21 mayo 2025

Muela del juicio tocando el nervio: síntomas, riesgos y cómo saber si necesitas tratamiento

¿Notas hormigueo, dolor o adormecimiento en la mandíbula? Tu muela del juicio podría estar tocando un nervio. Descubre los síntomas, riesgos y cómo actuar a tiempo.

Cuando una muela del juicio está tocando un nervio puede ser motivo de preocupación. Como dentista, he visto a muchos pacientes angustiados por el dolor de nervio en la muela del juicio o por sensaciones extrañas en la mandíbula. En este artículo te hablaré en primera persona, desde mi experiencia profesional, para ayudarte a comprender si tu muela cordal está afectando el nervio, cómo identificar los síntomas, qué opciones de tratamiento existen y cuándo debes acudir al especialista. Mi objetivo es explicártelo de forma clara y empática, como si estuviésemos conversando en la consulta.

¿Por qué una muela del juicio puede tocar el nervio dentario inferior?

Las muelas del juicio (terceros molares o cordales) inferiores a veces se encuentran muy cerca del nervio dentario inferior (nervio alveolar inferior), el nervio principal que da sensibilidad al labio inferior, el mentón y los dientes inferiores. Este nervio recorre el interior de la mandíbula, pasando justo por debajo de las raíces de las muelas inferiores. En algunos casos, especialmente cuando la muela del juicio está impactada o retenida en una posición baja, sus raíces pueden rodear o presionar el nervio alveolar inferior.

Hay que aclarar que “tocar el nervio” no siempre significa daño. A veces, en una radiografía se observa que la raíz de la muela está muy cerca del conducto del nervio, pero el nervio puede no estar comprimido ni presentar síntomas. Sin embargo, la cercanía extrema incrementa el riesgo en caso de manipulación o infección. Los dentistas valoramos esta relación mediante radiografías, típicamente una ortopantomografía (radiografía panorámica) donde podemos apreciar la posición del cordal respecto al canal del nervio dentario inferior. Si sospechamos una relación íntima, a veces recomendamos una tomografía 3D (TAC) para evaluar con mayor precisión la situación. Con estas pruebas, calculamos el riesgo y planificamos el tratamiento más seguro, ya que aunque el riesgo general de lesión nerviosa es bajo (menos del 1%), depende estrechamente de la cercanía anatómica entre la muela y el nervio.

Ejemplo clínico: Recuerdo el caso de un paciente joven cuyo cordal inferior derecho estaba horizontalmente impactado. En la radiografía se veía la raíz prácticamente abrazando el canal del nervio. El paciente no presentaba síntomas de entumecimiento, pero sí dolor recurrente e inflamación de la encía alrededor de la muela. Ante la imagen, decidí hacer un TAC. Como sospechaba, la raíz estaba en contacto con el nervio dentario inferior. Le expliqué al paciente que, por la posición de su muela del juicio tocando el nervio, debíamos ser muy cuidadosos al planificar la extracción para evitar daño neurológico. Este tipo de comunicación honesta y preparatoria es fundamental para que el paciente entienda la situación y los pasos a seguir.

Síntomas de una muela del juicio tocando o afectando el nervio

¿Cómo puedes identificar si tu muela del juicio está afectando el nervio? Los síntomas pueden variar desde dolor intenso hasta alteraciones de la sensibilidad. Es importante diferenciar entre el dolor típico de una muela del juicio y los signos de afectación nerviosa:

