3 junio 2025

Granito en la encía sin dolor: causas, tratamiento y cuándo preocuparse

Granito indoloro en la encía: descubre sus posibles causas (fibroma, fístula, quiste, etc.), cómo identificar cada caso, si es grave o no y qué hacer para tratarlo.

Si has notado un granito en la encía que no te duele, es normal que sientas inquietud. Como odontóloga con años de experiencia, he atendido a muchos pacientes preocupados por una bolita en la encía indolora. Quiero hablarte con cercanía y claridad sobre qué puede significar ese bulto, si debes alarmarte o no, y qué pasos seguir para cuidar tu salud bucal.

En primer lugar, ¡no entres en pánico! Un granito o protuberancia sin dolor en la encía no siempre es grave. A veces se trata de algo benigno, como un pequeño fibroma (un crecimiento de tejido debido a irritación) o un quiste mucoso que podría desaparecer solo. Sin embargo, otras veces puede ser un signo de infección dental que, aunque no duela, necesita atención. De hecho, irónicamente un bulto indoloro a veces indica que el problema lleva tiempo desarrollándose (por ejemplo, un flemón que ha drenado pus y por eso no causa dolor agudo).

A continuación, te explicaré las causas más comunes de un bulto en la encía sin dolor, cómo identificarlas, y qué hacer en cada caso. Hablaremos de cuándo es necesario acudir al dentista, qué tratamientos existen y cómo prevenir futuros problemas. Mi objetivo es que, al terminar de leer, tengas todas tus dudas resueltas y sepas exactamente cómo actuar. ¡Vamos a ello!

¿Por qué tengo un granito en la encía sin dolor?

Encontrar una protuberancia en la encía puede sorprenderte, sobre todo si no duele nada. Las causas posibles van desde las más inofensivas hasta algunas que requieren tratamiento. Aquí te cuento las causas más comunes de un bulto indoloro en la encía y cómo reconocerlas:

Fibroma u otras lesiones benignas de la encía

Un fibroma oral es un bulto duro y redondeado que aparece por una irritación constante en la encía u otros tejidos de la boca. Por ejemplo, puede formarse un fibroma por el roce de una prótesis dental mal ajustada, de los brackets de ortodoncia, o simplemente por el hábito de morderse la mejilla o el labio repetidamente. Este tipo de masa es de naturaleza benigna (no cancerosa). Normalmente no duele ni supura; se siente como una bolita firme del mismo color rosado de la encía.

¿Cómo reconocer un fibroma? Suele ser pequeño (aunque puede crecer con el tiempo), firme al tacto y no cambia de color (permanece rosado como el tejido circundante). No provoca dolor, solo cierta molestia por su presencia. Si el granito en tu encía no duele, es duro y lleva semanas o meses sin cambios importantes, podría tratarse de un fibroma u otra lesión similar (como un granuloma benigno).

¿Es grave? No, un fibroma en sí no es peligroso. Pero conviene que un dentista lo evalúe para confirmar el diagnóstico y descartar otras lesiones. Además, aunque no sea urgente, muchos pacientes quieren eliminarlo por estética o por incomodidad.

Absceso dental drenado o fístula (infección «silenciosa»)

Cuando el origen de un bulto en la encía es una infección dental, hablamos de un absceso (a veces llamado flemón dental). Un absceso es una acumulación de pus causada por bacterias, generalmente debido a una caries profunda no tratada o a una enfermedad de las encías avanzada (periodontitis).

Normalmente, un absceso dental causa dolor intenso, hinchazón e incluso fiebre. ¿Por qué a veces aparece un granito sin dolor entonces? Esto ocurre cuando el absceso encuentra un camino de salida a través de la encía formando una fístula. La fístula es como un canalito por donde drena el pus. Al drenar, baja la presión en el tejido infectado y el dolor puede disminuir o desaparecer. En estas situaciones verás una pequeña bola blanquecina o amarillenta en la encía (a menudo cerca de un diente en particular) que puede supurar un líquido de sabor amargo (pus). Aunque no duela, esta es una señal de alarma: indica que hay una infección activa en el diente o encía subyacente.

