
¿Preocupado por bolitas bajo la lengua? Te explico por qué salen granos debajo de la lengua, si son graves o no, y cómo se quitan con tratamientos seguros.

Granito indoloro en la encía: descubre sus posibles causas (fibroma, fístula, quiste, etc.), cómo identificar cada caso, si es grave o no y qué hacer para tratarlo.
Si has notado un granito en la encía que no te duele, es normal que sientas inquietud. Como odontóloga con años de experiencia, he atendido a muchos pacientes preocupados por una bolita en la encía indolora. Quiero hablarte con cercanía y claridad sobre qué puede significar ese bulto, si debes alarmarte o no, y qué pasos seguir para cuidar tu salud bucal.
En primer lugar, ¡no entres en pánico! Un granito o protuberancia sin dolor en la encía no siempre es grave. A veces se trata de algo benigno, como un pequeño fibroma (un crecimiento de tejido debido a irritación) o un quiste mucoso que podría desaparecer solo. Sin embargo, otras veces puede ser un signo de infección dental que, aunque no duela, necesita atención. De hecho, irónicamente un bulto indoloro a veces indica que el problema lleva tiempo desarrollándose (por ejemplo, un flemón que ha drenado pus y por eso no causa dolor agudo).
A continuación, te explicaré las causas más comunes de un bulto en la encía sin dolor, cómo identificarlas, y qué hacer en cada caso. Hablaremos de cuándo es necesario acudir al dentista, qué tratamientos existen y cómo prevenir futuros problemas. Mi objetivo es que, al terminar de leer, tengas todas tus dudas resueltas y sepas exactamente cómo actuar. ¡Vamos a ello!
Encontrar una protuberancia en la encía puede sorprenderte, sobre todo si no duele nada. Las causas posibles van desde las más inofensivas hasta algunas que requieren tratamiento. Aquí te cuento las causas más comunes de un bulto indoloro en la encía y cómo reconocerlas:
Un fibroma oral es un bulto duro y redondeado que aparece por una irritación constante en la encía u otros tejidos de la boca. Por ejemplo, puede formarse un fibroma por el roce de una prótesis dental mal ajustada, de los brackets de ortodoncia, o simplemente por el hábito de morderse la mejilla o el labio repetidamente. Este tipo de masa es de naturaleza benigna (no cancerosa). Normalmente no duele ni supura; se siente como una bolita firme del mismo color rosado de la encía.
¿Cómo reconocer un fibroma? Suele ser pequeño (aunque puede crecer con el tiempo), firme al tacto y no cambia de color (permanece rosado como el tejido circundante). No provoca dolor, solo cierta molestia por su presencia. Si el granito en tu encía no duele, es duro y lleva semanas o meses sin cambios importantes, podría tratarse de un fibroma u otra lesión similar (como un granuloma benigno).
¿Es grave? No, un fibroma en sí no es peligroso. Pero conviene que un dentista lo evalúe para confirmar el diagnóstico y descartar otras lesiones. Además, aunque no sea urgente, muchos pacientes quieren eliminarlo por estética o por incomodidad.
Cuando el origen de un bulto en la encía es una infección dental, hablamos de un absceso (a veces llamado flemón dental). Un absceso es una acumulación de pus causada por bacterias, generalmente debido a una caries profunda no tratada o a una enfermedad de las encías avanzada (periodontitis).
Normalmente, un absceso dental causa dolor intenso, hinchazón e incluso fiebre. ¿Por qué a veces aparece un granito sin dolor entonces? Esto ocurre cuando el absceso encuentra un camino de salida a través de la encía formando una fístula. La fístula es como un canalito por donde drena el pus. Al drenar, baja la presión en el tejido infectado y el dolor puede disminuir o desaparecer. En estas situaciones verás una pequeña bola blanquecina o amarillenta en la encía (a menudo cerca de un diente en particular) que puede supurar un líquido de sabor amargo (pus). Aunque no duela, esta es una señal de alarma: indica que hay una infección activa en el diente o encía subyacente.
¿Cómo reconocer una fístula por absceso? El granito suele ser blando al tacto, a veces cambia de tamaño (puede reventar y volver a llenarse), y puede que notes sabor desagradable o mal aliento. Suele ubicarse cerca de un diente con historia de molestia, caries grande o tratamiento de conducto (endodoncia) previo. Es común en muelas muy picadas o incluso en un diente que tuvo un golpe. Importante: la ausencia de dolor no significa que el problema se haya resuelto; más bien significa que el pus está saliendo, pero la infección sigue allí.
¿Es grave? Puede serlo si no se trata. Un absceso dental crónico puede acabar destruyendo el hueso que sostiene al diente, causar la pérdida del diente e incluso dispersar la infección a otras áreas (provocando infecciones más serias en la mandíbula o en el cuerpo). Por eso, un bulto de pus en la encía requiere atención odontológica lo antes posible, aunque no te duela nada en este momento.
