18 julio 2025

Dientes de tiburón en niños: causas y soluciones

¿Tu hijo tiene dientes definitivos saliendo detrás de los de leche? Descubre qué son los dientes de tiburón, por qué ocurren y cómo tratarlos con éxito.

Los dientes de tiburón son una condición en la que los dientes permanentes erupcionan detrás de los de leche sin que estos se hayan caído. Es común entre los 5 y 7 años y, aunque suele resolverse solo, a veces requiere la extracción del diente de leche.

dientes tiburon

El 10% de los niños presenta el fenómeno conocido como dientes de tiburón, caracterizado por la aparición de una doble fila de dientes en edades tempranas. Como odontopediatra especialista de Cleardent con más de 20 años de experiencia clínica, durante los cuales he tratado a más de 10.000 pacientes, he desarrollado protocolos específicos que han ayudado a cientos de familias a resolver este problema sin complicaciones y a garantizar sonrisas bien alineadas en sus hijos. En este artículo, aprovecharé mi experiencia para brindarte la guía más completa y definitiva sobre los dientes de tiburón.

Como especialista en odontopediatría en Cleardent, he atendido innumerables casos de dientes en doble fila, por lo que puedo asegurar que la información que encontrarás aquí es resultado tanto de la evidencia científica actual como de la práctica clínica diaria. A lo largo de esta guía veremos qué son exactamente los dientes de tiburón, sus síntomas y señales (y cuándo deben preocuparnos), las causas y factores de riesgo implicados, el proceso completo de diagnóstico, las mejores opciones de tratamiento basadas en evidencia, consejos de prevención práctica y hasta casos clínicos reales de nuestra experiencia en Cleardent. Además, incluimos una sección de Preguntas Frecuentes donde respondo de forma clara a las dudas más comunes de los padres. ¡Empecemos!

¿Qué son los dientes de tiburón?

Los dientes de tiburón se definen como la situación en la que un diente permanente (definitivo) erupciona por detrás (o delante) de un diente de leche que aún no se ha caído, generando la apariencia de una doble hilera de piezas dentales. Es un fenómeno relativamente común durante la dentición mixta infantil, especialmente entre los 5 y 7 años de edad cuando comienza el recambio dentario. El nombre coloquial “dientes de tiburón” proviene de la similitud con la dentadura de los tiburones, que presentan múltiples filas de dientes.

En términos médicos, este fenómeno se considera una forma de erupción ectópica dental, ya que el diente definitivo emerge fuera de su trayectoria habitual debido a la presencia persistente del diente temporario. Por lo general, la doble fila ocurre solo en alguna zona específica (típicamente en los incisivos inferiores), no en toda la dentadura. Los profesionales clasifican esta condición como una anomalía eruptiva transitoria que no suele implicar complicaciones graves ni enfermedad como tal. De hecho, en la mayoría de los casos es una situación temporal y autorresolutiva: el diente de leche terminará cayéndose y el permanente ocupará su lugar sin mayores inconvenientes.

¿Qué tan frecuente es?

Estudios clínicos indican que aproximadamente uno de cada diez niños experimenta este fenómeno durante su desarrollo dental. En nuestras clínicas Cleardent observamos que es una de las consultas odontopediátricas más habituales cuando inicia el cambio de dientes. Aunque puede alarmar a los padres por su apariencia, es importante saber que no es una emergencia. A continuación, definiremos cómo reconocer los signos de dientes de tiburón y en qué circunstancias requiere atención especializada.

Síntomas y signos de dientes de tiburón

El síntoma principal de los dientes de tiburón es visual: se aprecia un diente nuevo emergiendo en segunda fila, generalmente justo detrás de un diente de leche que todavía permanece en su sitio. Esta doble fila dental es fácilmente identificable al observar la boca del niño y suele ser indolora al inicio, ya que el diente permanente simplemente asoma en la encía. Sin embargo, pueden presentarse algunos signos y molestias asociados:

  • Sensación de presión o incomodidad: A medida que el diente definitivo empuja para salir, el niño puede notar presión en las encías de la zona afectada. Esto ocurre porque falta espacio en la mandíbula y el diente emergente comprime ligeramente el tejido.
  • Encía enrojecida o inflamada: Alrededor del diente permanente que erupciona en mala posición, la encía puede aparecer algo inflamada, roja o sensible, lo que podría causar molestias leves al masticar. Esta inflamación es una señal de irritación local debido a la erupción atípica.
  • Diente de leche poco móvil: Un detalle importante es verificar la movilidad del diente de leche implicado. En un escenario normal de recambio, el diente de leche se afloja progresivamente. Si el diente temporal sigue firmemente sujeto a pesar de tener el permanente detrás, es un signo de que la raíz no se ha reabsorbido lo suficiente, y por tanto persiste la doble fila.
  • Dificultad leve para masticar: Algunos niños pueden experimentar problemas al morder o masticar si el diente en segunda fila choca con el de la arcada opuesta. La disposición irregular de los dientes podría dificultar la masticación normal, especialmente si el problema persiste y abarca piezas funcionales como molares.
  • Acumulación de placa: La presencia de un diente en doble hilera crea espacios de difícil acceso con el cepillo. Puede observarse acumulación de comida o placa bacteriana entre el diente de leche y el permanente, lo cual, si no se limpia bien, podría generar mal aliento o inflamación gingival localizada.

¿Cuándo debemos preocuparnos y acudir al odontopediatra? En la mayoría de los casos iniciales no hay que alarmarse. Lo habitual es que, tras unas semanas, el diente de leche comience a aflojarse y acabe cayendo por sí solo. Durante ese tiempo, animamos en Cleardent a nuestros pacientes infantiles a masticar alimentos firmes (manzana, zanahoria cruda, pan crujiente) con la zona afectada y a mover suavemente el diente de leche con la lengua o los dedos limpios, para estimular su caída. Esto forma parte del protocolo de evaluación que seguimos en Cleardent.

