
En esta guía descubrirás todo lo que necesitas saber: qué son los chewies, cómo ayudan al tratamiento, cuándo y cómo usarlos correctamente, sus beneficios e incluso alternativas.

¿Tienes una muela fuera de lugar? Te explico qué es una ortodoncia en una muela, cuándo se necesita, qué tipos existen y cómo se coloca.

A menudo me preguntan sobre la ortodoncia en una muela. Quiero contarte con un tono cercano (de tú a tú) en qué consiste este tratamiento y resolver todas tus dudas al respecto. Veremos qué es exactamente, en qué casos se necesita, qué tipos de aparatos se pueden usar, cómo se coloca, además de cuánto tiempo suele durar, si duele o no, cuánto cuesta y los cuidados que recomiendo durante el proceso. ¡Vamos allá!
La ortodoncia en una muela es, básicamente, un tratamiento de ortodoncia focalizado en corregir la posición de una o pocas muelas en lugar de todos los dientes. A diferencia de un tratamiento ortodóntico completo que abarca toda la dentadura, aquí la atención se centra en un diente molar específico (o un par de ellos) que esté desalineado o causando un problema. En otras palabras, sí es posible poner ortodoncia solo en una muela si la situación lo requiere.
Ahora bien, déjame aclararte algo importante: a veces se confunde el término “ortodoncia en una muela” con “endodoncia”. Endodoncia es un tratamiento dental distinto (el clásico tratamiento de conducto para salvar una muela con caries profunda o infección). Ortodoncia, en cambio, se refiere a mover dientes para alinearlos. De hecho, en odontología no solemos usar la expresión “ortodoncia en una muela” formalmente, porque la ortodoncia es un sistema que suele involucrar varios dientes y ambas arcadas (superior e inferior). Pero muchos pacientes usan ese término para referirse a “poner brackets o un alineador para arreglar una muela específica”. ¡Y de eso justamente trata este artículo!
Antes de nada, como dentista debo asegurarme de que la muela en cuestión esté sana. Si, por ejemplo, la muela tiene una caries muy grande o el nervio dañado, primero habría que hacer una endodoncia (tratamiento de conducto) para dejarla en buen estado, y luego proceder con la ortodoncia si es necesaria. Una vez la pieza está sana, podemos enfocarnos en moverla a su sitio ideal.
Puede que te preguntes en qué situaciones recomendaría yo, como ortodoncista, hacer un tratamiento solo en una muela. Las principales situaciones en las que se necesita corregir la posición de una muela son:
En resumen, se necesita ortodoncia en una muela cuando su mala posición afecta a tu mordida, tu comodidad o tu plan de tratamiento dental futuro. Ten en cuenta que las muelas son clave para masticar y mantener la estructura de la boca; una muela fuera de lugar puede acarrear: desgastes en otros dientes, dolor mandibular e incluso mala digestión por masticar mal. Por eso, aunque parezca “solo un diente”, merece la pena corregirlo. Tu boca es un sistema donde cada diente cumple su función y se relaciona con los demás.
Cuando hablamos de ortodoncia, tenemos varias opciones de tratamiento. La elección depende de la complejidad del caso, tus preferencias estéticas y, claro, la recomendación profesional. En el caso de corregir una muela, básicamente se pueden usar los mismos tipos de aparatos que en una ortodoncia convencional, adaptados al caso. Los principales son:
En resumen, los tipos de ortodoncia para una muela van desde los brackets tradicionales hasta alineadores invisibles, pasando por posibles soluciones removibles. La decisión final dependerá de tu caso: si la muela necesita un movimiento complejo, probablemente usemos brackets fijos (más efectivos en movimientos difíciles). Si el movimiento es leve y valoras la estética, podríamos plantear alineadores. Lo importante es que el ortodoncista evalúe y te proponga la opción más adecuada. (Tip: En nuestro blog tenemos un artículo dedicado a los tipos de brackets y sus ventajas, por si quieres profundizar.)
