son ácidas.
  • Salsas oscuras: Aquí entran varias: salsa de tomate (tomate frito, ketchup), salsa de soja (soya), vinagre balsámico (oscuro), curry, mostaza amarilla fuerte, salsa barbecue, mole (en México), etc. Todas estas salsas industriales o caseras tienen colorantes o especias super pigmentadas. Unas simples gotitas pueden arruinarte un diente. Así que si comes pasta, ya sabes: ¡nada de salsa roja! Si comes ensalada, sin vinagre de Módena; si comes pollo, sin barbecue ni mostaza. Usa aderezos blancos como yogur natural con hierbas, mayonesa casera (poca cantidad) o aceite de oliva.
  • Especias de color: Mucho cuidado con especias como pimentón (paprika), cúrcuma, curry, azafrán. Son maravillosas para la cocina, pero enemigas de los dientes blancos. El curry y la cúrcuma dan color amarillo intenso (manchan incluso los recipientes). El pimentón rojo ni hablar, y el azafrán pinta todo de amarillo brillante. Durante unos días, sazona tu comida con sal, ajo en polvo (blanco), hierbas verdes tipo orégano o tomillo (en poca cantidad) que no manchan tanto. La pimienta negra en pequeña cantidad no tiñe, pero úsala moderadamente.
  • Chocolate negro y dulces de color: El chocolate negro o con alto cacao puede manchar (además tiene taninos). Si necesitas chocolate, una puntita de chocolate blanco es mejor opción (ese no tiene cacao oscuro, pero ojo con el azúcar). Caramelos o golosinas de colores fuertes tampoco, suelen llevar colorantes artificiales que tiñen la lengua y, por ende, los dientes. Regaliz (licorice) oscuro, tampoco.
  • Verduras muy coloridas: Ya lo dijimos: espinacas, acelgas, kale (verdes oscuros) mejor evitarlos esos días. Zanahoria cruda (naranja) y calabaza/zapallo anaranjado intenso, tampoco. La remolacha (betabel) es el demonio de las manchas (te tiñe hasta la encía de rosa), ni la mires. Pimientos rojos o verdes – mejor no, son potentes en color. Si tienes antojo de verduras, vete a las permitidas de color claro.
  • Legumbres oscuras: Lentejas, frijoles negros o rojos, habas, judías pintas – todas estas legumbres tienen pigmentos naturales marrones o rojizos. Si bien son sanas, pospón su consumo una semanita. Puedes en cambio comer garbanzos y alubias blancas, que son legumbres claritas. Por ejemplo, hummus de garbanzo sin pimentón sería aceptable. Pero un guiso de lentejas, no.
  • Carnes rojas y embutidos curados: La carne de ternera o res es de color rojo oscuro; tras cocinarla suele quedar marrón-gris, pero sus jugos son oscuros. No es lo peor en cuanto a pigmento, pero si puedes evitar el filete de ternera esos días, mejor (además suele servirse con salsas). Igualmente, embutidos como chorizo, salchichón, morcilla, jamón curado, etc., no porque suelen tener colorantes (pimentón en el chorizo, por ejemplo). Y muchos son grasos, lo que combinado con pigmento es mala idea. Prefiere las carnes blancas que mencionamos.
  • Alimentos con colorantes artificiales: Esto incluye desde un simple helado de fresa (tinte rosa), hasta un curry verde tailandés (lleva chile verde). Cualquier postre o comida procesada que tenga colores fuertes (golosinas, pasteles con colorantes, etc.) descártalo de momento. Por ejemplo, un pastel con cobertura azul o roja – claramente no. Un helado de chocolate – tampoco. Si quieres helado, escoge vainilla (que es blanco) sin siropes. Si quieres un postre, un arroz con leche (sin canela en polvo encima, porque la canela es marrón) estaría bien.

