Un tratamiento de blanqueamiento dental puede ayudarnos a recuperar la belleza natural de nuestra dentadura, dejando que brillen con luz propia y deslumbrando cada vez que alguien se fije en ellos. Te dejamos las ventajas para una sonrisa radiante.
Disponer de unos dientes sanos y blancos es una forma inmejorable de que todo el mundo sepa que nos preocupamos por nuestro aspecto y nuestra salud.
Con el paso del tiempo, por diversos motivos, los dientes pueden adquirir un aspecto mucho más descuidado.
Un tratamiento de blanqueamiento dental puede ayudarnos a recuperar la belleza natural de nuestra dentadura, dejando que brillen con luz propia y deslumbrando cada vez que alguien se fije en ellos.
El blanqueamiento dental es un tratamiento que permite conseguir modificar varios tonos el color de sus dientes. Esta es una de las principales ventajas que se puede obtener, conseguir unos dientes más blancos que mejoren en gran medida nuestro aspecto.
Este hecho se hace especialmente patente en ciertos momentos de la vida. Por ejemplo, cuando se debe acudir a ciertos actos o eventos en los que la imagen es vital.
El mayor beneficio del blanqueamiento dental es la mejora de la autoestima. Una mala imagen es uno de los factores que más inseguridad produce, qué más puede llegar a retraer a una persona en una determinada situación.
En cualquier evento en el que se es el protagonista y principal foco de las cámaras, como puede ser una boda, lucir unos dientes blancos permite sentirse seguro de uno mismo, sin miedo a sonreír para esas fotos que perdurarán con los años.
Otro de os beneficios del blanqueamiento dental es que el color blanco de la dentadura minimiza la apariencia de las arrugas faciales, por lo que es una ayuda importante para lucir una apariencia mucho más juvenil.
La principal ventaja que nos ofrece este tratamiento es que nos permite modificar varios tonos el color de tus dientes. Actualmente, existen diferentes tipos de blanqueamiento dental profesional, en todos los casos es imprescindible una evaluación inicial del estado de la dentadura, del color que es posible alcanzar, etc.
Tener dientes más blancos y radiantes es deseo de muchas personas, ya que una sonrisa bonita y unos dientes limpios y blancos pueden mejorar la autoestima y la apariencia general.
Sin embargo, con el tiempo, los dientes pueden volverse amarillos o manchados debido a una variedad de factores, como el consumo de ciertos alimentos y bebidas, el tabaquismo, y el envejecimiento. Afortunadamente, existen diversas opciones de tratamiento para aclarar y mejorar el color de los dientes.
De forma general, existen tres técnicas empleadas para el blanqueamiento dental.
Denominado también blanqueamiento láser. Emplea un producto blanqueante que actúa gracias a la acción de una lámpara LED de luz fría. Se suele hacer en dos sesiones. Este tipo de tratamientos es rápido y efectivo desde la primera sesión.
Es un blanqueamiento dental que se realiza en casa. Se le suministra al paciente una férula y un producto blanqueante, para que pueda seguir las pautas marcadas en el tratamiento en su propio hogar.
Es una combinación de las dos técnicas anteriores, consiguiendo de esta forma potenciar los beneficios aportados por cada una de ellas.
En muy poco tiempo, sin ningún tipo de molestia o dolor, es posible conseguir unos dientes mucho más blancos, gracias a estos tratamientos. Ser el centro de atención en nuestra boda, posar para las fotos de recuerdo de cualquier evento ya no es un problema.
El blanqueamiento dental por fotoactivación tiene un procedimiento muy sencillo. En primer lugar, el especialista procede a aplicar un gel de peróxido de hidrógeno sobre la cara externa de los dientes para, posteriormente, aplicar el foco de luz.
Es un tratamiento muy rápido. Una vez terminada la aplicación de la luz LED los dientes van adquiriendo un color más blanco poco a poco, por lo que el resultado definitivo se observa horas después de su aplicación, incluso cuando ya hemos abandonado la clínica dental.