¿Cómo reconocer una fístula por absceso? El granito suele ser blando al tacto, a veces cambia de tamaño (puede reventar y volver a llenarse), y puede que notes sabor desagradable o mal aliento. Suele ubicarse cerca de un diente con historia de molestia, caries grande o tratamiento de conducto (endodoncia) previo. Es común en muelas muy picadas o incluso en un diente que tuvo un golpe. Importante: la ausencia de dolor no significa que el problema se haya resuelto; más bien significa que el pus está saliendo, pero la infección sigue allí.

¿Es grave? Puede serlo si no se trata. Un absceso dental crónico puede acabar destruyendo el hueso que sostiene al diente, causar la pérdida del diente e incluso dispersar la infección a otras áreas (provocando infecciones más serias en la mandíbula o en el cuerpo). Por eso, un bulto de pus en la encía requiere atención odontológica lo antes posible, aunque no te duela nada en este momento.

Quiste mucoso (mucocele)

Un quiste mucoso oral, conocido como mucocele, es una lesión benigna llena de líquido mucoso. Aparece por la obstrucción de una glándula salival menor o por un mordisco/trauma en la zona que daña el conducto salival. Los mucoceles son más frecuentes en el labio inferior o interior de mejillas, pero ocasionalmente pueden presentarse en la encía.

¿Cómo reconocer un mucocele? Es un bultito blando, translúcido o azulado, a veces de apariencia brillante. No duele, aunque podría haber ligera sensibilidad si crece mucho. Imagina una pequeña ampolla llena de líquido en la encía. Suele cambiar de tamaño: a veces revienta y vuelve a formarse.

¿Es grave? No, en absoluto. Un mucocele es inofensivo y muchas veces desaparece por sí solo tras días o semanas. Sin embargo, si persiste por más de 2 semanas, crece demasiado o molesta al comer/hablar, conviene que lo evalúe el dentista. En casos resistentes, el tratamiento es remover el quiste con una pequeña cirugía local (un procedimiento sencillo bajo anestesia local) para evitar que vuelva.

Problemas periodontales (encías) y otros orígenes infecciosos

Otra causa posible de un bulto indoloro es una infección de la encía en sí, no solo del diente. La gingivitis y la periodontitis (infecciones de las encías por acumulación de placa bacteriana y sarro) pueden producir abscesos periodontales. Un absceso periodontal es parecido al que produce una caries, pero el pus se origina en la encía alrededor de la raíz del diente. También puede drenar formando un granito blanquecino. Muchas veces el paciente no siente dolor agudo, sino molestia leve, encía inflamada en esa zona y quizá algo de sangrado al cepillarse.

Además, infecciones por virus o hongos (como una herpetización en encías, aunque eso suele doler) o incluso una afta grande con inflamación alrededor podrían confundirse con un bulto. No obstante, las aftas (llagas) duelen y son ulceritas, no masas sólidas, por lo que generalmente no entrarían en la categoría de “granito sin dolor”.

Otras causas menos comunes (lesiones raras o serias)

Aunque es mucho menos frecuente, debo mencionarlo para ser completo: un bulto en la encía, indoloro o no, podría ser alguna lesión más seria. Por ejemplo, un tumor benigno diferente al fibroma, como un granuloma piógeno o un papiloma, puede aparecer en la encía. Estas lesiones a veces lucen como masas rojizas o violáceas que pueden sangrar con facilidad. Suelen requerir extirpación, pero no son cáncer.

La posibilidad más preocupante, aunque muy rara, es un tumor maligno (cáncer oral) iniciándose en la encía. Un cáncer de encía en etapas iniciales podría manifestarse como un engrosamiento o bulto que no duele. Por fortuna, el cáncer de encía es poco común, especialmente si no tienes factores de riesgo (consumo de tabaco, alcohol en exceso, lesiones crónicas en la zona, etc.). Aun así, como profesional te digo: cualquier lesión que no cicatriza en 2-3 semanas o que va aumentando debe ser evaluada. Si el dentista sospecha de algo fuera de lo común, te derivará a un especialista para una biopsia y descartar malignidad. Recalco que esta es la causa menos probable, pero por tu tranquilidad y seguridad siempre es mejor verificar.