Otros hábitos a evitar:

  • Fumar: No es un alimento, pero debo mencionarlo. El tabaco es de lo peor para tus dientes, especialmente tras un blanqueamiento. La nicotina y el alquitrán manchan el esmalte de amarillo-marrón muy rápido. Si eres fumador, intenta no fumar en absoluto por al menos 48 horas (mejor aún, aprovecha esto como excusa para dejar el cigarrillo por más tiempo, tus dientes y tu salud te lo agradecerán). Muchos artículos y colegas directamente dicen “NO FUMES” rotundo. Incluso los cigarrillos electrónicos y vaporizadores con nicotina pueden teñir algo. Así que este es el mejor momento para moderar o abandonar el tabaco.
  • Pasta dental o enjuagues con color: Puede sonar exagerado, pero hasta recomiendo que revises tu pasta de dientes en esos días. Algunas pastas en gel de colores (azul, roja) podrían teñir ligeramente si tu esmalte está muy poroso. Usa preferentemente una pasta blanca. Igual con el colutorio: si usas enjuague bucal de color (verde fuerte, azul) quizás suspendelo 2 días o cambia a uno transparente solo ese periodo. Más vale pasarse de precavido que quedarse corto.

Sé que esta lista de prohibidos asusta, pero ánimo: ¡son solo unos días de cuidado intenso! Y recuerda, no es que nunca jamás puedas tomarlos, solo espera el tiempo recomendado. Poco a poco podrás volver a tu dieta normal. Tu yo futuro se alegrará de que fuiste disciplinado ahora, porque tu sonrisa seguirá blanca por mucho más tiempo.

Consejos prácticos para cuidar tu alimentación y tu sonrisa después del blanqueamiento

Ya tienes claro qué comer y qué evitar. Para cerrar esta guía, quiero darte algunos consejos adicionales, fruto de mi experiencia con pacientes (y en carne propia). Son trucos y recomendaciones que te ayudarán a llevar mejor la dieta blanca y proteger tus dientes recién blanqueados:

1. Sigue las indicaciones de tu dentista: Cada caso es especial. Tu dentista te habrá dado pautas específicas tras el tratamiento. Hazle caso a él/ella antes que a Google. Por ejemplo, puede haberte dicho que evites cierto alimento porque en tu caso hubo mucha sensibilidad. La información que te doy acá es general y complementaria a lo que tu profesional te indicó en persona.

2. El tiempo es clave: Como repetimos, las primeras 48 horas son críticas. Sé muy estricto esos dos días. Luego, si notas que no tienes sensibilidad y te ves bien, puedes flexibilizar un poquito. Por ejemplo, quizás al tercer día tomarte un café con mucha leche o comer algo con un pelín de salsa clara. Pero mi consejo: mientras más aguantes sin estos alimentos manchantes (ideal una semana), mejor. Es una inversión corta para una gran ganancia.

3. Planifica tus comidas blancas: Para no caer en tentaciones, te sugiero planear un menú de 2-3 días solo con alimentos permitidos. Haz la compra antes de tu blanqueamiento, ten tu nevera llena de pollo, pescados, huevos, yogures, arroz, pan blanco… Así, cuando tengas hambre, tendrás a mano opciones seguras y no sentirás que “no hay nada que comer y solo queda pedir pizza” (¡pizza no, por el tomate de la salsa!). Incluso puedes cocinar antes de tu cita de blanqueamiento algunas comidas blancas y dejarlas listas. Por ejemplo, dejar hecho un arroz con pollo hervido, o unas patatas asadas, para recalentar luego. Esto te facilita cumplir la dieta.

4. Mantén una buena higiene oral: Parece obvio, pero tras cada comida cepíllate los dientes con suavidad (usa un cepillo de cerdas suaves, porque puede que tengas algo de sensibilidad). La buena higiene remueve restos de comida que podrían pigmentarse. Usa un dentífrico con flúor para ayudar a remineralizar esos poros abiertos del esmalte. Pero no uses enjuagues fuertes con alcohol en estos días, porque pueden irritar dientes sensibles; mejor simplemente agua o uno neutro sin color.