Sin embargo, debes consultar con el dentista en las siguientes situaciones de alertas:

  • Pasadas 2 meses sin movimiento: Si después de 4 a 8 semanas el diente de leche no muestra señales de aflojarse (o apenas se mueve), es momento de que un odontopediatra evalúe la situación. La persistencia más allá de uno o dos meses sugiere que quizá la raíz no se reabsorberá sola.
  • Dolor persistente: Si el niño comienza a quejarse de dolor constante en la zona o hay sensibilidad fuerte al morder, podría indicar que el diente permanente está ejerciendo presión indebida o hay inflamación significativa. Un dolor intenso no es común en dientes de tiburón simples, por lo que debe ser revisado.
  • Desalineación notable: Si el diente definitivo en doble fila está creciendo muy torcido o lejos de su posición ideal, desviando la alineación de la dentadura, conviene consultar pronto. Un marcado desplazamiento puede presagiar problemas de espacio o maloclusión.
  • Inflamación o infección: En caso de ver la encía muy hinchada, enrojecida y dolorosa, o incluso salida de pus (signo de infección), se debe acudir de inmediato. Aunque raro en dientes de tiburón, podría indicar una infección periodontal alrededor del diente retenido.
  • Edad atípica: Si esta situación ocurre fuera de la edad habitual de recambio (por ejemplo, un diente de tiburón en un adolescente de 13-14 años), podría tratarse de un caso de diente de leche retenido patológicamente. En adolescentes o adultos, es muy inusual tener dientes de tiburón; habría que descartar un diente supernumerario (un diente extra) u otras alteraciones. En Cleardent hemos visto casos excepcionales en adultos con dientes de leche retenidos, y siempre requieren evaluación profesional.

En las primeras semanas, observa y ten paciencia. Si pasado un tiempo razonable el diente de leche sigue firme o hay molestias significativas, lo prudente es visitar al odontopediatra. El protocolo de evaluación que seguimos en Cleardent incluye revisar clínicamente la movilidad del diente de leche, tomar radiografías si es necesario y decidir si se espera más o se interviene. A continuación, entenderemos por qué ocurre este fenómeno en algunos niños y qué factores pueden influir.

Causas de los dientes de tiburón

No existe una única causa clara para los dientes de tiburón; en cambio, suele ser el resultado de varios factores combinados que influyen en el recambio dental. En mi experiencia en Cleardent, he identificado los siguientes factores principales y de riesgo que pueden propiciar la aparición de una doble fila dental:

  • Retraso en la reabsorción de la raíz del diente de leche: Es la causa primaria en muchos casos. Normalmente, el diente permanente en desarrollo disuelve la raíz del diente de leche desde abajo, aflojándolo hasta que cae. Si la raíz del diente de leche no se reabsorbe completamente o lo hace muy lento, el diente de leche permanece firme en la encía. Entonces, el diente permanente, al erupcionar, no encuentra el camino libre y sale por detrás o delante del diente temporal.
  • Erupción adelantada o “a destiempo” del permanente: En ocasiones, el diente definitivo comienza a erupcionar antes de lo previsto, cuando todavía la raíz del temporal sigue prácticamente intacta. Este desfase en la cronología (erupción prematura) puede deberse a factores genéticos o a variaciones individuales. El resultado es un permanente tratando de ocupar un lugar que aún no está listo, viéndose forzado a desviarse de su trayectoria normal.
  • Falta de espacio en la arcada dental (apiñamiento): Un factor de riesgo importante es la mandíbula pequeña o dientes de leche muy juntos. Si la arcada dental infantil es estrecha o los dientes de leche están apiñados, el diente permanente tiene “reservado” menos espacio del que necesita para emerger. Esto lo “obliga” a salir en una posición anómala (por lingual o palatino respecto al diente temporal). La falta de espacio suele ser hereditaria o condicionada por la estructura ósea del niño.
  • Alimentación demasiado blanda y hábitos modernos: Una teoría reciente sugiere que la dieta contemporánea, compuesta por alimentos muy blandos y procesados, podría estar contribuyendo a los dientes de tiburón. Tradicionalmente, la masticación vigorosa de alimentos duros (frutas crudas, vegetales fibrosos, pan crujiente) ayuda a estímular la reabsorción de las raíces de los dientes de leche. Sin embargo, muchos niños hoy consumen sobre todo comidas de textura suave (purés, pan de molde, etc.), lo que implica menos estímulo mecánico sobre los dientes de leche. En Cleardent aconsejamos a los padres incluir alimentos que requieran morder, para promover un recambio natural.
  • Maloclusión o desviación eruptiva: Una mala alineación de la mordida (p. ej. una malaoclusión esquelética) puede predisponer a erupciones anómalas. Asimismo, puede ocurrir que el diente permanente venga con una pequeña desviación en su eje eruptivo por razones desconocidas, dirigiéndose ligeramente detrás o delante de la posición ideal. Esta desviación unida a la presencia del diente de leche desencadena la doble fila.
  • Factores genéticos: La genética influye tanto en los tiempos de exfoliación (caída) de los dientes de leche como en el tamaño de la mandíbula. Es posible que niños cuyos padres tuvieron dientes de tiburón presenten la misma tendencia. También la genética puede determinar que ciertas raíces de leche sean más persistentes.
  • Traumas o lesiones previas en dientes de leche: Un golpe fuerte en un diente de leche a veces puede alterar su raíz o el desarrollo del permanente subyacente. Curiosamente, un trauma podría acelerar o retrasar la caída del temporal. Si un diente de leche sufrió una lesión que fortaleció tejido cicatricial, podría quedar “anquilosado” (fusionado al hueso) y no caerse a tiempo, mientras el permanente sigue su curso por otro camino.
  • Condiciones especiales de salud: Raramente, trastornos sistémicos o síndromes pueden afectar la dentición (por ejemplo, hipotiroidismo o displasias ectodérmicas alteran la cronología dental). Sin embargo, en un niño sano promedio, los dientes de tiburón se explican casi siempre por los factores locales antes mencionados.

