7 octubre 2025

La Microbiota Oral: ¿Por qué es tan importante?

En cada milímetro de tu cavidad bucal habita un ecosistema extraordinariamente complejo y dinámico. La microbiota oral constituye la segunda comunidad microbiana más abundante del cuerpo humano, solo superada por la intestinal. Este universo microscópico alberga millones de microorganismos que desempeñan funciones esenciales para nuestra salud, no solo bucal sino también sistémica. Un solo diente […]

En cada milímetro de tu cavidad bucal habita un ecosistema extraordinariamente complejo y dinámico. La microbiota oral constituye la segunda comunidad microbiana más abundante del cuerpo humano, solo superada por la intestinal. Este universo microscópico alberga millones de microorganismos que desempeñan funciones esenciales para nuestra salud, no solo bucal sino también sistémica.

Un solo diente puede albergar más de 500 millones de bacterias orales, y en total se han identificado más de 700 especies diferentes que componen nuestro microbioma bucal. Lejos de ser algo negativo, esta biodiversidad representa un sistema de defensa sofisticado que ha evolucionado junto a nuestra especie durante millones de años.

Comprender la microbiota oral y su función protectora es fundamental en la odontología moderna. La salud del cuerpo humano depende en gran medida de la salud bucodental, y esta está fuertemente condicionada por la presencia de una microbiota oral saludable. En este artículo exploraremos qué es la microbiota oral, cómo funciona, qué sucede cuando se desequilibra y cómo podemos mantenerla en óptimas condiciones.

¿Qué es la Microbiota Oral?

La microbiota oral es el conjunto de bacterias y otros microorganismos que habitan en nuestra boca. Esta comunidad microbiana está compuesta por una extraordinaria diversidad de vida microscópica que incluye bacterias, virus, hongos, arqueas y otros microorganismos que coexisten formando un ecosistema complejo y altamente organizado.

Composición de la Microbiota Oral

La microbiota normal de la boca contiene más de 2000 especies diferentes conocidas hasta la fecha, de las cuales más de 770 son especies bacterianas. Tan solo un mililitro de saliva contiene 100 millones de microorganismos.

Las bacterias predominantes en una boca sana incluyen:

Firmicutes: Entre ellos destacan los géneros Streptococcus, Veillonella y Lactobacillus, que representan más de la mitad de las bacterias presentes en la cavidad oral. Streptococcus salivarius es un miembro destacado de la microbiota habitual de la cavidad oral y el tracto respiratorio superior, que adquirimos principalmente durante los primeros días de vida, a partir de la leche materna.

Actinobacteria: Este grupo incluye especies del género Actinomyces, fundamentales para el equilibrio del ecosistema oral.

Bacteroidetes: Bacterias importantes en la degradación de carbohidratos complejos.

Proteobacteria: Incluyen diversas especies con funciones variadas en el metabolismo oral.

Fusobacteria: Presentes en el biofilm dental y con funciones específicas en la formación de la placa bacteriana.

Distribución Espacial en la Cavidad Oral

Los microbios no se distribuyen de manera uniforme en toda la cavidad oral, sino de forma característica según el tejido sobre el que se encuentran. Cada superficie de la boca—dientes, encías, lengua, mejillas, paladar—presenta condiciones únicas de pH, humedad, disponibilidad de nutrientes y concentración de oxígeno, lo que determina qué especies bacterianas pueden colonizar cada área.

La lengua, por ejemplo, con sus múltiples papilas y surcos, ofrece refugio a bacterias anaerobias, mientras que las superficies dentales expuestas favorecen a especies aerobias que forman el biofilm dental.

Las Funciones Esenciales de la Microbiota Oral

La microbiota oral no es simplemente una colección pasiva de microorganismos. Es un órgano funcional que realiza tareas vitales para nuestra salud.

1. Protección contra Patógenos

Las bacterias comensales compiten con los microorganismos patógenos por recursos y espacio, ayudando a prevenir infecciones. Además, segregan bacteriocinas y otras sustancias antimicrobianas para crear un ecosistema saludable. Este fenómeno, conocido como exclusión competitiva, constituye nuestra primera línea de defensa contra bacterias dañinas que podrían colonizar la boca.

El género Lactobacillus tiene un rol protector basado en la producción de diferentes tipos de bacteriocinas, sustancias proteínicas con diversos mecanismos de acción antibacteriana. Estas moléculas actúan como antibióticos naturales específicos que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas sin afectar a las especies beneficiosas.