5. Si algo te mancha la lengua, no lo comas: Un truco sencillo: cuando dudes de un alimento, piensa “¿esto mancha mi lengua o mis labios al comerlo?” Si la respuesta es sí (ej: remolacha te deja la lengua roja, curry la deja amarilla), entonces es señal de que puede manchar los dientes también. Mantente alejado de eso durante el periodo de cuidado.

6. Combate la sensibilidad con la dieta: Mucha gente experimenta sensibilidad dental uno o dos días tras el blanqueamiento (los dientes sienten punzaditas con frío/calor). Para minimizarla con la alimentación: consume comidas a temperatura ambiente o tibias. Evita alimentos muy calientes (sopas hirviendo, café recién hecho) y muy fríos (helados, bebidas con hielo) porque pueden desencadenar esa sensibilidad. Por ejemplo, bebe agua natural en vez de helada, toma los yogures al tiempo, etc. Esto no influye en el color pero sí en tu comodidad. También, masticar despacio y evitar cosas duras esos días puede ayudar, ya que tus dientes estarán un poquito más sensibles de lo normal.

7. ¿Accidente culinario? No entres en pánico: Si accidentalmente un día después del blanqueamiento muerdes un alimento prohibido (¡ay, ese pedazo de chocolate que no pudiste resistir!), no te asustes en exceso. Una vez no va a arruinar todo, siempre que actúes rápido: de inmediato ve al baño, enjuágate bien con agua, cepilla tus dientes suavemente con pasta dentífrica. En muchos casos, si reaccionas rápido, puedes evitar que la mancha se fije. No lo tomes por norma, pero tampoco pienses que todo el tratamiento se echó a perder por un desliz. Eso sí, aprende la lección y trata de no repetirlo.

8. Busca alternativas para tus antojos: Echas de menos el café… prueba a despertarte con una ducha energizante en su lugar, o con té de manzanilla + un poco de ejercicio de estiramiento. ¿Que te mueres por algo dulce? En vez de fresas con chocolate, cómete un yogur con trocitos de pera y un toque de azúcar. ¿Que quieres algo crujiente salado? En vez de nachos con salsa, toma unos crackers blancos (galletitas saladas claras) con queso crema. Muchas veces es cuestión de encontrar sustitutos temporales que satisfagan el mismo antojo sin poner en riesgo tus dientes.

9. Aprovecha para mejorar tu dieta en general: Curiosamente, la dieta blanca post-blanqueamiento es bastante saludable. Son alimentos sencillos, poco procesados, sin frituras pesadas (bueno, alguna patata frita se cuela pero en general es equilibrada). Aprovéchalo como una mini-detox de colorantes y comidas rápidas. Verás que te sientes bien comiendo así. Luego, al reincorporar los otros alimentos, quizás hasta lo haces con más moderación. ¡Tu cuerpo y tus dientes te lo agradecerán!

10. No te olvides de sonreír: Puede sonar cursi, pero ¡en serio! Estás haciendo todo esto para lucir una sonrisa más blanca. Sonríe mucho, siéntete orgulloso de cuidarte. Cuando te mires al espejo y veas que pasado el tiempo de cuidado tus dientes siguen radiantes, sabrás que valió la pena cada café evitado y cada salsa postergada.

Siguiendo estos consejos y las listas de alimentos permitidos/prohibidos, estarás dándole a tu blanqueamiento dental las mejores condiciones para durar. Como odontólogo, he visto pacientes que siguen estas pautas y mantienen sus dientes blancos por mucho más tiempo que quienes no. En lo personal, la primera vez que me blanqueé los dientes, confieso que no fui tan estricto con la dieta blanca y mis dientes se re-mancharon un poco al mes (maldito café…). La segunda vez, apliqué todas estas recomendaciones al pie de la letra ¡y los resultados se mantuvieron impecables! ✨

Así que te animo a que cuides esos dientes nuevos con esmero. Sí se puede comer huevo después del blanqueamiento y muchas cosas más, solo es cuestión de hacerlo inteligentemente. Espero que esta guía te haya aclarado todas tus dudas y te haga más fácil la experiencia post-blanqueamiento.

¡Gracias por leer hasta aquí! Ahora, para recapitular de forma rápida, te dejo unas preguntas frecuentes que suelen surgir, con sus respuestas resumidas.