Antes de proceder a la aplicación del tratamiento el especialista en odontología y blanqueamiento ha de realizar una serie de pruebas para confirmar la ausencia de enfermedades periodontales, caries, fracturas en el esmalte, hipersensibilidad al frío o al calor.
Es el blanqueamiento dental en casa, también llamado blanqueamiento ambulatorio. Es una de las grandes dudas a la hora de realizarse un blanqueamiento en casa porque los pacientes no conocen en profundad esta opción, cómo realizarla o sus ventajas.
El primer requisito para someterse a ese tratamiento es contar con buena salud e higiene dental.
Para llevarlo a cabo, el paciente cuenta con varias cubetas, una estructura hecha con plástico, a medida para el paciente para las que se toman impresiones de su sonrisa.
Estas contienen una sustancia en forma de gel que se encarga de blanquear los dientes. Se trata de Peróxido de Carbamida al 10% o 16% de concentración.
Es muy importante que el paciente siga al pie de la letra las instrucciones e indicaciones que le darán nuestros odontólogos desde clínica. Es recomendable aplicar el tratamiento durante la noche, ya que tendrá que permanecer un mínimo de horas.
Este tiene la misma efectividad que el tratamiento recibido en clínica mediante fotoactivación. Es importantísimo aplicar la cantidad justa de producto y durante el tiempo estipulado para evitar padecer sensibilidad dental.
Antes de realizar ningún tipo de tratamiento de blanqueamiento, como hemos comentado, lo primero es una valoración por parte de un profesional, puesto que no se pueden hacer estos tratamientos sin haber realizado, previamente, el saneamiento (limpieza, caries, tratamiento periodontal…).
Una vez realizado el saneamiento, al paciente se le toman unas medidas para la férula que se utilizaran en casa con el kit blanqueador.
Posterior al saneamiento, comenzará la primera fase, donde paciente debe acudir a la clínica donde se le realizará una sesión con lámpara de luz fría. Este tratamiento se realiza por profesionales, puesto que un proceso técnico que ayudará a conseguir el resultado deseado.
La segunda fase, se realiza en domicilio, para reforzar el tratamiento realizado en clínica, donde el paciente debe aplicar el producto blanqueamiento que le han facilitado en clínica en la férula. El uso de las jeringas y la férula es muy fácil, tan solo hay que poner un poco del contenido de la jeringa en la férula y colocarla en la dentadura.
De esta forma, se puede garantizar el óptimo resultado del tratamiento, asegurando que el paciente consigue el éxito deseado.
Este tipo de procedimientos traen consigo muchas interrogantes gracias a que se han generado una gran cantidad de rumores y mitos peligrosos sobre la aplicación de este tratamiento estético.
Entre unos de los tantos mitos sobre el blanqueamiento dental encontramos:
El procedimiento para el blanqueo dental comienza aplicando el gel protector en las encías.
El siguiente paso es aplicar el peróxido de hidrógeno en el diente. Cuando el odontólogo aplica la luz LED sobre él (fotoactivación) este se descompone y libera moléculas de oxígeno. Gracias a esto, las sustancias que hayan hecho oscurecer nuestro esmalte desaparecen y recupera el color blanco.
Cualquiera de los tratamientos es efectivo, siempre que se sigas las pautas de nuestros profesionales.
Va a depender de cada caso en particular, pero solemos recomendar el blanqueamiento combinado.
El blanqueamiento dental combinado o mixto aúna lo mejor del tratamiento de blanqueamiento clínico y el blanqueamiento ambulatorio, puesto que se realiza una primera parte en clínica y una segunda parte (de refuerzo) en casa.
Es importante tener en cuenta que cada persona es diferente y puede responder de manera diferente a los tratamientos de blanqueamiento dental. Es importante hablar con un dentista para determinar el tratamiento adecuado para cada caso y para evitar dañar el esmalte dental o causar sensibilidad dental.