2. Mantenimiento del pH Oral

La microbiota oral ayuda a regular el pH de la boca, lo que es crucial para prevenir la caries dental y otras enfermedades bucales. Las bacterias beneficiosas metabolizan los ácidos producidos por bacterias cariogénicas, evitando la desmineralización del esmalte dental.

3. Participación en la Digestión

Algunas bacterias en la boca ayudan en la descomposición de los alimentos y en la digestión inicial de los carbohidratos. Este proceso prepara los alimentos para las etapas posteriores de la digestión en el estómago e intestino.

4. Producción de Óxido Nítrico

Una microbiota oral saludable permite una adecuada conversión del nitrato de los alimentos en nitrito por las nitrato reductasas bacterianas. El nitrito producido se convierte posteriormente en óxido nítrico, una molécula con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y vasodilatadoras que beneficia la salud cardiovascular.

5. Soporte al Sistema Inmunitario

La microbiota estimula la producción de inmunoglobulinas y ejerce un papel antiinflamatorio, manteniendo en buen estado la mucosa y previniendo las aftas y llagas bucales. La interacción constante entre las bacterias orales y el sistema inmune entrena y calibra nuestras defensas.

La disbiosis oral: Cuando el equilibrio se rompe

La disbiosis es el desequilibrio en la microbiota oral, es decir, la alteración en la composición de las colonias o en la cantidad de microorganismos de ciertas colonias o ambas. Este desequilibrio puede tener consecuencias graves para la salud bucal y sistémica.

Causas de la Disbiosis Oral

Múltiples factores pueden alterar el delicado equilibrio de la microbiota oral:

Higiene bucal deficiente: El cepillado insuficiente, el uso inadecuado o nulo del hilo dental y la falta de enjuague bucal permiten que ciertas bacterias patógenas se multipliquen.

Alimentación inadecuada: Una dieta rica en azúcares y carbohidratos refinados fomenta el crecimiento de bacterias cariogénicas, como Streptococcus mutans. Los azúcares simples sirven como combustible preferido para las bacterias patógenas, que los metabolizan produciendo ácidos que erosionan el esmalte dental.

Tabaco y alcohol: Estos hábitos promueven la proliferación de bacterias y hongos dañinos, además reducen la producción de saliva, fundamental para el control de la microbiota.

Medicamentos: Ciertos medicamentos, especialmente los antibióticos, afectan negativamente la diversidad de la microbiota oral. Los antibióticos de amplio espectro eliminan tanto bacterias patógenas como beneficiosas, dejando espacio para la colonización por microorganismos oportunistas.

Xerostomía (boca seca): La falta de saliva, causada por medicamentos, enfermedades o envejecimiento, impide la regulación de la microbiota oral, ya que la saliva tiene un efecto protector.

Estrés crónico: El estrés debilita todo nuestro sistema inmunológico, lo que afecta a todo el cuerpo, incluyendo los microorganismos que tenemos en nuestra boca.

Enfermedades sistémicas: La diabetes, el VIH, las enfermedades autoinmunes y otras afecciones que debilitan el sistema inmunológico pueden alterar la microbiota oral, favoreciendo el desarrollo de infecciones y disbiosis.

Consecuencias de la Disbiosis Oral

Caries Dental

Streptococcus mutans es la bacteria oral más cariogénica reconocida. Al alimentarse de azúcares, produce ácidos que provocan el entorno perfecto para la aparición de caries. Cuando la población crece desproporcionadamente debido a una dieta rica en azúcares y una higiene deficiente, los ácidos orgánicos que produce disuelven progresivamente el esmalte dental, iniciando el proceso carioso.

Enfermedad Periodontal

Una baja concentración de Streptococcus salivarius puede contribuir a una mayor tendencia a la inflamación, y con ello, la aparición de gingivitis. La inflamación de las encías, que incluye sangrado y dolor, puede evolucionar hacia periodontitis, una enfermedad que afecta el hueso que sostiene los dientes.

La periodontitis no es simplemente un problema local. Si la gingivitis se cronifica puede derivar en periodontitis, una enfermedad que puede impactar de manera muy negativa en la salud general.

Halitosis

Cuando las bacterias en la boca descomponen los restos de comida y producen compuestos volátiles sulfurosos, nitrogenados, alcoholes y fenoles, pueden provocar un olor desagradable en el aliento. Aunque la halitosis puede afectar al 31% de las personas, en un 90% de los casos la causa es una disbiosis oral, incluida la periodontitis y la disbiosis de la lengua.