  • Dolor local en la zona posterior de la mandíbula: Es el síntoma más común de las muelas del juicio retenidas o infectadas. Puede ser un dolor sordo o punzante, que se irradia hacia el oído o la mandíbula. Este dolor en sí no significa que el nervio esté dañado, puede ser simplemente por la inflamación o la presión de la muela contra otras estructuras.
  • Inflamación y dificultad para abrir la boca: Cuando una muela cordal inferior está causando problemas, es frecuente la inflamación de la encía alrededor (pericoronitis) y cierta traba al abrir la boca por dolor o inflamación de los tejidos.
  • Dolor de “nervio” o sensación eléctrica: Algunos pacientes describen un dolor distinto, más agudo o tipo eléctrico en la zona de la mandíbula inferior. Puede presentarse como una descarga breve al mover la mandíbula o al tocar cierta zona. Este tipo de dolor puede indicar irritación del nervio alveolar inferior por la cercanía de la raíz, aunque no es tan común como otros síntomas.
  • Parestesia o entumecimiento: Este es el síntoma clave de afectación nerviosa. La parestesia se manifiesta como hormigueo, adormecimiento o pérdida de sensibilidad en las áreas inervadas por el nervio dentario inferior. Por ejemplo, notarás el labio inferior, el mentón o los dientes inferiores adormecidos en el lado donde está la muela del juicio. A veces los pacientes lo describen como una sensación de anestesia prolongada (como cuando sales del dentista) en media boca. Un nervio lesionado o comprimido puede manifestarse con esas sensaciones anormales en mentón, labio inferior, dientes inferiores o la mandíbula afectada. En casos más severos, también podría haber dificultad para mover correctamente la lengua o el labio al hablar o masticar, debido a la alteración sensorial (aunque esto es menos frecuente).

Dolor normal vs. síntomas de nervio afectado

Es comprensible confundir el fuerte dolor de una muela del juicio inflamada con un daño nervioso, pero hay diferencias importantes:

  • El dolor dental/inflamatorio suele ser palpitante o constante, localizado alrededor de la muela y puede empeorar al masticar o abrir la boca. Este dolor puede irradiarse pero no provoca entumecimiento. También puede venir acompañado de infección (encía hinchada, sabor desagradable, supuración) o presión contra el diente vecino.
  • El dolor neuropático o afectación del nervio a menudo se presenta como hormigueos, pinchazos eléctricos o entumecimiento más que como dolor constante. Si sientes que “se te duerme” el labio o la barbilla, ese es un signo bastante característico de que el nervio dentario inferior está involucrado. Puede haber una combinación de ambas cosas: por ejemplo, dolor de la muela + un leve hormigueo en el labio. Ese hormigueo/adormecimiento es la señal de alarma.

En la práctica, cuando un paciente me dice que siente “como si tuviera la barbilla dormida” o que se pellizca el labio y no lo nota bien, inmediatamente pienso en una posible afectación del nervio alveolar. En contraste, si solo refiere dolor fuerte pero la sensibilidad está intacta, es más probable que el nervio no esté dañado, sino que el dolor provenga de la inflamación local.

¿Qué hacer si sospechas que tu muela del juicio está tocando un nervio?

Lo primero, te diría: mantén la calma y busca una evaluación profesional. Que una muela del juicio esté cerca del nervio no siempre significa que vaya a causar un problema grave. Pero si ya notas síntomas de posible afectación nerviosa (como entumecimiento), hay algunos pasos importantes a seguir:

  1. Acudir al dentista lo antes posible: Ante cualquier señal de parestesia (adormecimiento) o dolor intenso persistente, programa una visita urgente. Personalmente, cuando recibo un paciente con indicios de afectación nerviosa, priorizo su atención. El dentista u odontólogo especialista en cirugía oral o maxilofacial evaluará la situación. Te realizará pruebas de sensibilidad en la zona (tocando el labio, barbilla, encías para ver qué sientes) y, sobre todo, tomará una radiografía panorámica si no la tienes reciente. Esta imagen permitirá ver si la muela del juicio está muy próxima al canal del nervio.
  2. Estudios de imagen avanzados: Si la radiografía muestra una relación íntima entre la raíz de la muela y el nervio, el especialista posiblemente solicitará una TAC (escáner 3D) de la zona. En mi práctica, esto ha sido un cambio radical en cómo manejamos estos casos. El TAC nos muestra en tres dimensiones la posición exacta de la raíz respecto al nervio dentario inferior. Con esta información, podemos tomar decisiones con mayor seguridad. Por ejemplo, puede revelar si la raíz envuelve al nervio, lo comprime o simplemente está muy cerca sin tocarlo directamente.
  3. Medicación y cuidados temporales: Mientras esperas la consulta o los estudios, sigue las indicaciones de tu dentista. Si hay dolor e inflamación, suelen recomendarse analgésicos y antiinflamatorios (por ejemplo, ibuprofeno) siempre y cuando no tengas contraindicación médica para tomarlos. Aplicar frío local en la mandíbula (compresas frías en el exterior, nunca hielo directo sobre la piel) puede reducir la inflamación y aliviar algo el dolor. Enjuagues suaves con agua tibia y sal pueden ayudar si hay inflamación gingival alrededor de la muela. Importante: si notas entumecida la zona, ten cuidado al masticar para no morderte labio o mejilla sin darte cuenta.
  4. Evitar acciones que puedan agravar el problema: No intentes presionar o hurgar la muela del juicio que duele. Algunos pacientes, desesperados por el dolor, empujan la zona con el dedo o con la lengua, lo cual no ayuda y podría irritar más el nervio o los tejidos. Tampoco apliques calor intenso en la mandíbula, ya que si hay inflamación podría aumentar. Sigue las recomendaciones de tu dentista y no te automediques antibióticos sin prescripción; en caso de infección, el odontólogo te recetará el adecuado.