Preguntas frecuentes sobre la dieta después del blanqueamiento dental

¿Cuánto tiempo debo seguir la “dieta blanca” tras un blanqueamiento dental?

Lo más crítico son 48-72 horas (2-3 días) posteriores al tratamiento. Mantén la dieta blanca estricta durante ese periodo. Si puedes, extiéndela a 7 días para asegurarte de consolidar el resultado. Algunos odontólogos incluso sugieren ciertas precauciones hasta 2 semanas después, aunque a partir del día 4 o 5 ya podrías reintroducir alimentos poco a poco. En resumen: mínimo 2 días, ideal alrededor de 1 semana de cuidados con los alimentos.

¿Por qué es tan importante evitar alimentos con color después del blanqueamiento?

Porque tras el blanqueamiento, el esmalte de tus dientes queda más poroso y sensible, siendo como una esponja que absorbe pigmentos. Al evitar alimentos/bebidas de colores fuertes durante unos días, permites que el esmalte re-hidrate y cierre sus poros sin que entren colorantes. Si no cuidas la dieta, corres el riesgo de manchar tus dientes recién blanqueados (por ejemplo, el café o el vino pueden dejarlos amarillentos o amarronados nuevamente). Es un cuidado temporal para proteger tu inversión en la sonrisa.

Entonces, ¿qué sí puedo comer después del blanqueamiento dental?

Muchísimas cosas ricas: carnes blancas (pollo, pavo), pescados blancos, huevos, arroz, pasta, pan blanco, patatas, lácteos (leche, yogur natural, quesos blancos), verduras claras (coliflor, calabacín pelado, cebolla, champiñones, etc.), frutas claras (manzana pelada, pera, plátano, melón). También agua, infusiones claras y demás bebidas mencionadas. Todos estos alimentos son de la llamada dieta blanca, justamente por su falta de pigmentos que puedan manchar.

¿Puedo tomar café o té luego del blanqueamiento?

Lo ideal es que NO en los primeros días. Tanto el café como el té negro/verde tienen pigmentos y taninos que tiñen el esmalte. Si absolutamente necesitas cafeína, toma café con mucha leche (muy claro) o té de manzanilla, pero lo mejor es abstenerse 2-3 días. Pasado ese tiempo, reintrodúcelos gradualmente y preferiblemente enjuaga tu boca después de tomarlos. Y recuerda, el té de hierbas claro es preferible al té negro.

¿Y el vino o alcohol?

El vino tinto está prohibidísimo justo después del blanqueamiento por su intenso color y acidez. El vino blanco se podría tomar con moderación, pero ten en cuenta que es ácido (erosiona un poco) aunque no manche como el tinto. Otras bebidas alcohólicas oscuras (cerveza negra, licores tipo vermú, whisky) también deben evitarse. Si vas a beber en esos días, opciones menos perjudiciales serían un vino blanco o champán (blanco), o licores transparentes como vodka/gin mezclados con refresco transparente – ¡pero no fomentamos el consumo de alcohol! Mejor agua y brindas con tu sonrisa blanca.

Espero que esta sección de preguntas y respuestas haya aclarado cualquier inquietud adicional. Ahora sí, con toda esta información, estás listo para disfrutar de tus comidas post-blanqueamiento sin remordimientos ni riesgos para tus dientes. Recuerda que el objetivo es mantener tu sonrisa lo más blanca y saludable posible por mucho tiempo.

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Odontóloga General y Estética en Clínicas Cleardent
Con una sólida formación en odontología general, endodoncia y técnicas estéticas como el uso de ácido hialurónico, la Dra. Alicia Martín brinda atención completa y especializada en Clínicas Cleardent. Su pasión por la salud bucodental y su compromiso con el bienestar de sus pacientes se refleja en su participación en campañas educativas para promover hábitos de higiene oral. La Dra. Martín se asegura de que cada tratamiento esté adaptado a las necesidades de sus pacientes, ofreciendo siempre un enfoque profesional y actualizado.

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