Una de las principales bacterias responsables de la halitosis es Solobacterium moorei, que produce compuestos malolientes y ácidos grasos autores del olor desagradable.

Candidiasis Oral

La disbiosis puede favorecer el crecimiento de hongos como Candida albicans, causando candidiasis oral. Esta infección fúngica aparece típicamente como placas blancas en la lengua y las mucosas, y puede ser dolorosa, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitidos.

Aftas y Llagas Bucales

La disbiosis oral puede predisponer a la formación de llagas en la boca, lesiones dolorosas que pueden dificultar la alimentación y el habla. Las aftas recurrentes pueden indicar un desequilibrio persistente en la microbiota oral y requieren atención especializada.

La conexión boca-cuerpo: Microbiota oral y enfermedades sistémicas

Uno de los descubrimientos más sorprendentes de la investigación reciente es la fuerte conexión entre la salud oral y la salud general del organismo. La disbiosis en la microbiota oral se ha vinculado a una variedad de enfermedades, que van desde enfermedades de las encías hasta enfermedades sistémicas.

Enfermedades Cardiovasculares

Las bacterias orales pueden entrar en el torrente sanguíneo a través de las encías inflamadas, contribuyendo a la formación de placas en las arterias y aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

El epitelio gingival en las bolsas periodontales de pacientes con periodontitis es propenso a romperse, lo que ayuda a que las bacterias ingresen al sistema circulatorio sistémico, llevando a bacteriemia o colonización ectópica en otros órganos del cuerpo. Una vez en circulación, estas bacterias pueden adherirse al endotelio vascular dañado, iniciando procesos inflamatorios que aceleran la aterosclerosis.

Las bacterias patogénicas periodontales, como Porphyromonas gingivalis, pueden contribuir a la inflamación sistémica, promoviendo la formación de placas ateroscleróticas en las arterias.

Diabetes Mellitus

Existe una relación bidireccional entre la diabetes y la salud bucal. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades periodontales, y la inflamación e infecciones en la boca pueden dificultar el control de los niveles de azúcar en la sangre.

La diabetes afecta la microbiota oral de múltiples formas: altera la composición salival, reduce el flujo salival, compromete la función inmune y aumenta los niveles de glucosa en los fluidos orales, creando un ambiente favorable para bacterias patógenas. Por otro lado, la inflamación crónica causada por la periodontitis puede empeorar la resistencia a la insulina.

Enfermedades Respiratorias

Por la cercanía entre los sistemas digestivo y respiratorio, las bacterias orales pueden ser aspiradas hacia los pulmones, contribuyendo a patologías pulmonares como neumonía o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Este mecanismo es especialmente relevante en personas mayores o con sistemas inmunitarios comprometidos.

Enfermedades Neurodegenerativas

Existe una relación bidireccional entre la periodontitis crónica y la enfermedad de Alzheimer. La movilidad limitada y la higiene oral deficiente en pacientes con Alzheimer promueven la acumulación de inflamación del tejido periodontal y eventualmente conducen a la pérdida de dientes.

Investigaciones recientes han identificado bacterias periodontales, especialmente Porphyromonas gingivalis, en el tejido cerebral de pacientes con Alzheimer, sugiriendo que estos microorganismos podrían contribuir a la neuroinflamación y la neurodegeneración.

Complicaciones en el Embarazo

La microbiota oral cambia y se desarrolla con la edad. En el adulto, hasta un 40-60% de las especies de bacterias de la microbiota oral pueden ser identificadas en las heces, por lo que se considera que una parte de la configuración de la microbiota intestinal depende de la microbiota oral.

Durante el embarazo, la disbiosis oral se ha asociado con mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer. Las bacterias periodontales patógenas pueden provocar una respuesta inflamatoria sistémica que afecta la placenta y el desarrollo fetal.

Cáncer Oral

Una microbiota oral desequilibrada y las infecciones crónicas pueden aumentar el riesgo de cáncer oral. La inflamación crónica y ciertos metabolitos bacterianos pueden dañar el ADN celular y promover transformaciones malignas.

Cómo mantener una microbiota oral saludable

Mantener el equilibrio de la microbiota oral requiere un enfoque integral que combine higiene bucal adecuada, alimentación saludable y hábitos de vida positivos.