Un quiste mucoso oral, conocido como mucocele, es una lesión benigna llena de líquido mucoso. Aparece por la obstrucción de una glándula salival menor o por un mordisco/trauma en la zona que daña el conducto salival. Los mucoceles son más frecuentes en el labio inferior o interior de mejillas, pero ocasionalmente pueden presentarse en la encía.
¿Cómo reconocer un mucocele? Es un bultito blando, translúcido o azulado, a veces de apariencia brillante. No duele, aunque podría haber ligera sensibilidad si crece mucho. Imagina una pequeña ampolla llena de líquido en la encía. Suele cambiar de tamaño: a veces revienta y vuelve a formarse.
¿Es grave? No, en absoluto. Un mucocele es inofensivo y muchas veces desaparece por sí solo tras días o semanas. Sin embargo, si persiste por más de 2 semanas, crece demasiado o molesta al comer/hablar, conviene que lo evalúe el dentista. En casos resistentes, el tratamiento es remover el quiste con una pequeña cirugía local (un procedimiento sencillo bajo anestesia local) para evitar que vuelva.
Otra causa posible de un bulto indoloro es una infección de la encía en sí, no solo del diente. La gingivitis y la periodontitis (infecciones de las encías por acumulación de placa bacteriana y sarro) pueden producir abscesos periodontales. Un absceso periodontal es parecido al que produce una caries, pero el pus se origina en la encía alrededor de la raíz del diente. También puede drenar formando un granito blanquecino. Muchas veces el paciente no siente dolor agudo, sino molestia leve, encía inflamada en esa zona y quizá algo de sangrado al cepillarse.
Además, infecciones por virus o hongos (como una herpetización en encías, aunque eso suele doler) o incluso una afta grande con inflamación alrededor podrían confundirse con un bulto. No obstante, las aftas (llagas) duelen y son ulceritas, no masas sólidas, por lo que generalmente no entrarían en la categoría de “granito sin dolor”.
Aunque es mucho menos frecuente, debo mencionarlo para ser completo: un bulto en la encía, indoloro o no, podría ser alguna lesión más seria. Por ejemplo, un tumor benigno diferente al fibroma, como un granuloma piógeno o un papiloma, puede aparecer en la encía. Estas lesiones a veces lucen como masas rojizas o violáceas que pueden sangrar con facilidad. Suelen requerir extirpación, pero no son cáncer.
La posibilidad más preocupante, aunque muy rara, es un tumor maligno (cáncer oral) iniciándose en la encía. Un cáncer de encía en etapas iniciales podría manifestarse como un engrosamiento o bulto que no duele. Por fortuna, el cáncer de encía es poco común, especialmente si no tienes factores de riesgo (consumo de tabaco, alcohol en exceso, lesiones crónicas en la zona, etc.). Aun así, como profesional te digo: cualquier lesión que no cicatriza en 2-3 semanas o que va aumentando debe ser evaluada. Si el dentista sospecha de algo fuera de lo común, te derivará a un especialista para una biopsia y descartar malignidad. Recalco que esta es la causa menos probable, pero por tu tranquilidad y seguridad siempre es mejor verificar.
Ya conocemos las posibles causas, pero ahora viene lo importante: ¿qué debes hacer tú como paciente? Te recomiendo estos pasos:
No dejes pasar mucho tiempo. Un granito en la encía sin dolor que no se quita en un par de semanas merece una visita al dentista para un diagnóstico adecuado. Es mejor prevenir complicaciones que arrepentirse después.
El tratamiento va a depender completamente de la causa del bulto. Por eso recalcamos tanto la importancia de diagnosticar correctamente qué lo está originando. Te adelanto las medidas típicas según los casos más comunes:
En la siguiente tabla te resumo las diferencias clave entre un absceso (flemón), un fibroma y un quiste mucoso, ya que son los escenarios más comunes:
Causa del bulto | Características típicas | Tratamiento recomendado |
---|---|---|
Absceso dental (flemón) con fístula | Bulto blando con pus (punto blanco/amarillo), puede supurar líquido con mal sabor. A veces no duele por el drenaje, encía alrededor rojiza o hinchada. Suele asociarse a diente con caries profunda o infección. | Drenaje del absceso y antibiótico. Tratamiento del diente causante: endodoncia (si el diente es salvable) o extracción en casos extremos. Si es periodontal: limpieza profunda de encías. |
Fibroma (lesión benigna) | Bulto duro y redondeado, de color rosado como la encía. Indoloro; molesta solo por su presencia. No supura ni cambia rápido de tamaño. Causado por irritación crónica (prótesis, brackets, mordeduras). | Extirpación quirúrgica ambulatoria (sencilla, con anestesia local) si crece o molesta. Eliminar el factor irritante (ajustar prótesis, evitar mordedura, etc.) para prevenir recidiva. |
Quiste mucoso (mucocele) | Bultito blando, contenido líquido mucoso. Aspecto translúcido o azulado, puede cambiar de tamaño (a veces revienta y reaparece). No duele. Más frecuente en labio, pero posible en encía. | Puede reabsorberse espontáneamente en días/semanas. Si persiste o aumenta, cirugía menor para remover el quiste (y glándula afectada) y así curarlo definitivamente. |
(Nota: Existen otras causas de bultos en encías – p. ej. quistes de erupción en niños, hiperplasias por ciertos medicamentos, etc. – pero son menos comunes. Ante cualquier bulto anormal, siempre aplica la regla de oro: que lo evalúe un profesional.)