Tratamientos posibles: desde la extracción hasta la coronectomía

Tras la evaluación, hay diferentes caminos a considerar, y aquí es donde la experiencia del profesional marca la diferencia. Te explico qué opciones de tratamiento solemos contemplar cuando un cordal inferior está muy cerca del nervio:

  • Observación y manejo conservador: Si la muela del juicio no está causando síntomas severos ni daño (por ejemplo, si el hallazgo de cercanía al nervio fue incidental en una radiografía rutinaria), una opción es simplemente observar. Hay pacientes cuyos cordales están impactados cerca del nervio pero no les molestan en absoluto. En estos casos, podríamos optar por no extraer la muela inmediatamente y hacer controles periódicos. Eso sí, daremos instrucciones de higiene extrema en la zona y vigilaremos que no aparezcan caries, quistes o infecciones alrededor de esa muela retenida.
  • Extracción quirúrgica con precauciones especiales: Si la muela del juicio está causando dolor recurrente, infecciones (como pericoronitis) o daño a dientes vecinos, habrá que extraerla aunque esté cerca del nervio. En tales casos, yo suelo derivar o tratar junto con un cirujano maxilofacial, ya que son especialistas en extracciones complejas. Durante la cirugía, tomamos medidas especiales para proteger el nervio: utilizamos técnicas microquirúrgicas, fresamos el hueso con mucho cuidado, e incluso a veces seccionamos la muela en fragmentos muy pequeños para retirarla por partes, evitando tirar directamente de la raíz. Todo se hace con anestesia profunda (local y sedación si es necesario) para que no sientas dolor durante el procedimiento, pero estamos constantemente conscientes de la ubicación del nervio. Si en el TAC vimos que una raíz prácticamente abraza el nervio, existe la posibilidad de dejar deliberadamente un fragmento de raíz adyacente al nervio sin extraer, si retirar ese fragmento implica un riesgo alto de lesión. Esta decisión se toma evaluando pros y contras, y suele preferirse dejar un pedacito inerte de raíz sano antes que provocar un daño neurológico permanente.
  • Coronectomía: Es una técnica específica y menos conocida por los pacientes, pero que puede ser muy útil en casos de alto riesgo. La coronectomía consiste en remover solo la corona de la muela del juicio, dejando las raíces dentro del hueso. ¿Para qué haríamos eso? Pues si la raíz está en contacto con el nervio, al no extraerla evitamos casi por completo el riesgo de lesionarlo. Se elimina la porción superior del diente (que es la que causa infecciones o empuja a otros dientes) y se deja la raíz en paz. Esta raíz, al quedarse ahí, generalmente se recubre de hueso con el tiempo y ya no dará problemas. En mi experiencia, la coronectomía la indicamos únicamente en casos muy seleccionados: por ejemplo, ese paciente que mencioné antes, con la raíz alrededor del nervio, fue candidato a coronectomía. Le retiramos la corona y efectivamente sus molestias desaparecieron, mantuvo su nervio intacto y hasta ahora la raíz remanente no le ha dado problemas. La literatura respalda esta técnica indicando que las complicaciones son poco frecuentes y el riesgo de dañar el nervio mandibular es muy bajo cuando se realiza correctamente. Por supuesto, debe hacerla un cirujano con experiencia en coronectomías. No siempre es posible realizarla: si la muela tiene infección activa o caries que afecten a la raíz, no sería recomendable dejarla dentro. Pero cuando se puede hacer, es una solución muy valiosa.
  • Tratamiento de soporte y seguimiento neurológico: Si desafortunadamente ya existe una lesión nerviosa (por ejemplo, entumecimiento persistente tras una extracción difícil), el manejo incluye medicación para favorecer la recuperación del nervio (antiinflamatorios potentes, vitaminas del grupo B, antioxidantes, etc.), terapia láser de fotobioestimulación en algunos casos, y controles periódicos de la sensibilidad. La mayoría de las lesiones nerviosas por muelas del juicio no son permanentes; típicamente el nervio se recupera en semanas o meses. Durante ese tiempo, acompañamos al paciente con ejercicios de rehabilitación sensitiva y evaluaciones para comprobar que cada vez va a menos el entumecimiento. Solo raramente (generalmente en casos donde el nervio fue seccionado completamente, lo cual es excepcional) la alteración sería definitiva. En mis años de práctica, he tenido la gran suerte de que todos los pacientes que presentaron parestesias post-cirugía recuperaron la sensibilidad, sea parcial o totalmente, en el transcurso de unos meses.