Ahora te explico cómo es el procedimiento cuando colocamos ortodoncia para mover una muela, sobre todo si usamos brackets:
Evaluación y planificación
Primero, tomo moldes o escáner digital de tu boca, radiografías y fotografías. Esto lo hago igual que en cualquier tratamiento de ortodoncia. Analizo cómo está posicionada la muela problemática y planifico cómo moverla y hacia dónde. Muchas veces simulo el movimiento sobre el modelo o digitalmente. También evalúo tus demás dientes, porque aunque enfoquemos una muela, hay que asegurarse de que al final la mordida quede bien entre todos los dientes. (Si solo solucionamos una muela pero se desajusta otra cosa, no sería un buen plan.)
Preparación del diente
El día de colocar los brackets en esa muela (y en los dientes de soporte necesarios), comienzo con una limpieza y secado minucioso de la pieza. Hay que eliminar cualquier rastro de placa bacteriana. Luego preparo la superficie del esmalte aplicando un gel acondicionador (ácido suave) que ayuda a que el adhesivo se fije mejor. En algunos casos, especialmente en muelas muy posteriores, en vez de un bracket uso una banda metálica alrededor de la muela: es como un anillo de acero que se cimenta encajado en la muela. Esto se hace cuando la corona de la muela tiene mucho relleno (empaste) o cuando necesito más agarre. Las bandas sirven de anclaje resistente. Ya sea bracket o banda, el objetivo es tener un punto firme sobre la muela para poder moverla.
Colocación del bracket o banda
Si es un bracket convencional, se pone una gotita de resina adhesiva en la base del bracket y lo posiciono cuidadosamente sobre tu muela en el lugar exacto. Luego con una luz especial lo polimerizo (endurezco) para que quede pegado fuertemente al diente. Si es una banda metálica, la cubro por dentro con cemento dental y la ajusto alrededor de la muela como un anillo que abraza el diente; luego limpio excesos y el cemento fraguará. En la banda normalmente viene soldado un tubo o bracket donde luego insertaremos el alambre.
Colocación del arco y elementos activos
Con los brackets (o la banda) ya cementados, coloco el arco ortodóntico. Es un alambre metálico que conecta todos los brackets entre sí. En nuestro caso, si solo tienes bracket en esa muela y quizá en alguno más, el arco irá sujetado al conjunto de dientes que hayamos preparado para servir de apoyo. Este arco es el que genera la fuerza controlada para mover la muela hacia la posición deseada. Lo sujeto a cada bracket con pequeñas ligaduras (gomas) o con los clips especiales si son brackets autoligables. A veces añado muelles (resortes) o gomas elásticas en el arco para empujar o jalar la muela según lo que necesitemos. Aquí es donde está la “magia” de la ortodoncia: ese alambre intentará volver a su forma original, moviendo la muela poco a poco.
Controles periódicos
Tras la colocación inicial, te citaré aproximadamente cada 4 a 6 semanas para controles. En cada visita reviso el progreso de la muela, ajusto el arco (o lo cambio por uno más fuerte según avance el movimiento) y cambio las ligaduras. Si usas alineadores invisibles en lugar de brackets, entonces el proceso es distinto: en la primera cita te entregaría un juego de alineadores hechos a medida y te enseñaría a ponértelos; luego te controlaría cada ~6-8 semanas para supervisar que la muela se está moviendo según lo planificado y darte los siguientes alineadores. Con alineadores no hay “colocación” en la boca de nada fijo, pero sí pueden requerir attachments (pequeños relieves de composite pegados en ciertos dientes, a veces también en la muela a mover) que sirven de apoyo al alineador para empujar mejor. Esos attachments se pegan de forma similar a un bracket, pero son muy discretos (color del diente).
Finalización y retención
Una vez la muela esté en la posición correcta y estemos contentos con la mordida, retiramos el aparato. Quitar un bracket de una muela es rápido: aplico unas pinzas especiales y desprendo el bracket o rompo la banda, sin dolor. Luego se pule el diente para eliminar restos de adhesivo. Si fueron alineadores, simplemente acabas tu último alineador. Pero ¡ojo! Cualquier tratamiento ortodóntico necesita una fase de retención. Esto significa que, tras mover la muela, debemos mantenerla en su nuevo lugar mientras el hueso se consolida y la memoria de las fibras se adapta. Para ello, probablemente te haré un retenedor a medida. Si solo movimos una muela, puede ser un retenedor removible tipo placa que te pondrás por las noches, o un pequeño alambre fijo adherido por detrás si es viable (en muelas no suele ponerse fijo, es más en dientes frontales). El retenedor es crucial para que la muela no se nos regrese ligeramente. Yo suelo indicar usarlo nocturno al menos un año, aunque cada caso varía.