Higiene Bucal Óptima

Cepillado efectivo: Son fundamentales el cepillado habitual, el uso de hilo dental, el control del recubrimiento de la lengua y las revisiones dentales. El cepillado debe realizarse al menos dos veces al día, durante dos minutos, utilizando una técnica adecuada que limpie todas las superficies dentales.

Limpieza interdental: El hilo dental o los cepillos interdentales son esenciales para eliminar la placa bacteriana de áreas donde el cepillo no llega. Estos espacios entre los dientes son zonas de alto riesgo para el desarrollo de caries y enfermedad periodontal.

Limpieza lingual: La lengua alberga millones de bacterias que pueden contribuir a la halitosis y la disbiosis oral. Usar un limpiador lingual o cepillar suavemente la lengua debe formar parte de la rutina diaria.

Enjuagues bucales apropiados: El uso diario y abusivo de colutorios orales antibacterianos puede contribuir a la disbiosis. Es importante elegir enjuagues que no eliminen indiscriminadamente todas las bacterias, respetando las especies beneficiosas.

Visitas regulares al dentista: Las revisiones y limpiezas profesionales ayudan a mantener la salud bucal y a detectar problemas a tiempo. Las limpiezas y tratamientos dentales profesionales para la enfermedad periodontal también son esenciales para lograr una salud oral y sistémica.

Alimentación que Favorece una Microbiota Saludable

Reducir azúcares y carbohidratos refinados: No les des su comida favorita a las bacterias patógenas. Evita que bacterias y azúcares se junten. Limitar el consumo de azúcares simples reduce el sustrato disponible para bacterias cariogénicas.

Aumentar el consumo de fibra: Consume una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros. La fibra dietética promueve una microbiota diversa y saludable.

Alimentos con polifenoles: Los polifenoles presentes en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras y especias colaboran a mejorar la salud oral. Pueden tener un efecto directo contra microorganismos como S. mutans, inhibir la adhesión de otras bacterias patógenas y evitar la formación de un biofilm disbiótico.

Alimentos ricos en polifenoles incluyen: té verde, café, uva y semillas de uva, arándanos, granada, cacao puro, cúrcuma, manzanas y cítricos.

Alimentos probióticos: Los alimentos fermentados naturalmente como el yogur, el kéfir y el chucrut contienen bacterias beneficiosas que pueden ayudar a mantener el equilibrio microbiano.

Hidratación adecuada: Mantén una buena hidratación para asegurar la producción de saliva, que es esencial para mantener el equilibrio de la microbiota oral. La saliva es un fluido protector que contiene enzimas antimicrobianas, buffer pH y minerales que remineralizan el esmalte dental.

Modificación de Hábitos de Vida

Eliminar el tabaco: Fumar puede alterar la microbiota oral y aumentar el riesgo de enfermedades bucodentales y sistémicas. El tabaco crea un ambiente hostil para bacterias beneficiosas mientras favorece a patógenos periodontales.

Moderar el consumo de alcohol: El alcohol afecta negativamente la composición de la microbiota oral y reduce la producción de saliva.

Gestionar el estrés: Gestionar el estrés puede ayudar a mantener el equilibrio del microbioma oral. El estrés crónico suprime el sistema inmunitario y puede alterar la composición microbiana oral.

Actividad física regular: El ejercicio moderado fortalece el sistema inmunitario y promueve una mejor salud general, incluyendo la salud oral.

Probióticos Orales: Una Estrategia Terapéutica Prometedora

Los probióticos ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota oral y han sido ampliamente utilizados con éxito en el tratamiento de la disbiosis oral y sus complicaciones: caries, periodontitis, halitosis, aftas.

Los probióticos compiten con los patógenos por comida y espacio en la boca, producen bacteriocinas y otras sustancias antimicrobianas que ayudan al pH y al ecosistema oral, ayudan al sistema inmunitario, y por tanto, son antimicrobianos y antiinflamatorios.

Cepas Probióticas Beneficiosas para la Salud Oral

Lactobacillus reuteri: Esta cepa ha demostrado reducir la colonización de patógenos orales y promover la salud de las encías.

Lactobacillus salivarius: Se ha encontrado que esta cepa produce compuestos antimicrobianos que ayudan a inhibir el crecimiento de bacterias patógenas en la cavidad oral.

Bifidobacterium lactis: Conocida por su capacidad para modular la respuesta inmune, esta cepa puede ayudar a reducir la inflamación oral y promover un ambiente oral saludable.