En mi experiencia en Cleardent, suelo ver una combinación de causas en cada caso. Por ejemplo, un paciente puede tener ligera falta de espacio y además una raíz muy resistente, lo que junto desencadena la doble fila. En nuestras clínicas Cleardent hemos observado que fomentar hábitos de masticación adecuados y realizar revisiones periódicas durante la etapa de recambio dentario ayuda a identificar estos factores de riesgo a tiempo. A continuación, describimos cómo diagnosticamos y evaluamos completamente esta condición cuando un padre acude preocupado a nuestra consulta.

Diagnóstico de dientes de tiburón – Proceso completo

El diagnóstico de dientes de tiburón es básicamente clínico: suele confirmarse con la simple inspección visual de la boca del niño. No obstante, un odontopediatra entrenado seguirá un proceso exhaustivo para valorar el caso y descartar otros problemas. Estos son los pasos del diagnóstico completo que realizamos en Cleardent:

  • Historia clínica y examen visual: Primero, recopilamos la información. Preguntamos la edad del niño (para verificar si corresponde al periodo de recambio normal), cuánto tiempo lleva el diente definitivo asomado, si el niño siente dolor o molestia, y si hay algún antecedente familiar similar. Luego inspeccionamos la cavidad oral: confirmamos la presencia de un diente permanente erupcionando fuera de lugar coexistiendo con el diente de leche. Evaluamos si el diente de leche está móvil o firmemente anclado. También observamos el estado de la encía (si hay inflamación, enrojecimiento) y si hay signos de placa acumulada entre las filas.
  • Radiografía dental (diagnóstico por imagen): En casi todos los casos de dientes de tiburón, en Cleardent realizamos una radiografía intraoral (por ejemplo, una radiografía periapical o una ortopantomografía –radiografía panorámica– si queremos ver toda la arcada). La radiografía nos permite visualizar la raíz del diente de leche y ver cuánto se ha reabsorbido. También confirma la posición exacta del diente permanente, la dirección de su erupción y si existe algún otro diente oculto (descartamos un posible diente supernumerario adicional). Además, evaluamos el espacio disponible en la arcada mediante la imagen.
  • Diagnóstico diferencial: Con la información clínica y radiográfica, diferenciamos el cuadro de dientes de tiburón de otras posibles condiciones. Por ejemplo, debemos confirmar que el diente en segunda fila realmente es el diente permanente correspondiente y no un diente extra (supernumerario) que haya salido además del permanente. En ocasiones muy poco frecuentes un niño puede tener un diente adicional; la radiografía ayuda a distinguirlo contando las piezas. También diferenciamos de la anquilosis dental (cuando un diente de leche se fusiona al hueso y no cae) –esta condición en sí puede ser una causa subyacente–. Finalmente, descartamos patologías como quistes o tumores que pudieran desviar la erupción (esto es rarísimo en edades tempranas, pero se revisa).
  • Evaluación de maloclusión y espacio: Analizamos la mordida del niño: comprobamos si el diente en doble fila contacta con algo al ocluir, y medimos de forma aproximada el espacio en la arcada. En Cleardent contamos con software de análisis digital que, a partir de modelos o escaneos intraorales 3D, permite simular la posición final del diente permanente una vez caiga el de leche. Esto nos da información sobre si el diente podría alinearse solo o si hay discrepancias de tamaño que requerirían ortodoncia.
  • Plan de acción individualizado: Tras el diagnóstico, decidimos junto a los padres el manejo. Un diagnóstico completo incluye explicarles la situación: mostramos la radiografía para que vean la raíz persistente, les tranquilizamos indicando que es común y les presentamos las opciones (observar vs. intervenir). Documentamos la situación para control: fotos intraorales o radiografías guardadas en la historia clínica para comparar en revisiones.

Tecnología diagnóstica de vanguardia

En Cleardent utilizamos tecnología de última generación para respaldar el diagnóstico. Además de radiografías digitales de baja radiación, disponemos de escáneres intraorales 3D que, sin necesidad de moldes, crean un modelo digital de la dentadura del niño. Esta herramienta nos ayuda a planificar posibles movimientos del diente y evaluar espacio con gran precisión. En casos complejos, incluso hemos recurrido a TCB (tomografía computarizada de haz cónico) para ver en 3D la posición radicular, aunque normalmente no es necesario en dientes de tiburón simples.

El diagnóstico diferencial es crucial: asegurarnos de que tratamos una simple discordancia en la exfoliación dental y no otro problema. Por suerte, en la mayoría de casos confirmamos que se trata efectivamente de un diente permanente normal esperando su turno. Con el diagnóstico en mano, podemos determinar el mejor algoritmo de tratamiento, que suele depender de la severidad y el tiempo de evolución. Veamos las opciones terapéuticas disponibles y qué protocolo seguimos en Cleardent.