¿Qué debo hacer si tengo un bulto en la encía que no duele?

Ya conocemos las posibles causas, pero ahora viene lo importante: ¿qué debes hacer tú como paciente? Te recomiendo estos pasos:

  • No lo ignores. Aunque no duela, observa el bulto de cerca. Fíjate en su tamaño, color, si supura líquido, si cambia con los días… Lleva un registro mental o incluso fotos con el móvil para ver si evoluciona.
  • Mantén una higiene impecable. Sigue cepillándote suavemente esa zona después de cada comida, usa hilo dental (si el hilo pasa cerca sin causar dolor) y enjuague bucal antiséptico. Una buena higiene ayuda a que cualquier pequeña infección local no empeore y facilita la curación de lesiones benignas. Por ejemplo, si es un pequeño absceso periodontal incipiente, mejorar la limpieza puede ayudar a drenar la infección.
  • No lo revientes ni apliques objetos punzantes. Es muy tentador querer “explotar” la bolita como si fuera un granito de la piel, pero no lo hagas. Apretar o pinchar el bulto en la encía puede empeorar la infección al empujar las bacterias más adentro o causar una herida. Tampoco introduzcas agujas ni ningún instrumento: podrías lesionarte o agravar el problema.
  • Remedios caseros con precaución. Algunos enjuagues tibios de agua con sal pueden ayudar a desinfectar ligeramente la zona y favorecer el drenaje si hay pus, aliviando la inflamación. También se suele recomendar enjuagues suaves con agua y peróxido de hidrógeno al 50% (mezclado con agua a partes iguales) o aplicar un poco de gel de clorhexidina en la encía, si lo tienes a mano, para reducir bacterias. Estos son alivios temporales, no soluciones definitivas. Úsalos solo mientras esperas la consulta con el dentista, no más de unos días, y nunca en concentraciones altas que puedan quemar la mucosa. Si notas que el bulto disminuye con estos cuidados, genial, pero igual debes averiguar la causa de fondo.
  • Revisa tu boca completamente. A veces, al cepillarte o explorarte, puedes encontrar otras pistas: por ejemplo, una caries grande en el diente cercano al bulto, una prótesis dental que está rozando la encía, o algún resto de comida atorado (como una cáscara) que esté causando irritación localizada. Si identificas algo evidente (por ejemplo, “oh, el alambre del bracket me está pinchando justo ahí”), evita que siga lastimando hasta que lo vea el especialista (en este ejemplo, podrías poner cera de ortodoncia sobre el bracket para proteger la encía temporalmente).
  • Observa la duración: Si el bultito desaparece por completo en uno o dos días, pudo haber sido algo pasajero (por ejemplo, una pequeña ampolla que ya drenó). Pero si persiste más de 1-2 semanas, aunque no duela o incluso si va y viene, es imprescindible que te evalúe un odontólogo.
  • Ante cualquier duda o síntoma nuevo, acude antes. No esperes a que algo que era indoloro se convierta en doloroso o se infecte más. Si en algún momento el bulto crece rápidamente, empieza a doler, notas pus, mal sabor, inflamación alrededor o fiebre, llama a tu dentista de inmediato. Estos son signos de que la situación requiere atención profesional urgente (seguramente un drenaje o antibiótico pronto).

No dejes pasar mucho tiempo. Un granito en la encía sin dolor que no se quita en un par de semanas merece una visita al dentista para un diagnóstico adecuado. Es mejor prevenir complicaciones que arrepentirse después.

Tratamiento: ¿cómo se quita el bulto en la encía?