No siempre se pueden prevenir todas las condiciones, pero mantener una buena salud bucal reduce enormemente las probabilidades de desarrollar infecciones y otras lesiones en las encías. Aquí van algunas recomendaciones preventivas:
Siguiendo estos consejos, es menos probable que en el futuro te vuelvas a encontrar con sorpresas desagradables en tus encías. Y recuerda: la prevención siempre será más sencilla (¡y económica!) que el tratamiento de una patología ya instaurada.
Es muy poco probable. La mayoría de los bultos en encías se deben a causas benignas o infecciosas (fibromas, abscesos, quistes) y no a cáncer. El cáncer oral en encía existe, pero suele presentarse con otras señales (ulceraciones que no curan, zonas endurecidas, sangrado, cambios de color) y normalmente afecta a personas con factores de riesgo (grandes fumadores, por ejemplo). Si tu dentista sospecha algo serio, te indicará una biopsia para salir de dudas. Pero estadísticamente, un bulto indoloro en la encía será benigno en la gran mayoría de casos.
Que no duela no significa que esté todo bien. Muchas infecciones crónicas no duelen porque el cuerpo se ha adaptado (por ejemplo, drenando el pus). De hecho, un absceso con fístula puede no doler pero sigue siendo un foco infeccioso activo que hay que tratar. Mi consejo: ocúpate aunque no te duela. Preocuparnos de más no sirve, pero ocuparse (buscar la causa y tratarla) sí. En resumen: observa la evolución unos días, pero si no desaparece pronto o si tienes cualquier sospecha, visita al dentista. Te quedarás más tranquilo/a con un diagnóstico profesional.
No lo aconsejo en absoluto. Entiendo que puede ser tentador pinchar la bolita para “sacarla”, sobre todo si parece llena de pus. Pero manipularla en casa con objetos no esterilizados o apretándola con los dedos puede empeorar la infección, causar una herida mayor en la encía e incluso propagar las bacterias. Es preferible mantener la zona limpia, hacer enjuagues suaves como mencionamos, y dejar que sea el dentista quien drene el absceso de forma segura si hace falta. Nunca apliques aspirinas machacadas, alcohol ni otros remedios agresivos sobre la encía, podrías quemar el tejido.
Depende de la causa. Un mucocele pequeño podría reabsorberse o romperse solo y no volver. Un absceso dental puede desinflamarse temporalmente si drena pus (el bultito podría bajar), pero la infección seguirá latente hasta que un dentista limpie el foco; en estos casos suele reaparecer el flemón tarde o temprano si no se trata el diente. Un fibroma no desaparecerá por sí solo, ya que es tejido fibroso estable (solo se quita con cirugía). En cualquier caso, si notas que el bulto se fue solo, mantente alerta: si vuelve a salir en el mismo sitio o si internamente el problema persiste (por ejemplo, el diente con caries sigue sin tratar), el alivio será temporal. Es mejor que un especialista verifique que realmente todo esté bien.
Hay algunas pistas: El absceso con fístula suele parecer una espinilla blanca o amarillenta; si la tocas puede soltar líquido (pus) y la encía alrededor puede estar roja o inflamada. Puede cambiar de tamaño en días (según se drene o acumule pus) y suele asociarse a un diente problemático; a veces duele al morder o hay sensibilidad en ese diente. En cambio, el fibroma es firme, color rosa igual que la encía, no fluctúa de tamaño rápidamente (permanece bastante igual día a día) y suele ubicarse donde hay roce o trauma repetitivo (por ejemplo, cerca de donde apoya una prótesis o donde muerdes). El fibroma no supura ni duele al tocarlo. De cualquier forma, ante la duda, la confirmación exacta la hará el dentista mediante exploración e incluso con pruebas (radiografías para ver si hay infección en el diente, etc.). ¡No cargues con la incertidumbre si no lo tienes claro!
Un granito en la encía sin dolor puede tener varias explicaciones, y la mayoría no son graves si se tratan a tiempo. Lo más importante es escuchar las señales de tu cuerpo: aunque no duela, un cambio en tu encía merece atención. Como odontóloga, te animo a que ante cualquier bulto o anomalía en tu boca, optes por la prevención y la revisión temprana. Así saldrás de dudas y, si hay que hacer algo, lo resolveremos antes de que se convierta en un problema mayor. Tu salud bucal lo agradecerá y tú ganarás en tranquilidad.
Espero que esta guía te haya sido útil. Si tienes más preguntas sobre Odontología General, no dudes en consultar con tu dentista de confianza — ¡estamos para ayudarte a sonreír con salud!
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