No es un tratamiento doloroso. Pero sí es cierto que las primeras 48-72 horas después del aplicarse el tratamiento, los dientes se vuelven más sensibles de lo normal, ya que se deja al descubierto la dentina.
En este sentido, a continuación, explicaremos un poco más sobre los días posteriores, lo que es normal y lo que no y qué tipos de cuidados se tienen que llevar a cabo.
Otra duda que surge entre los pacientes es la periodicidad con la que está recomendada realizarse este tratamiento. La respuesta que damos desde Cleardent es que depende del paciente y el caso: depende de su esmalte y sus hábitos alimentarios.
Depende de la evolución de las manchas en la sonrisa del paciente, cuánto tiempo tardan en aparecer de nuevo. Por supuesto, también de los hábitos alimenticios y de consumo, (tomar café, té vino tinto, etc o consumir tabaco) y también dependerá de las recomendaciones de los especialistas.
Además, hay que tener en cuenta que cada esmalte tiene un tono personal, por lo que el blanco definitivo después del tratamiento puede variar de un paciente a otro.
Sobre todo, es importante evitar desarrollar blancorexia, en otras palabras, no obsesionarse con esta cuestión estética porque puede poner en peligro nuestra salud dental.
Es decir, un paciente puede desear someterse cada seis meses a este tratamiento por motivos estéticos. Sin embargo, lo más recomendable es realizárselo con una cadencia de uno o incluso dos años.
Otra de las grandes preguntas al respecto del blanqueamiento. La respuesta también es depende del tipo de tratamiento al que se someta el paciente: por fotoactivación en clínica, el tratamiento ambulatorio o combinado.
También veníamos diciendo que, un requisito del blanqueamiento dental, es tener la boca sana, lo cual puede influir en el precio del tratamiento si es necesario realizar un saneamiento previo.
No obstante, puedes solicitar una valoración gratuita en cualquiera de nuestras Clínicas Cleardent sin ningún tipo de compromiso.
El blanqueamiento en Cleardent requiere mínimo de 2 sesiones de unos 45 minutos para realizar el tratamiento completo y conseguir el tono blanco deseado.
Si el tratamiento es ambulatorio, suele durar unas 7 semanas con sesiones de entre 20 y 30 minutos de duración.
Si el blanqueamiento se realiza en clínica, los resultados se ven desde la primera sesión. Tras dos o tres semanas se verán los resultados definitivos y el tono obtenido.
Con el tratamiento en casa se puede ver el resultado tras 1 o 2 semanas desde el comienzo de la aplicación.
Se puede conseguir aclarar el tono de nuestro esmalte desde los 2/3 tonos hasta 6/8 tonos dependiendo del caso y del paciente.
Como siempre, dependerá del esmalte del paciente el tono que pueda alcanzar, pues no se puede comparar el resultado en diferentes casos.
Efectivamente puede no ser efectivo en el caso de ciertos pacientes con unas características concretas.
En el caso de pacientes que hayan tomado antibióticos con tetraciclinas estas dejan unas manchas en los dientes imposibles de eliminar con el blanqueamiento dental.
Hay casos en los que hay una sola pieza que presenta mayor tinción que el resto bien por un tratamiento endodóntico que salió mal o un fuerte traumatismo. Por lo que, en estas piezas en concreto, el tratamiento no es eficaz.
En el caso de personas fumadoras el tratamiento si es efectivo, pero si el paciente sigue con ese hábito o cualquier otro que tiña los dientes el efecto del blanqueamiento desaparecerá enseguida.
Pero no solo es perjudicial para eso, sino también para el bienestar y salud bucodental.
En principio el tratamiento no debe producir sensibilidad dental a largo plazo. Los primeros días tras el blanqueamiento es algo habitual por, como hemos mencionado, dejar al descubierto la dentina.