Como ves, la colocación y el proceso de ortodoncia en una muela lleva prácticamente los mismos pasos que una ortodoncia normal, solo que aplicado a un sector reducido. La clave está en la precisión al pegar el aparato en esa muela y en los ajustes subsecuentes para dirigir el movimiento. No te preocupes, todo el procedimiento es ambulatorio, indoloro (más allá de las molestias posteriores que ahora comentaré) y bastante rutinario para un ortodoncista. En menos tiempo de lo que piensas, tendrás esa muela donde debe estar.
Esta es otra pregunta clave: “Doctor/a, ¿cuánto tardaremos en arreglar mi muela?”. La duración del tratamiento puede variar mucho según el caso, pero te daré unas orientaciones generales basadas en mi experiencia y en la literatura:
En promedio, diría que entre 6 meses y año y medio es un rango común para ortodoncia limitada a una zona. Recuerda que cada persona responde distinto: la biología de tus huesos, la edad (en adultos a veces los movimientos son un poquito más lentos que en adolescentes), la constancia usando el aparato (sobre todo en alineadores, si no los llevas el tiempo indicado, se alargará todo), etc., influyen en la duración. También el tipo de ortodoncia influye: con brackets metálicos a veces se logra el movimiento un pelín más rápido porque pueden ejercer fuerza continua y precisa, mientras que con alineadores puede tardar similar o un poco más si no eres disciplinado (ya que si no los usas bien, se retrasa el avance).
Algo que siempre explico es que no debemos tener prisa excesiva en ortodoncia. Mover dientes es un proceso biológico que requiere cierto tiempo para que sea seguro. Si intentamos acelerar mucho, podríamos dañar la raíz o el hueso de soporte. Así que paciencia: unos meses más valen la pena para garantizar la salud de tu diente.
En tu cita de planificación inicial, tu ortodoncista podrá estimar el tiempo según el plan propuesto. Y conforme avancemos, iremos viendo si vamos según lo previsto. ¡Ánimo que el tiempo pasa rápido y el resultado durará para siempre!
Pasemos a la parte de las sensaciones y molestias, que sé que preocupa. La palabra “doler” asusta, pero te adelanto que el tratamiento de ortodoncia en sí NO causa un dolor intenso. Lo que sí puede haber es molestia o sensibilidad, sobre todo al inicio y después de cada ajuste, igual que en cualquier ortodoncia.
Te explico mi experiencia y la de mis pacientes:
No te va a doler terriblemente la ortodoncia, pero sí tendrás momentos de incomodidad pasajera, especialmente al principio. Todo es muy llevadero con analgésicos suaves y cuidados que te indicaremos. Como ortodoncista y también ex-paciente de ortodoncia, te aseguro que es un dolor controlable y con fin (no es como un dolor de muelas constante ni mucho menos). Además, piensa en la recompensa: esa muela en su lugar correcto, sin causar más problemas. Muchos pacientes me dicen: “Creí que sería peor, al final solo fueron unas molestias los primeros días”. ¡Así que ánimo! Y recuerda que siempre puedes comunicarte con tu dentista si algo te duele mucho; estamos para ayudarte.
Hablemos ahora de la parte económica: el precio. Es natural querer saber cuánto te va a costar corregir esa muela rebelde. Aquí debo serte sincera: depende de varios factores, pero intentaré orientarte.
Factores que influyen en el costo:
Entonces, ¿más o menos cuánto dinero estamos hablando? Para darte cifras orientativas (basadas en España y en mi experiencia):
Mi consejo es que pidas presupuesto personalizado. En mi clínica siempre hacemos un plan de tratamiento y te detallamos el coste antes de empezar, para que no haya sorpresas. También ofrecemos facilidades de pago, porque sabemos que no es barato. Muchas clínicas dan financiación mensual sin intereses o con mínimos intereses, de forma que puedas pagar, por ejemplo, 100 € al mes cómodamente en vez de todo de golpe.