¿Cuándo debes acudir al especialista?

No esperes a que los síntomas empeoren. Mi consejo es acudir al dentista o especialista en cuanto sospeches que algo no va bien con tu muela del juicio, especialmente si:

  • Sientes entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en el labio, mentón, encía o lengua del lado de la muela del juicio. Estos síntomas neurológicos son señal de alarma y ameritan valoración inmediata. Incluso si el hormigueo es leve o va y viene, mejor que un profesional lo evalúe cuanto antes.
  • El dolor de la muela del juicio es intenso, persistente o va en aumento a pesar de tomar analgésicos comunes. Un dolor que no cede puede indicar una infección o un problema que necesita intervención (ya sea extraer la muela, drenar un absceso, etc.). Además, el dolor crónico puede generar más inflamación en la zona y potencialmente afectar al nervio por proximidad.
  • Notas inflamación notable en la mandíbula, dificultad para abrir la boca (trismus) o hinchazón que se extiende. Estos son signos de infección o inflamación severa alrededor del cordal. Un cuadro de infección (como una celulitis odontógena) cerca del recorrido del nervio también podría irritarlo indirectamente. Requiere tratamiento (antibióticos, posiblemente extracción) y seguimiento.
  • Te lo ha indicado tu ortodoncista o dentista en una revisión. A veces, en revisiones de rutina o antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia, el dentista nota en la radiografía que el cordal inferior está muy cerca del nervio dentario. Si te recomiendan valorar la extracción con un cirujano maxilofacial, aunque tú no sientas nada raro en ese momento, no lo dejes de lado. Es mejor planificar una cirugía electiva en condiciones óptimas, que esperar a que duela o a que ocurra un problema mayor.
  • Llevas más de 6 meses posponiendo la valoración de esas muelas del juicio problemáticas. Incluso sin síntomas neurológicos, una muela del juicio retenida parcialmente que acumula comida, duele de vez en cuando o tiene caries, es una bomba de tiempo. Si además sabemos que está cerca del nervio, la supervisión especializada es clave.

Ante la duda, consulta. Muchas veces me encuentro con pacientes que dicen: «No quería venir porque pensé que era normal el dolor» o «tenía miedo de operarme». Entiendo perfectamente esos temores, pero créeme que es peor afrontar una complicación por dejar pasar el tiempo. Un diagnóstico temprano y un plan adecuado hacen la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno complicado. Y recuerda: nuestro objetivo como profesionales es siempre evitar riesgos y aliviar tus molestias con el mínimo impacto para ti.

Preguntas frecuentes sobre muela del juicio y nervio

¿Cómo saber si mi muela del juicio está tocando el nervio dentario inferior?

La única forma fiable es mediante exámenes clínicos y radiográficos realizados por un dentista. Si sospechas por síntomas (como entumecimiento en el labio o mentón), el dentista confirmará la posición de la muela respecto al nervio con una radiografía panorámica y, si es necesario, con un TAC 3D. Estas imágenes muestran si la raíz de tu muela cordal está muy cerca, en contacto o incluso rodeando el canal del nervio. Los síntomas como hormigueo o adormecimiento del labio inferior también sugieren contacto con el nervio, pero siempre habrá que corroborarlo con estudios de imagen.