Es importante tratar la sensibilidad dental tras el blanqueamiento para evitar padecer afecciones como periodontitis o caries. Esto se puede realizar con una pasta dentífrica y un colutorio desensibilizante.
Sin embargo, no es normal experimentar dolor ni tampoco que la sensibilidad perdure en el tiempo, por lo que, si lo notas no dudes en acudir a tu dentista.
A mujeres embarazadas o en período de lactancia materna se recomienda realizar el blanqueamiento tras terminar esa etapa.
No ha sido demostrable que la sustancia que se aplica, el peróxido, pueda afectar al feto.
Pero, por prevención, los profesionales recomendamos esperar para no dañar los tejidos y las células. Lo más importante es el bebé.
Como venimos mencionando, aparece sensibilidad dental que va desapareciendo paulatinamente. Durante el tratamiento se protegen las encías, pero, aun así, hay una mínima posibilidad de que se irriten debido al agente blanqueador.
Esto remitirá cuando termine el tratamiento. Si no es así es recomendable indicar al odontólogo que interrumpa el tratamiento.
Es muy importante ponerse en manos de profesionales con experiencia. En caso de no serlo o utilizar productos en mal estado, esto puede provocar quemaduras sobre tejidos blandos como labios o encías.
Asimismo, el paciente puede experimentar una reacción alérgica al agente blanqueador. De la misma manera que con la sensibilidad o el dolor, el tratamiento debe interrumpirse.
Una forma de mejorar el color de los dientes es mediante el uso de tratamientos caseros, como cepillarse los dientes con bicarbonato de sodio o utilizar enjuagues bucales con peróxido de carbamida. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos tratamientos pueden dañar el esmalte dental si se utilizan con demasiada frecuencia o en concentraciones demasiado altas.
Otra opción es optar por tratamientos profesionales de blanqueamiento dental, que son realizados por dentistas o higienistas dentales.
Estos tratamientos suelen incluir la aplicación de un gel de blanqueamiento con peróxido de carbamida o hidrógeno en los dientes, seguido de una luz o láser para activar el proceso de blanqueamiento. Estos tratamientos son más efectivos y seguros que los tratamientos caseros, y suelen producir resultados más rápidos y duraderos.
Por el elevado grado de sensibilidad que se experimenta los primeros días tras el tratamiento, es muy importante tener unos cuidados especiales para conseguir que el blanqueamiento sea todo un éxito.
Es importante cuidar los alimentos que consumimos, también que no estén ni excesivamente fríos ni demasiado calientes y evitar los que tienden a teñir los dientes, así como, evitar el consumo del tabaco.
Nuestros profesionales recomiendan seguir lo que se denomina una dieta blanca compuesta por arroz, queso, leche, yogurt, etc.
También, en cuanto a la higiene dental, se recomienda utilizar un cepillo para dientes sensibles una pasta dentífrica con el mismo fin, evitar la sensibilidad dental, y utilizar colutorio dental que restaura los minerales que se encuentran en nuestros dientes.
El efecto del blanqueamiento por foto activación dura aproximadamente entre seis y doce meses. No obstante, como venimos diciendo, dependerá de las características de la sonrisa del paciente y de sus rutinas y hábitos que favorecerán o no que perdure el efecto del tratamiento.
En Clínicas Cleardent contamos con los mejores profesionales del sector, para la realización de cualquiera de los tratamientos de blanqueamiento dental o carillas dentales.
En conclusión, hay varias opciones para aclarar y mejorar el color de los dientes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los tratamientos son iguales y algunos pueden ser más efectivos y seguros que otros.
Es importante hablar con un dentista antes de comenzar cualquier tratamiento de blanqueamiento dental para determinar el tratamiento adecuado y evitar dañar el esmalte dental o causar sensibilidad dental.
También es importante tener en cuenta que el blanqueamiento dental no es una solución permanente y puede requerir tratamientos de mantenimiento para mantener los resultados. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, se pueden lograr dientes más claros y radiantes, mejorando así la apariencia y la autoestima.
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