Tratamiento de los dientes de tiburón

El manejo de un diente de tiburón dependerá de cada caso, pero en la mayoría de situaciones no se requiere un tratamiento invasivo inmediato. El algoritmo terapéutico que seguimos en Cleardent se basa primero en la conservación (esperar y observar) y, solo si es necesario, se pasa a intervenciones activas. A continuación, detallamos las opciones de tratamiento de menos a más invasivo:

  • Enfoque conservador (“esperar y observar”): En la gran parte de casos iniciales, el tratamiento de elección es la conducta expectante. Esto significa dar tiempo a que la naturaleza siga su curso. Se instruye a los padres y al niño para que vigilen la movilidad del diente de leche y continúen estimulándolo. En Cleardent recomendamos realizar revisiones periódicas (por ejemplo, cada 2-3 semanas) para comprobar el progreso. Durante este período:
    • Estimulación en casa: Se sugiere al niño que muerda alimentos más duros por esa zona y que dedique unos minutos al día a mover el diente de leche con la lengua o con los dedos limpios (o incluso con una gasa). Esto acelera la reabsorción de la raíz.
    • Higiene rigurosa: Mantener una excelente higiene bucal es fundamental. Aconsejamos cepillar suavemente alrededor del diente en doble fila para evitar placa. También se puede usar un cepillo interproximal pequeño para limpiar entre el diente permanente y el de leche, si hay espacio.
    • Paciencia informada: Explicamos a los padres que, típicamente, en el plazo de unas semanas a pocos meses el diente de leche acabará aflojándose y cayendo por sí solo, permitiendo que el permanente avance a su posición. Mientras no haya dolor ni otros problemas, esta es la opción preferida por basarse en la evidencia de resolución natural en la mayoría de casos.
  • Extracción del diente de leche (tratamiento invasivo menor): Si el enfoque conservador no da resultado en un tiempo razonable, o si desde el inicio vemos factores que dificultan la caída (por ejemplo, ninguna movilidad tras 2-3 meses, o raíz completa en la radiografía), entonces pasamos a la intervención. El odontopediatra puede recomendar la extracción del diente de leche persistente. Este procedimiento, llamado exodoncia decidua, es simple, rápido y se realiza bajo anestesia local:
    • En Cleardent aplicamos una anestesia tópica previa (gel adormecedor en la encía) y luego anestesia local suave. La extracción del diente de leche suele ser rápida porque su raíz, aunque no reabsorbió del todo, es más corta que la de un diente permanente.
    • Tras la extracción, el niño sentirá adormecida la zona por una hora aprox. Damos instrucciones de morder una gasa por 15-20 minutos para controlar el leve sangrado.
    • La recuperación es muy rápida: al ser un diente de leche, generalmente la herida es pequeña y cicatriza en pocos días. Indicamos dieta blanda ese día y analgésico infantil solo si hay molestia (por lo general, mínima).
    • Seguimiento post-extracción: Citamos al pequeño paciente en 1 o 2 semanas para revisar que el sitio esté sano. Sucesivamente, monitorizamos cómo el diente permanente ocupa el espacio vacío. Por fortuna, una vez que removemos el obstáculo, el diente definitivo suele desplazarse hacia su lugar natural en la arcada ayudado por la presión de la lengua.
    • Esta intervención la realizamos solo cuando es necesario. En Cleardent priorizamos evitar extracciones innecesarias, ya que extraer demasiado pronto un diente de leche sin necesidad puede causar ansiedad al niño y no siempre acelera la solución (muchos padres creen que “cuanto antes saquemos el diente de leche, antes se coloca el definitivo”, pero esto es más un mito que una realidad). Por eso la decisión de extracción la tomamos con cautela, cuando el beneficio supera el trauma de extraer.
  • Tratamientos ortodónticos (si es requerido): En la mayoría de los casos, con la caída natural o extracción del diente de leche, el diente permanente migrará por sí mismo a su posición correcta gracias a la acción de la lengua y al crecimiento óseo. Sin embargo, si existe un problema subyacente de espacio o alineación, podría ser necesario un apoyo ortodóntico:
    • Ortodoncia interceptiva: Si detectamos apiñamiento significativo o una arcada muy estrecha, a veces indicamos tratamientos tempranos como un disyuntor del paladar o mantenedores de espacio. Estas medidas crean sitio para que los dientes permanentes se coloquen adecuadamente, previniendo futuras extracciones o maloclusiones. Por ejemplo, en un caso de falta de espacio generalizado, un expansor palatino a los 7-8 años puede evitar problemas mayores a los 12.
    • Brackets o alineadores más adelante: Según nuestra experiencia, la necesidad de brackets a causa específica de un diente de tiburón aislado es poco común. Si el resto de la dentadura es normal, el diente definitivo suele alinearse solo una vez liberado el espacio. Sin embargo, en ocasiones el niño podrá acabar requiriendo ortodoncia en la adolescencia, pero típicamente será debido a apiñamiento general y no directamente por el episodio del diente en doble fila. En cualquier caso, tras resolver el diente de tiburón, mantendremos controles periódicos hasta la adolescencia. En Cleardent contamos con ortodoncistas que evalúan a los pacientes a la edad apropiada para determinar si necesitan aparatos.
    • Es importante tranquilizar a los padres: no siempre un diente de tiburón deriva en usar brackets. Si el problema fue únicamente un retraso en la caída, una vez resuelto, la mordida puede desarrollarse normal. Solo indicaremos ortodoncia si vemos un claro desajuste en la posición final del diente o problemas de espacio persistentes.
  • Tratamientos complementarios: Por lo general, no se requieren medicamentos ni cirugías adicionales. Únicamente en casos de encías inflamadas podríamos recetar un enjuague bucal suave con clorhexidina para evitar infección, o un gel antiinflamatorio tópico si hubiera irritación gingival considerable. Pero esto es infrecuente. También enfatizamos la educación: enseñamos al niño técnicas de cepillado para su doble fila temporal y damos pautas de dieta e higiene, lo cual forma parte del tratamiento global.

El protocolo que hemos desarrollado en Cleardent combina estos pasos de forma personalizada. Por ejemplo, tuvimos un caso en el que optamos inicialmente por observar 6 semanas; al no caer el diente, hicimos la extracción; luego colocamos un pequeño mantenedor de espacio removible temporal para guiar el diente definitivo. Todo depende de la situación particular. Con base en la evidencia, la mayoría de dientes de tiburón se resuelven con la caída natural o una extracción simple. La clave está en actuar en el momento justo: ni muy pronto (para no intervenir innecesariamente) ni demasiado tarde (para evitar complicaciones).