El tratamiento va a depender completamente de la causa del bulto. Por eso recalcamos tanto la importancia de diagnosticar correctamente qué lo está originando. Te adelanto las medidas típicas según los casos más comunes:

  • Fibroma u otros bultos benignos: Se solucionan con una pequeña cirugía ambulatoria. El dentista o cirujano oral adormecerá la zona con anestesia local y recortará el tejido fibroso del bulto. Es un procedimiento rápido y generalmente curativo (no suele reproducirse si se elimina el factor irritante). Después de quitarlo, es importante eliminar la causa: por ejemplo, ajustar la prótesis que rozaba, pulir el borde del diente que te lastimaba o modificar ese hábito de morderte.
  • Absceso dental / flemón: Aquí el objetivo es drenar la infección y eliminar su origen. El dentista puede hacer una pequeña incisión en la encía para drenar el pus (o a veces el pus ya sale por la fístula). Seguramente te recetará antibióticos para controlar la infección bacteriana. Pero eso es solo el primer paso: luego hay que tratar el diente causante. Si el absceso vino de una caries profunda, habrá que realizar una endodoncia (tratamiento de conducto) para limpiar la infección dentro de la raíz, o en casos muy avanzados, extraer el diente si está destruido. Si el origen fue periodontal (de la encía), se hará un curetaje o limpieza profunda de esa bolsa periodontal infectada. Cada caso se evalúa individualmente. Lo importante: resolver tanto el síntoma (bulto de pus) como la causa (diente o encía enfermos). Tras el tratamiento adecuado, el granito desaparecerá y la zona sanará.
  • Quiste mucoso (mucocele): Si el mucocele no se va solo y está muy presente, el odontólogo puede extirparlo fácilmente. Se retira el saco mucoso y a veces la glándula salival implicada para que no reincida. Es una cirugía menor con anestesia local. Si es pequeño y no molesta, se puede optar por simplemente vigilarlo; muchos mucoceles se rompen solos al cabo de unos días y no vuelven.
  • Enfermedad periodontal: En caso de abscesos por gingivitis/periodontitis, el tratamiento consiste en una limpieza profesional exhaustiva. Se eliminan las placas de sarro y bacterias bajo la encía (raspado y alisado radicular). Esto suele resolver la infección local. Adicionalmente, se pueden recetar enjuagues antibacterianos o antibiótico sistémico dependiendo de la severidad. Y, por supuesto, reforzar las medidas de higiene oral del paciente para prevenir recaídas.
  • Lesiones sospechosas o inusuales: Si el dentista ve que el bulto tiene una apariencia atípica (por ejemplo, un crecimiento de tejido irregular, ulcerado, que sangra fácil), podría recomendar una biopsia. Esto implica tomar un pequeño fragmento del tejido bajo anestesia local y enviarlo al patólogo para análisis. Es la forma de descartar condiciones como lesiones pre-malignas o malignas. Nuevamente, insistimos en que esto es raro, pero en medicina siempre es mejor estar seguros.

En la siguiente tabla te resumo las diferencias clave entre un absceso (flemón), un fibroma y un quiste mucoso, ya que son los escenarios más comunes:

Causa del bultoCaracterísticas típicasTratamiento recomendado
Absceso dental (flemón) con fístulaBulto blando con pus (punto blanco/amarillo), puede supurar líquido con mal sabor. A veces no duele por el drenaje, encía alrededor rojiza o hinchada. Suele asociarse a diente con caries profunda o infección.Drenaje del absceso y antibiótico. Tratamiento del diente causante: endodoncia (si el diente es salvable) o extracción en casos extremos. Si es periodontal: limpieza profunda de encías.
Fibroma (lesión benigna)Bulto duro y redondeado, de color rosado como la encía. Indoloro; molesta solo por su presencia. No supura ni cambia rápido de tamaño. Causado por irritación crónica (prótesis, brackets, mordeduras).Extirpación quirúrgica ambulatoria (sencilla, con anestesia local) si crece o molesta. Eliminar el factor irritante (ajustar prótesis, evitar mordedura, etc.) para prevenir recidiva.
Quiste mucoso (mucocele)Bultito blando, contenido líquido mucoso. Aspecto translúcido o azulado, puede cambiar de tamaño (a veces revienta y reaparece). No duele. Más frecuente en labio, pero posible en encía.Puede reabsorberse espontáneamente en días/semanas. Si persiste o aumenta, cirugía menor para remover el quiste (y glándula afectada) y así curarlo definitivamente.