Recuerda que el precio no debe ser el único factor: la experiencia y calidad del profesional, la confianza que te dé, y la comodidad que sientas también importan. Una ortodoncia mal hecha por ahorrarse unos euros puede salir cara después. Busca clínicas con buenas referencias.
Alinear una sola muela costará algo menos que una ortodoncia completa, pero no es un tratamiento regalado: sigue representando una inversión en tu salud dental. Piensa que corregir esa muela te puede evitar problemas mayores (gastos en prótesis, coronas, tratamiento de la ATM, etc.). La salud es la mejor inversión.
Ya tenemos el aparato colocado y sabemos que va a tardar un tiempo… Ahora, ¿qué cuidados debes tener tú en casa durante esos meses? ¡Muy buena pregunta! Un tratamiento exitoso no solo depende de mí ajustando brackets, sino mucho de ti y tus hábitos. Te detallo cómo cuidarte:
Higiene dental extrema
Las muelas de por sí son más propensas a acumular placa (por su forma y posición). Con un bracket o banda pegado, hay aún más rincones donde la comida se puede quedar atrapada. Después de cada comida, toca cepillarse a conciencia. Usa tu cepillo de dientes normal, pero pon especial atención alrededor del bracket o banda en la muela: cepilla por encima, por debajo y los lados. Tómate tu tiempo para dejar todo limpio. Además, te recomiendo usar un cepillo interproximal (interdental), que es un mini cepillito cilíndrico ideal para meterse entre el arco y los dientes, limpiando lo que el cepillo normal no alcanza. También un irrigador oral (tipo Waterpik) va genial para las muelas, porque con su chorro de agua a presión remueve restos en zonas difíciles. Si llevas alineadores, debes quitártelos para comer siempre y cepillarte antes de volver a ponértelos, ya que si no la comida atrapada debajo puede provocar caries o manchar el diente. Y limpia también los alineadores con cuidado (con cepillo suave y agua fría, nunca caliente que los deforma).
El gran riesgo de descuidar la higiene con la ortodoncia es que puedes desarrollar caries o inflamación de encías alrededor de la muela. He visto casos donde al retirar los brackets hay manchas blancas o caries incipientes porque el paciente no se cepilló bien. ¡No queremos eso! Así que mucha disciplina con la limpieza. Tu ortodoncista te irá dando instrucciones, e incluso limpiezas profesionales periódicas si las necesitas. Piensa que es un esfuerzo temporal por un beneficio duradero.
Alimentación con precaución
Llevar un bracket en una muela significa que si muerdes algo durísimo directamente con esa muela, puedes despegar el bracket o doblar el arco. Por eso, recomiendo evitar ciertos alimentos o tomarlos con cuidado:
En definitiva, come de forma normal pero inteligente. Si algo sientes que te tira del bracket, mejor no lo muerdas. He tenido pacientes que han llevado la ortodoncia sin romper nada porque siguieron estas recomendaciones, ¡y otros más descuidados que cada dos por tres despegan algo y prolongan el tratamiento! Está en tu mano (o mejor dicho, en tus dientes) hacer caso.
Visitas y cumplimiento
Atiende a todas tus citas de ajuste puntualmente. Si usas alineadores, sigue las indicaciones de horas de uso (mínimo ~22h al día) y cambia de alineador cuando toque. Saltarse citas o no usar el aparato lo suficiente solo prolongará todo. Somos un equipo: yo hago mi parte, tú la tuya. Si surge algún imprevisto (se te despega el bracket de la muela, se te rompe el alineador, etc.), avisa inmediatamente a tu ortodoncista para resolverlo. No esperes al próximo control, porque un aparato roto no trabaja y el diente puede moverse donde no queremos. Más vale atender esas pequeñas urgencias rápido.
Cuida tus encías y tu dieta general
Además de la higiene mecánica, viene bien usar un enjuague bucal con flúor por las noches para reforzar el esmalte alrededor del bracket. Masajea tus encías con el cepillo para mantenerlas sanas (tienden a inflamarse si hay placa). Y mantén una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales para favorecer que el hueso se recupere rápido alrededor del diente en movimiento. El calcio, la vitamina D, la vitamina C (colágeno para las encías) son tus aliados.