Después del tratamiento, la recuperación del niño suele ser inmediata en caso de enfoque conservador (no hay nada que curar) y de 1-2 días tras una extracción (solo leves molestias manejables con analgésicos comunes). Siempre planificamos una revisión de seguimiento a las pocas semanas: confirmamos que el diente permanente esté avanzando hacia su sitio. En controles posteriores, verificamos la alineación. En Cleardent, nuestro enfoque integral incluye documentar el resultado con fotos y radiografías para asegurarnos de que el desarrollo dental sigue su curso óptimo.

Prevención de los dientes de tiburón – Guía práctica

Dado que los dientes de tiburón ocurren durante un proceso natural (el cambio de dentición), no siempre es posible prevenirlos al 100%. Sin embargo, sí existen medidas preventivas que pueden reducir la probabilidad o al menos minimizar la duración de una doble fila dental. Basándonos en la evidencia y en la práctica diaria en Cleardent, estas son nuestras recomendaciones preventivas:

  • Alimentación que estimule la masticación: Uno de los consejos más importantes es fomentar en los niños una dieta con texturas variadas, incluyendo alimentos algo duros o fibrosos adecuados a su edad. Morder frutas enteras (manzana, pera), vegetales crudos (zanahoria, pepino) y panes de corteza (no siempre pan de molde) ayuda a aflojar los dientes de leche naturalmente. Evita que toda su dieta sean purés o alimentos blandos. En Cleardent recomendamos a los padres introducir estos alimentos a partir de los 5 años para promover una caída oportuna de los dientes de leche.
  • Estimular el juego con dientes flojos: Cuando un niño tiene un diente de leche móvil, es buena idea animarlo sutilmente a jugar con él (con la lengua o dedo limpio). Este pequeño hábito acelera la reabsorción de la raíz. Muchos niños tienen instintivamente la manía de mover sus dientes flojos; es positivo reforzarla (siempre con las manos limpias). Eso sí, no se debe forzar arrancar un diente que aún no está listo; solo fomentar movimientos suaves diarios.
  • Revisiones periódicas con el odontopediatra: La prevención más efectiva es la detención temprana. Lleva a tu hijo a controles regulares. En Cleardent aconsejamos realizar una revisión antes del inicio del recambio dentario (alrededor de los 5 años) y luego durante el período de caída de dientes de leche. Estas visitas permiten al dentista anticipar problemas de espacio u observar si algún diente de leche parece no reabsorberse. Como mencionó la Clínica Dental Simón, es recomendable la visita cuando erupciona el primer diente de leche y luego otra al iniciarse la caída de dientes, para valorar la correcta colocación de los dientes y hacer intervenciones tempranas de ser necesario. En Cleardent, en cada control tomamos radiografías panorámicas cuando los niños están en edad de recambio para verificar la posición de los permanentes que vienen.
  • Atención a los “espacios” en la dentición de leche: Curiosamente, tener espacios entre los dientes de leche es algo bueno. Si notas que tu hijo no tiene ningún espacio interdental en su dentición de leche (todos los dientes muy juntos), eso implica que los dientes permanentes (más anchos) probablemente tendrán poco espacio. En estos casos, informa al dentista. Un odontopediatra podrá planificar medidas preventivas de ortodoncia interceptiva (como extraer selectivamente algún diente de leche antes de tiempo, o usar expansores) para evitar que los permanentes salgan fuera de lugar. Recomendamos a nuestros pacientes de Cleardent que ante cualquier signo de apiñamiento futuro (falta de espacios) lo consulten, incluso antes de que se manifieste un diente de tiburón.
  • Buen manejo de traumatismos dentales: Si tu hijo sufre un golpe en un diente de leche, acude al dentista. Un diente de leche traumatizado podría quedar anquilosado (fusionado al hueso) y no caerse normalmente. Tratando a tiempo un diente de leche dañado (por ejemplo, con una extracción si está muy dañado) se puede prevenir que luego el permanente tenga que salir por otro sitio.
  • Higiene bucodental excelente: Mantener dientes y encías sanos no previene directamente la erupción ectópica, pero sí evita complicaciones. Una boca libre de caries e inflamación responderá mejor al proceso natural de recambio. Además, si llegara a presentarse un diente de tiburón, será más sencillo manejarlo sin infección ni dolor de por medio. Asegúrate de instaurar desde temprana edad hábitos de cepillado (mínimo dos veces al día con pasta fluorada) y uso de hilo dental infantil cuando los dientes están en contacto.
  • Educar y no infundir miedo: Por último, pero no menos importante, prepara a tu hijo para el recambio dental de forma positiva. Explícale que es normal que sus dientecitos se muevan y caigan, y que no debe tener miedo de ello. Muchos niños por temor evitan tocar sus dientes flojos, lo que puede prolongar la permanencia del diente de leche. Si lo toman con naturalidad, colaborarán mejor en su propia prevención. El equipo multidisciplinar de Cleardent incluye psicólogos infantiles que nos han ayudado a desarrollar técnicas para que los niños vean la caída de dientes como algo divertido (¡el Ratoncito Pérez en la cultura hispana puede ser un gran aliado motivacional!).

La prevención de los dientes de tiburón consiste en promover un recambio dentario saludable: buena alimentación, hábitos de masticación, vigilancia activa de los dientes flojos y chequeos dentales regulares. Con estas medidas, muchas veces conseguimos que, si un diente permanente empieza a asomar, el de leche ya esté lo suficientemente suelto para dejarle paso sin problemas. Y en caso de aparecer igualmente una doble fila, estaremos listos para actuar rápidamente evitando que se prolongue o cause inconvenientes mayores.