(Nota: Existen otras causas de bultos en encías – p. ej. quistes de erupción en niños, hiperplasias por ciertos medicamentos, etc. – pero son menos comunes. Ante cualquier bulto anormal, siempre aplica la regla de oro: que lo evalúe un profesional.)

Cómo prevenir futuros bultos en la encía

No siempre se pueden prevenir todas las condiciones, pero mantener una buena salud bucal reduce enormemente las probabilidades de desarrollar infecciones y otras lesiones en las encías. Aquí van algunas recomendaciones preventivas:

  • Higiene oral rigurosa: Cepíllate los dientes después de cada comida (al menos dos a tres veces al día) con una técnica adecuada. No olvides cepillar la línea de la encía y la lengua. Usa hilo dental diariamente para remover la placa y restos entre dientes donde el cepillo no llega. Completa tu rutina con un enjuague bucal antibacterial (por ejemplo, con clorhexidina en periodos cortos, o enjuagues con flúor para protección anticaries). Una boca limpia dificulta que se formen abscesos por caries o por encías enfermas.
  • Visitas periódicas al dentista: Acude a revisiones dentales al menos una vez al año (mejor si son dos). Tu dentista puede detectar caries ocultas o signos iniciales de enfermedad de encías antes de que causen un flemón o bulto. Además, realiza limpiezas profesionales (profilaxis) según te recomienden, típicamente una o dos veces al año, para eliminar sarro y mantener las encías sanas.
  • Protección ante irritaciones: Si usas prótesis removibles, asegúrate de que estén bien ajustadas; acude a tu dentista si te rozan o provocan úlceras en la encía (así evitas fibromas por prótesis mal ajustadas). Si estás en ortodoncia y algún bracket o alambre te hiere la encía, no dudes en comunicarlo a tu ortodoncista; mientras tanto, utiliza la cera de ortodoncia sobre el aparato para minimizar el trauma. Evita morder objetos duros, uñas o lápices, y trata de no masticar siempre por el mismo lado si notas irritación, para no sobrecargar una zona.
  • Alimentación y hábitos saludables: Llevar una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales, fortalece tus tejidos y sistema inmune, ayudando a combatir infecciones. Evita el exceso de azúcar (reduce el riesgo de caries y abscesos). No fumes, ya que el tabaco retrasa la cicatrización, disminuye las defensas de las encías y además oculta síntomas (las encías de fumadores sangran menos aunque estén enfermas, enmascarando problemas hasta fases avanzadas).

Siguiendo estos consejos, es menos probable que en el futuro te vuelvas a encontrar con sorpresas desagradables en tus encías. Y recuerda: la prevención siempre será más sencilla (¡y económica!) que el tratamiento de una patología ya instaurada.

Preguntas frecuentes sobre el “granito” en la encía

¿Un granito en la encía sin dolor puede ser cáncer?

Es muy poco probable. La mayoría de los bultos en encías se deben a causas benignas o infecciosas (fibromas, abscesos, quistes) y no a cáncer. El cáncer oral en encía existe, pero suele presentarse con otras señales (ulceraciones que no curan, zonas endurecidas, sangrado, cambios de color) y normalmente afecta a personas con factores de riesgo (grandes fumadores, por ejemplo). Si tu dentista sospecha algo serio, te indicará una biopsia para salir de dudas. Pero estadísticamente, un bulto indoloro en la encía será benigno en la gran mayoría de casos.

El bulto no me duele nada, ¿debo preocuparme igual?

Que no duela no significa que esté todo bien. Muchas infecciones crónicas no duelen porque el cuerpo se ha adaptado (por ejemplo, drenando el pus). De hecho, un absceso con fístula puede no doler pero sigue siendo un foco infeccioso activo que hay que tratar. Mi consejo: ocúpate aunque no te duela. Preocuparnos de más no sirve, pero ocuparse (buscar la causa y tratarla) sí. En resumen: observa la evolución unos días, pero si no desaparece pronto o si tienes cualquier sospecha, visita al dentista. Te quedarás más tranquilo/a con un diagnóstico profesional.