Ten paciencia y sé constante con la retención
Aunque esto viene al final, lo menciono en cuidados: tras acabar la ortodoncia, usa tu retenedor según te indiquen. Ese es el cuidado a largo plazo para que la muela no se desplace de nuevo. Si es removible, no lo olvides cada noche; y mantenlo limpio también.
Con estos cuidados, te aseguro que el tratamiento irá sobre ruedas (o mejor dicho, sobre rieles de alambre). Verás cómo cada mes la muela se mueve un poquito y, gracias a tus buenos hábitos, tu boca estará sana y limpia durante todo el proceso. ¡Equipo ganador!
Sí, es posible colocar ortodoncia para corregir un solo diente, incluso si es una muela. En la práctica, suele implicar poner aparatos en esa muela y a veces en dientes vecinos o del lado opuesto para ayudar en el movimiento, pero el enfoque del tratamiento estará en esa pieza específica. Esto es útil si el resto de tus dientes están bien alineados y solo esa muela da problemas. Siempre requiere la evaluación de un ortodoncista para confirmar que no haya otros desajustes. En pocas palabras: sí se puede tratar solo una muela con ortodoncia cuando está indicada, y es algo más común de lo que crees en tratamientos localizados.
No, ortodoncia y endodoncia son tratamientos totalmente distintos. La ortodoncia consiste en mover dientes para alinearlos correctamente (usando brackets, alineadores, etc.), mientras que la endodoncia es lo que llaman “matar el nervio” o tratamiento de conducto dentro de la muela, para eliminar infección o caries profunda. Mucha gente los confunde porque suenan parecido, pero no tienen nada que ver. Por ejemplo: si tienes una muela picada con dolor, necesitas una endodoncia (el dentista limpia el interior del diente). En cambio, si tu muela está sana pero fuera de lugar, necesitas ortodoncia (el ortodoncista coloca aparatos para moverla). Incluso puede ocurrir que primero haya que hacer una endodoncia a una muela enferma y luego ortodoncia para recolocarla, pero son procedimientos diferentes y los realizan especialistas distintos.
Sí, Invisalign u otro sistema de alineadores transparentes puede usarse para mover únicamente una muela, siempre que el caso sea adecuado. Se diseñaría una serie de alineadores centrados en aplicar fuerza sobre esa muela problemática. A menudo se colocan pequeños relieves de composite (attachments) en la muela y quizá en dientes vecinos para ayudar a los alineadores a empujarla. El resto de los dientes, si no necesitan movimiento, actuarían de apoyo o simplemente se mantendrían estables en los alineadores. Este enfoque invisible es muy útil en adultos que no quieren brackets metálicos, pero requiere mucha colaboración del paciente (usar los alineadores 22 horas diarias). En casos leves a moderados, Invisalign puede corregir un diente puntual en pocos meses. Tu ortodoncista valorará con un software especial si la biomecánica del alineador podrá lograr el movimiento deseado en esa muela.
El precio de corregir una sola muela varía, pero suele ser más bajo que un tratamiento completo. Dependiendo del tipo de ortodoncia (brackets metálicos vs. alineadores invisibles) y la duración, podría rondar desde unos 800-1000 € en casos muy sencillos con aparato fijo sencillo, hasta 1500-2000 € si se usan alineadores de marca o el caso se alarga. Hay que recordar que incluso por un solo diente, la clínica debe hacer estudios, fabricar aparatos a medida y tener varias visitas de control, por eso no cuesta “cuatro duros”. Lo mejor es solicitar un presupuesto personalizado. Muchas clínicas ofrecen financiación para pagarlo en cuotas. Como referencia: un tratamiento completo puede costar 3000 €; uno más limitado puede salir aproximadamente a mitad de precio, pero insisto, cada caso es único.
En resumen, dejar una muela mal alineada es convivir con un factor de riesgo en tu boca: puede que no te moleste mucho ahora, pero silenciosamente puede acarrear desgaste, dolor o daño con el tiempo. Por eso los dentistas recomendamos alinearla si está indicado, para prevenir males mayores y mantener una función masticatoria óptima. Vale la pena invertir en la solución antes que en arreglar las consecuencias luego.



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