Casos clínicos reales – Mi experiencia en Cleardent

A continuación, compartiré brevemente 3 casos reales de pacientes con dientes de tiburón que hemos tratado en nuestras clínicas Cleardent. Estos ejemplos ilustran distintos escenarios y soluciones, demostrando que cada caso puede requerir un enfoque personalizado:

Caso 1: Resolución natural con espera vigilada
Paciente: Niño de 6 años, Madrid. Situación: La madre acude a Cleardent preocupada porque a su hijo “le salió un diente detrás del de leche” en el incisivo inferior central. Al examen, vimos el diente permanente erupcionando lingual al diente de leche, que aún no estaba nada flojo. Acción: Explicamos que era un caso típico de dientes de tiburón y optamos por observar y estimular. Se citó revisiones cada 3 semanas. Indicamos a la familia que el niño mordiera una manzana al día y moviera el diente frecuentemente. Evolución: A la 6.ª semana, en la revisión notamos que el diente de leche ya estaba muy móvil; pocos días después cayó espontáneamente durante la cena. En el control de 1 mes post-caída, el incisivo definitivo ya había avanzado hacia la posición correcta ayudado por la lengua. Resultado: El diente permanente se alineó por completo en los meses siguientes sin necesidad de ortodoncia. Lecciones aprendidas: Con paciencia y las pautas adecuadas, la naturaleza resolvió el caso. La madre estaba agradecida de haber evitado una extracción innecesaria. Este caso refuerza nuestra convicción de agotar primero la vía conservadora cuando las condiciones lo permiten.

Caso 2: Extracción oportuna y rápida alineación
Paciente: Niña de 7 años, Barcelona. Situación: Presentaba un diente “en doble fila” en un incisivo superior (palatino al incisivo de leche) desde hacía más de 2 meses. Los padres acudieron a Cleardent porque el diente de leche seguía muy firme y la niña comenzaba a morderse el labio con el diente nuevo por su posición. Acción: Tras radiografía, constatamos que la raíz del diente de leche apenas se había reabsorbido (persistía completa). Decidimos una extracción del diente de leche bajo anestesia local. El procedimiento fue sencillo; la pequeña paciente lo toleró muy bien con nuestro odontopediatra experto en técnicas de manejo infantil. Evolución: Una semana después, la encía estaba cicatrizada y el diente permanente había empezado a desplazarse hacia adelante. Tres meses más tarde, ese incisivo definitivo ocupó el lugar correcto prácticamente alineado con sus vecinos. Hicimos controles hasta los 9 años y la arcada superior quedó alineada sin necesidad de aparatos. Resultado: La intervención temprana evitó que el diente permanente permaneciera mal posicionado por mucho tiempo. Los padres expresaron alivio al ver que la solución fue rápida y efectiva, y la niña perdió el miedo al dentista al experimentar una extracción indolora en Cleardent. Lecciones aprendidas: Cuando la raíz no se reabsorbe, una extracción a tiempo resuelve el problema y la lengua se encarga del resto. Importante también manejar la psicología infantil para que la experiencia sea positiva.

Caso 3: Caso complejo con necesidad ortodóncica
Paciente: Niño de 11 años, Sevilla. Situación: Paciente referido a Cleardent por doble fila en colmillos (caninos) superiores. En este caso, los dientes de leche caninos no habían caído y los permanentes erupcionaron por el paladar, generando “colmillos de tiburón” internos. Además, presentaba apiñamiento general (poco espacio). Acción: Aquí estábamos fuera del rango típico de edad; los caninos permanentes suelen salir hacia los 11-12 años, pero los de leche debieron caer antes. Diagnóstico: dientes de leche retenidos por falta de espacio y erupción ectópica de caninos. Decidimos un plan integral: extracción de los caninos de leche en quirófano bajo sedación suave (porque eran varios dientes) y colocación de ortodoncia interceptiva. Se colocaron brackets parciales con resortes para guiar los caninos permanentes hacia su sitio una vez liberados. Evolución: En 8 meses de tratamiento ortodóntico, logramos mover gradualmente los colmillos definitivos a la arcada correcta. Al final, el niño quedó con todos los permanentes en su lugar, si bien tendrá más adelante ortodoncia completa para fine-tuning. Resultado: Evitamos complicaciones mayores (un colmillo incluido puede requerir cirugía más compleja si no se trata). La familia comprendió que, en casos con fuerte componente de apiñamiento, el diente de tiburón es señal de un problema de espacio que hay que abordar globalmente. Lecciones aprendidas: Este caso muestra que cuando hay múltiples dientes de tiburón y falta de espacio severa, es necesario un abordaje multidisciplinar: odontopediatría + ortodoncia. La coordinación del equipo de Cleardent (odontopediatras, cirujanos y ortodoncistas) permitió un tratamiento exitoso.

En conclusión de estos casos, podemos afirmar que cada niño puede presentar un escenario distinto. Desde Cleardent siempre evaluamos cuidadosamente y aplicamos el protocolo más indicado, ya sea esperar, extraer o complementar con ortodoncia. Lo común en todos los casos es que, con el manejo adecuado, los dientes definitivos terminaron en su lugar correcto y los pacientes mantienen sonrisas sanas. Nuestra prioridad es resolver el problema con el mínimo trauma y el máximo beneficio a largo plazo para la dentición del paciente.

Preguntas Frecuentes sobre los dientes de tiburón

¿Qué son exactamente los dientes de tiburón en niños?