¿Puedo reventar o drenar yo mismo el granito en casa?

No lo aconsejo en absoluto. Entiendo que puede ser tentador pinchar la bolita para “sacarla”, sobre todo si parece llena de pus. Pero manipularla en casa con objetos no esterilizados o apretándola con los dedos puede empeorar la infección, causar una herida mayor en la encía e incluso propagar las bacterias. Es preferible mantener la zona limpia, hacer enjuagues suaves como mencionamos, y dejar que sea el dentista quien drene el absceso de forma segura si hace falta. Nunca apliques aspirinas machacadas, alcohol ni otros remedios agresivos sobre la encía, podrías quemar el tejido.

¿Puede desaparecer el bulto por sí solo sin tratamiento?

Depende de la causa. Un mucocele pequeño podría reabsorberse o romperse solo y no volver. Un absceso dental puede desinflamarse temporalmente si drena pus (el bultito podría bajar), pero la infección seguirá latente hasta que un dentista limpie el foco; en estos casos suele reaparecer el flemón tarde o temprano si no se trata el diente. Un fibroma no desaparecerá por sí solo, ya que es tejido fibroso estable (solo se quita con cirugía). En cualquier caso, si notas que el bulto se fue solo, mantente alerta: si vuelve a salir en el mismo sitio o si internamente el problema persiste (por ejemplo, el diente con caries sigue sin tratar), el alivio será temporal. Es mejor que un especialista verifique que realmente todo esté bien.

¿Cómo diferencio un absceso (flemón) de un fibroma en la encía?

Hay algunas pistas: El absceso con fístula suele parecer una espinilla blanca o amarillenta; si la tocas puede soltar líquido (pus) y la encía alrededor puede estar roja o inflamada. Puede cambiar de tamaño en días (según se drene o acumule pus) y suele asociarse a un diente problemático; a veces duele al morder o hay sensibilidad en ese diente. En cambio, el fibroma es firme, color rosa igual que la encía, no fluctúa de tamaño rápidamente (permanece bastante igual día a día) y suele ubicarse donde hay roce o trauma repetitivo (por ejemplo, cerca de donde apoya una prótesis o donde muerdes). El fibroma no supura ni duele al tocarlo. De cualquier forma, ante la duda, la confirmación exacta la hará el dentista mediante exploración e incluso con pruebas (radiografías para ver si hay infección en el diente, etc.). ¡No cargues con la incertidumbre si no lo tienes claro!

Un granito en la encía sin dolor puede tener varias explicaciones, y la mayoría no son graves si se tratan a tiempo. Lo más importante es escuchar las señales de tu cuerpo: aunque no duela, un cambio en tu encía merece atención. Como odontóloga, te animo a que ante cualquier bulto o anomalía en tu boca, optes por la prevención y la revisión temprana. Así saldrás de dudas y, si hay que hacer algo, lo resolveremos antes de que se convierta en un problema mayor. Tu salud bucal lo agradecerá y tú ganarás en tranquilidad.

Espero que esta guía te haya sido útil. Si tienes más preguntas sobre Odontología General, no dudes en consultar con tu dentista de confianza — ¡estamos para ayudarte a sonreír con salud!

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Alicia Moreno Cleardent
Odontóloga
La Dra. Alicia Moreno Martínez es una odontóloga apasionada por la salud bucal infantil y la estética dental, con formación en prostodoncia restauradora y odontopediatría. Su reciente especialización en odontología estética le permite ofrecer un cuidado dental integral que no solo mejora la salud, sino también la confianza de sus pacientes. Con experiencia en odontología general desde 2018, la Dra. Moreno es muy valorada en nuestros centros, donde aplica sus conocimientos con un enfoque personalizado y una dedicación constante al bienestar de cada paciente.

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