Saccharomyces boulardii: Además de su uso para problemas gastrointestinales, este probiótico también puede ayudar a mantener el equilibrio de la microbiota oral al inhibir el crecimiento de cepas patógenas.

Streptococcus salivarius: Cepas específicas como la K12 y la M18 han demostrado beneficios en la reducción de la halitosis y la prevención de infecciones del tracto respiratorio superior.

Los probióticos orales pueden administrarse en forma de pastillas, comprimidos para chupar, enjuagues bucales o gomas de mascar. Para máxima efectividad, deben aplicarse después del cepillado dental, permitiendo que las bacterias beneficiosas colonicen la cavidad oral.

El futuro de la salud oral: Medicina personalizada y microbioma

El conocimiento de la microbiota oral es una herramienta valiosa para la identificación correcta de las bacterias involucradas en complejas biopelículas bucales. Los estudios metagenómicos de la microbiota oral son clave para la creación de herramientas diagnósticas y terapéuticas que repercutirán en la calidad de vida de los pacientes.

La investigación en microbiota oral está abriendo nuevas fronteras en la prevención y tratamiento de enfermedades bucales:

Diagnóstico basado en microbioma: En el futuro cercano, el análisis de la composición de la microbiota oral podría utilizarse como herramienta diagnóstica para predecir el riesgo de caries, enfermedad periodontal e incluso enfermedades sistémicas.

Terapias dirigidas: En lugar de eliminar todas las bacterias con antibióticos de amplio espectro, los tratamientos futuros podrían dirigirse específicamente contra especies patógenas, preservando las bacterias beneficiosas.

Probióticos de precisión: El desarrollo de probióticos personalizados basados en el perfil microbiano individual de cada paciente permitirá tratamientos más efectivos y específicos.

Modulación dietética personalizada: Comprender cómo diferentes alimentos afectan la microbiota oral de cada persona permitirá recomendaciones nutricionales personalizadas para la salud bucal.

Conclusión: Tu boca, un ecosistema que merece cuidado

La microbiota oral representa mucho más que una simple colección de bacterias en nuestra boca. Es un ecosistema complejo, dinámico y esencial que actúa como guardián de nuestra salud, no solo bucal sino sistémica. El objetivo que debemos perseguir, a través de nuestros hábitos y estilo de vida, es conseguir una microbiota oral equilibrada, lo cual nos conducirá a una buena salud bucodental y, por consiguiente, favorecerá una buena salud general.

Mantener este equilibrio requiere un compromiso diario que incluye higiene bucal adecuada, alimentación saludable, eliminación de hábitos nocivos y visitas regulares al dentista. La prevención de las patologías de la boca depende en gran medida de la adquisición de unos buenos hábitos.

Es importante recordar que nuestra microbiota oral es única, influenciada por nuestra genética, ambiente, dieta y estilo de vida. Tu combinación única de microorganismos podría ser tan identificadora como una huella dactilar. Por ello, el cuidado de la microbiota oral debe ser personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada persona.

La interrelación entre las enfermedades periodontales y las condiciones sistémicas subraya la importancia de un enfoque integrado entre la medicina y la odontología. La salud oral no puede verse de forma aislada, sino como parte integral de nuestra salud general.

Al comprender y cuidar activamente nuestra microbiota oral, no solo protegemos nuestros dientes y encías, sino que también contribuimos a nuestra salud cardiovascular, metabólica, inmunológica y neurológica. La inversión en salud oral es, en realidad, una inversión en salud integral.

Tu boca es un ecosistema vivo que trabaja incansablemente para protegerte. Devuélvele el favor con los cuidados que merece. Recuerda: una boca sana es la puerta de entrada a un cuerpo sano.

cta clearden 2025
Dra. Carolina de Lis
Odontóloga en Clínicas Cleardent
Especialista en endodoncia e implantoprótesis, la Dra. Carolina de Lis lleva más de siete años dedicándose exclusivamente a la odontología, aplicando un enfoque multidisciplinar en cada tratamiento. Su habilidad en la rehabilitación sobre implantes, junto con su manejo de PRP para cirugías orales y el uso de escáner intraoral, hacen que su práctica se caracterice por la precisión y el compromiso con tratamientos innovadores. Para la Dra. de Lis, la colaboración entre profesionales es clave para lograr resultados de alta calidad y centrados en el bienestar del paciente.

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