Los dientes de tiburón en niños son cuando aparece una doble fila de dientes durante el cambio de dentición. Esto ocurre porque un diente permanente crece por detrás (o delante) de un diente de leche que todavía no se ha caído. El resultado es que por un tiempo el niño tiene dos dientes (el de leche y el definitivo) ocupando el espacio de uno, similar a las filas múltiples de dientes que tienen los tiburones. Es importante destacar que es una condición común y transitoria en la etapa de recambio dental. En términos médicos, corresponde a una erupción ectópica del diente permanente. Como odontopediatra en Cleardent, explico a los padres que visualmente puede impresionar, pero generalmente no es grave y suele resolverse cuando el diente de leche finalmente se cae y el permanente ocupa su lugar.

¿Por qué aparecen los dientes de tiburón en los niños?

Los dientes de tiburón pueden aparecer por varias razones combinadas. La causa principal es un retraso en la caída del diente de leche: si la raíz del diente de leche no se ha reabsorbido lo bastante, el diente se queda en su sitio y el definitivo, al erupcionar, busca salida por otro lado. Otros factores comunes son la falta de espacio en la mandíbula (cuando la boca del niño es pequeña o los dientes de leche están muy juntos, el diente nuevo no encuentra sitio y sale en segunda fila), o una erupción desviada del diente permanente (a veces el diente definitivo viene con una angulación incorrecta). También la genética influye: algunos niños heredan mandíbulas pequeñas o tiempos de recambio más lentos. Incluso se cree que la dieta moderna blanda (pocos alimentos duros que masticar) puede contribuir, ya que masticar poco podría ralentizar la aflojamiento de los dientes de leche. En resumen, aparece cuando el “relevo” entre diente de leche y permanente no está bien sincronizado por alguna de estas causas.

¿Qué debo hacer si a mi hijo le sale un diente permanente detrás del de leche?

Lo primero es no entrar en pánico, ya que es un evento frecuente y manejable. Si notas un diente permanente erupcionando en doble fila, observa si el diente de leche está flojo. Puedes ayudar pidiendo a tu hijo que lo mueva con la lengua y dándole alimentos algo más duros para masticar por ese lado (como manzana, zanahoria). Mantén la zona limpia, cepillando suavemente. Por lo general, espera unas semanas: en muchos casos el diente de leche se aflojará y caerá solo, resolviendo el problema. Como especialista de Cleardent, suelo citar al niño para evaluar la situación; es recomendable llevarlo al odontopediatra si el diente de leche no se mueve en absoluto o si el permanente está muy fuera de lugar. En consulta valoraremos si conviene seguir esperando o extraer el diente de leche. Pero de entrada, no intentes sacar el diente de leche bruscamente en casa (podrías causar dolor o susto). Mejor sigue estimulando suavemente y busca asesoramiento profesional en cuanto puedas para quedarte tranquilo.

¿Debo preocuparme por los dientes de tiburón o es algo normal?

En la mayoría de los casos, no es motivo de alarma grave, sino una variación normal del proceso de cambio dental. Los dientes de tiburón son bastante comunes entre los 5 y 7 años, y a menudo se resuelven solos sin consecuencias. Debes preocuparte en un sentido de estar atento, pero no asustado: observa la evolución. Es normal que al principio el diente de leche no se mueva nada, y con las semanas vaya aflojándose hasta caer. Lo que sí debe alertarte es si pasan uno o dos meses sin cambios, o si el niño siente dolor o incomodidad significativa. También, si la doble fila persiste mucho tiempo, podría llegar a afectar la posición final del diente. En Cleardent hemos visto muchísimos casos y siempre aconsejamos evaluación si no hay progreso en 2 meses. Resumiendo: es algo bastante normal y temporal, pero vigílalo. Mantén la calma, ya que con seguimiento odontopediátrico adecuado se resolverá bien. Y recuerda que siempre puedes consultar para quedarte más tranquilo si tienes dudas.

¿Siempre hay que extraer el diente de leche en un caso de diente de tiburón?

No, no siempre es necesario extraerlo. De hecho, la primera opción suele ser esperar y dar oportunidad a que el diente de leche se caiga solo. Muchos dentistas, entre ellos nuestro equipo en Cleardent, preferimos inicialmente un enfoque conservador: vigilar, estimular la zona y tener paciencia, porque en la mayoría de casos el diente temporal terminará cayendo por sí mismo y así evitamos una extracción innecesaria. La extracción del diente de leche se recomienda solo en ciertas circunstancias: por ejemplo, si después de varias semanas o pocos meses el diente de leche sigue totalmente firme sin señal de aflojarse, o si desde el primer momento vemos en la radiografía que su raíz está intacta y el permanente no podrá colocarse bien. También si el diente definitivo está provocando dolor o dañando otras estructuras, entonces sí conviene retirarlo. En Cleardent tomamos la decisión de extracción cuando realmente beneficia al niño, asegurándonos de hacerlo de forma indolora y tranquila. Pero insistimos: muchos dientes de tiburón no requieren extracción, se solucionan solos con el tiempo. Cada caso se evalúa individualmente para evitar intervenciones de más.

Una vez caído el de leche, ¿el diente permanente se moverá a su lugar correcto?

Por lo general, . Una vez que el diente de leche se cae o es retirado, el diente permanente que estaba en segunda fila suele desplazarse hacia la posición correcta en la arcada de forma natural. Esto ocurre gracias a la acción de la lengua, que es un músculo muy potente y en reposo empuja ligeramente los dientes hacia adelante, y al propio equilibrio de fuerzas de la mordida. En poco tiempo (semanas o pocos meses) ese diente que inicialmente estaba atrás suele avanzar hasta alinearse con los demás. De hecho, muchos padres se sorprenden de lo rápido que se acomoda una vez tiene espacio. Ahora bien, hay excepciones: si había muy poco espacio o el diente venía muy girado, podría no alinearse perfectamente solo. En esos casos, quizás quede un poco fuera de fila y más adelante un ortodoncista podría ajustarlo. Pero en ausencia de apiñamiento severo, el diente ocupará su lugar sin ayuda externa en la mayoría de los niños. En Cleardent hacemos seguimiento post-caída y solemos comprobar que efectivamente el diente definitivo logra posicionarse bien. Solo en situaciones especiales (p. ej., diente muy desplazado por falta de espacio) indicaríamos alguna intervención ortodóntica. Pero si todo lo demás es normal, puedes confiar en que la naturaleza y la lengua de tu hijo harán su trabajo.