¿Qué síntomas provoca una muela del juicio cuando afecta al nervio alveolar inferior?

El síntoma más característico es la parestesia, es decir, la sensación de adormecimiento, acorchamiento u hormigueo en la zona inervada por el nervio. Esto incluye el labio inferior, la barbilla, las encías y dientes inferiores del lado de la muela en cuestión. Puede sentirse como cuando se pasa la anestesia del dentista: una sensación extraña de falta de sensibilidad. En algunos casos, también puede haber dolor agudo tipo eléctrico que se irradia por la mandíbula. Adicionalmente, un nervio afectado puede provocar ligera dificultad para hablar o masticar correctamente debido a la alteración sensorial, aunque el motor de la mandíbula no se ve afectado directamente. Si notas cualquiera de estos signos, acude al especialista.

¿Una muela del juicio puede causar entumecimiento aunque no la hayan extraído?

Sí, es poco frecuente pero puede ocurrir. Normalmente las lesiones o alteraciones del nervio alveolar inferior se asocian a la extracción quirúrgica de la muela (por instrumentación cerca del nervio). Sin embargo, en casos de muelas del juicio incluidas muy profundamente, con raíces en contacto con el nervio, puede haber cierta irritación o compresión del nervio antes de cualquier intervención. Por ejemplo, si se forma un quiste alrededor de la muela retenida, este podría comprimir el nervio y causar entumecimiento. O si la muela ejerce una presión constante sobre el canal nervioso, podría dar síntomas neurológicos leves. En cualquier caso, no es lo habitual. Ante un entumecimiento sin haberse hecho extracción, hay que estudiar con imágenes qué está pasando.

¿Qué es la coronectomía y cuándo se recomienda en muelas del juicio cercanas al nervio?

La coronectomía es un procedimiento alternativo a la extracción total de la muela del juicio. Consiste en retirar solamente la corona del diente (la parte visible), dejando las raíces dentro del hueso. Se recomienda en casos donde la raíz de la muela está muy próxima o en contacto con el nervio dentario inferior, de forma que extraerla completa conllevaría un riesgo alto de dañarlo. Al dejar las raíces, se evita manipular la zona del nervio. Con el tiempo, esas raíces suelen recubrirse de hueso y permanecer quietas sin causar molestias. Estudios y experiencia clínica indican que la coronectomía tiene un índice de complicaciones bajo y que prácticamente elimina el riesgo de lesión nerviosa permanente. Eso sí, no se puede realizar si la muela tiene infección activa, un quiste extenso o una caries que afecte a la raíz, ya que en esos casos hay que quitar todo. Si tu especialista te la propone, es porque considera que es la opción más segura para ti dado la posición de tu muela.

¿Debo acudir a un cirujano maxilofacial para la extracción si mi muela está junto al nervio?

Sí, lo más aconsejable es que la extracción de una muela del juicio con alto riesgo de complicación nerviosa la realice (o al menos la supervise) un cirujano oral o maxilofacial. Estos especialistas tienen entrenamiento específico en cirugía dentoalveolar compleja y nervios faciales. Cuentan con técnicas avanzadas para minimizar riesgos, como el uso de sierras piezoeléctricas (que cortan hueso con menos daño a tejidos blandos), lupas quirúrgicas o microscopio para visualizar mejor, y manejan contingencias si ocurriera alguna lesión parcial del nervio. En muchos casos, el dentista general te derivará al especialista una vez que vea la cercanía al nervio en la radiografía. Esto no quiere decir que algo malo vaya a pasar, sino que se busca lo mejor para tu seguridad. Tras la cirugía, el cirujano trabajará en conjunto con tu dentista en el seguimiento. Así te aseguras la mejor atención en cada etapa.

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Alicia Moreno Cleardent
Odontóloga
La Dra. Alicia Moreno Martínez es una odontóloga apasionada por la salud bucal infantil y la estética dental, con formación en prostodoncia restauradora y odontopediatría. Su reciente especialización en odontología estética le permite ofrecer un cuidado dental integral que no solo mejora la salud, sino también la confianza de sus pacientes. Con experiencia en odontología general desde 2018, la Dra. Moreno es muy valorada en nuestros centros, donde aplica sus conocimientos con un enfoque personalizado y una dedicación constante al bienestar de cada paciente.

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