¿Los dientes de tiburón causan dolor u otros problemas en los niños?

Por lo general, no causan mucho dolor. La erupción del diente permanente en sí puede dar una sensación de presión o leve molestia en la encía, y a veces algo de sensibilidad si el niño muerde justo encima de la doble fila. Pero la mayoría de niños no reportan dolor intenso por un diente de tiburón, sobre todo comparado con otras molestias dentales. Eso sí, pueden surgir pequeñas incomodidades: por ejemplo, la encía puede estar un poco inflamada alrededor del diente que sale en mala posición, lo que causa molestia al comer. Otro posible inconveniente es que, al tener dos filas, puede resultar más difícil de limpiar esa zona y si se acumula placa podría irritar la encía (gingivitis leve) causando sangrado al cepillar. Además, algunos niños pueden morder accidentalmente con el diente fuera de lugar en su lengua o mejilla, provocando pequeñas llagas. Pero estos problemas suelen ser menores y temporales. Es importante mantener buena higiene para evitar infecciones alrededor del diente. Si un niño se queja de dolor fuerte, eso ya no es típico: en tal caso debe evaluarlo el dentista, porque podría haber otra causa (por ejemplo, caries en ese diente de leche, o inflamación seria). Nuestros pacientes en Cleardent raramente refieren dolor por dientes de tiburón; normalmente la preocupación viene más por la apariencia que por dolor. Con adecuada vigilancia, podemos manejar cualquier incomodidad con enjuagues suaves o geles si hiciera falta, pero generalmente no es necesario.

¿Se pueden prevenir de alguna forma los dientes de tiburón?

No hay una fórmula mágica para prevenirlos completamente, ya que dependen de factores naturales de crecimiento. Pero podemos tomar medidas para reducir las probabilidades o facilitar el proceso. En primer lugar, promover una buena masticación en los niños desde pequeños: dar alimentos algo duros (manzana entera, zanahorias crudas bajo supervisión, pan con corteza) ayuda a que los dientes de leche se vayan aflojando a su debido tiempo. También es fundamental acudir a revisiones dentales regulares. Un odontopediatra puede anticipar problemas –por ejemplo, detectando con radiografías si algún diente de leche tiene raíz que no se reabsorbe o si hay poco espacio– y tomar medidas preventivas (como extraer un diente de leche antes de que cause un diente de tiburón serio). Mantener una excelente higiene oral y hábitos saludables asegura que las encías estén sanas, lo cual facilita el recambio. Otra medida preventiva es estar pendiente cuando al niño le empiecen a bailar los dientes: anímalo a que los mueva; a veces los niños tienen miedo de tocar los dientes flojos y eso retrasa la caída. Finalmente, si sabes que tú o familiares tuvieron dientes de tiburón, coméntaselo al dentista, pues podría haber un componente hereditario en retrasos de exfoliación y él estará alerta. En resumen, no podemos cambiar la genética o el crecimiento, pero con buenos hábitos y controles en Cleardent podemos minimizar la duración y efecto de los dientes de tiburón en tu hijo.

¿Puede un adulto tener “dientes de tiburón” o es solo cosa de niños?

El término dientes de tiburón se utiliza casi exclusivamente en odontopediatría, porque se refiere al período en que coexisten dientes de leche y permanentes (lo que solo ocurre en la niñez). En adultos sanos ya no hay dientes de leche, por tanto no pueden tener esta doble fila típica. Si un adulto presenta doble fila de dientes, sería por otras razones: o tiene un diente supernumerario (extra) o, más comúnmente, un problema de apiñamiento severo donde dientes permanentes quedaron montados unos sobre otros. También puede darse el caso de algún adulto joven que aún conserve un diente de leche (porque nunca tuvo permanente de reemplazo) y el diente extra que se ve no es un permanente sino un implante o una prótesis mal colocada; pero eso es distinto. Sin embargo, hay situaciones límite en adolescentes mayores: por ejemplo, conocemos casos en que un diente de leche no cayó hasta los 16-18 años y el diente permanente permaneció retenido hasta que finalmente erupcionó tardíamente, en cuyo momento durante unos meses convivieron ambos –podría decirse informalmente «diente de tiburón tardío»–. En todo caso, en adultos es extremadamente raro. Si un adulto notara algo parecido a una doble fila, debería acudir al dentista, pues seguro se trata de otra condición (como dientes apiñados que requieren ortodoncia). En Cleardent hemos tratado adultos con dientes retenidos (persistencia decidua), pero en ellos la solución pasa casi siempre por extraer el diente de leche restante y posiblemente alinear el permanente con ortodoncia. En resumen: en adultos la doble fila no es normal; el fenómeno típico de diente de tiburón es un asunto de niños en etapa de recambio.

En Cleardent contamos con ortodoncistas que trabajan mano a mano con odontopediatras para garantizar que, si tu hijo llega a necesitar brackets, sea en el momento justo y con el mejor plan de tratamiento.

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Odontóloga
La Dra. Lucía Tejada Martín combina su experiencia en odontología integral con un enfoque cariñoso y atento, creando un ambiente de confianza para pacientes de todas las edades. Con especialización en odontología mínimamente invasiva, su prioridad es ofrecer tratamientos que aseguren comodidad y resultados duraderos. Desde 2014, su dedicación a la odontopediatría y a la atención estética y restauradora en adultos la ha convertido en una profesional valorada, reconocida por su cercanía y precisión en cada consulta.

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