18 julio 2025

Cómo se le llama a un diente de leche: guía completa

¿Sabías que los dientes de leche tienen varios nombres? Descubre cómo se llaman, por qué son importantes y cuándo se caen. Una guía completa sobre la dentición temporal.

Un diente de leche es una de las primeras piezas dentales que aparece en la infancia. También se le llama diente temporal, deciduo o primario. Estos dientes se reemplazan por los definitivos entre los 6 y 12 años de edad.

¿Qué son los dientes de leche y cómo se les llama realmente?

Un diente de leche es simplemente uno de los primeros dientes que tenemos en la infancia. También se les llama dientes temporales o dientes primarios, porque efectivamente no son permanentes: están destinados a caerse para ser sustituidos por los dientes definitivos más adelante. Los odontólogos usan a veces el término técnico “dentición decidua” para referirse a este primer juego de dientes. En lenguaje cotidiano, todos conocemos estas piezas como dientes de leche, un nombre curioso del que hablaremos enseguida.

Ahora bien, ¿por qué se llaman dientes de leche? Existen varias teorías y creencias populares sobre el origen del nombre. Una de las ideas más difundidas (aunque equivocada) es que estos dientes se forman a partir de la leche materna, debido a que aparecen en la época de lactancia del bebé. En realidad, los dientes de leche se forman igual que los permanentes, a partir de calcio y otros minerales durante el desarrollo del feto en el vientre materno. Entonces, ¿de dónde viene el nombre? La explicación más aceptada es su color blanco brillante, más blanco “lechoso” que el de los dientes adultos. Los dientes temporales tienen una capa de esmalte más delgada y eso les da un tono blanco más opaco, lo que llevó a asociarlos con la leche. Además, el hecho de que sean temporales refuerza la necesidad de distinguirlos de los dientes permanentes: llamarlos “de leche” nos recuerda que son provisionales y que serán “reemplazados” al terminar la infancia.

Un diente de leche es un diente temporal, llamado así por su color y por aparecer en la etapa de alimentación láctea, pero no está hecho de leche. Puedo asegurarte que, en mi día a día en Cleardent, esta es una de las primeras curiosidades que aclaramos a los padres primerizos, derribando mitos y explicando la verdadera razón detrás del nombre.

¿Para qué sirven los dientes de leche y por qué son tan importantes?

A veces oigo decir: “Total, se le van a caer, ¿importa tanto cuidarlos?”. ¡Claro que importa! Los dientes de leche cumplen funciones esenciales en el crecimiento del niño. Sirven para masticar correctamente los alimentos desde pequeño, lo que ayuda a una buena nutrición y digestión. También ayudan en el habla: ciertos sonidos (como la “t” o la “s”) se articulan apoyando la lengua en los dientes frontales, por lo que esos dientecitos facilitan que tu hijo aprenda a hablar con claridad. Además, están ligados a la estética y la autoestima del niño: una sonrisa sana le permite sonreír sin complejos desde sus primeros años.

Pero quizás la función más importante de los dientes de leche es que guardan el espacio para los dientes permanentes que vendrán después. Piensa que la boca de un niño es pequeña; esos primeros 20 dientes actúan como “marcadores” en las encías para que los dientes definitivos sepan por dónde salir más adelante. Mantienen el espacio y guían la erupción de los nuevos dientes, asegurando que estos crezcan alineados y en la posición correcta. Si un diente de leche se pierde antes de tiempo (ya sea por un golpe o por una caries), el diente definitivo puede salir torcido o fuera de lugar, o los dientes vecinos podrían moverse y provocar apiñamiento.

En Cleardent, hemos visto muchas veces que descuidar un diente de leche puede traer problemas a futuro: caries que afectan al diente permanente que se estaba formando debajo, desalineaciones que luego requieren ortodoncia, etc. Por eso insistimos tanto en la importancia de cuidar estos dientes temporales. Aunque “se vayan a caer”, son la base de la sonrisa adulta de tu hijo. Nuestra experiencia en clínicas Cleardent nos ha enseñado que un niño con dientes de leche sanos tiene muchas más probabilidades de ser un adulto con dientes sanos. Nunca subestimes a estos pequeños guardianes de la sonrisa.

¿A qué edad salen los dientes de leche?

La aparición de los primeros dientes es todo un acontecimiento (¡aunque a veces venga con babas y molestias!). Normalmente, el primer diente de leche asoma alrededor de los 6 meses de edad del bebé. En muchos bebés ocurre entre los 6 y 10 meses, empezando casi siempre por los incisivos centrales inferiores (las paletitas de abajo). Poco después salen los dos incisivos centrales de arriba, y así sucesivamente irán apareciendo los demás dientes. Cada niño lleva su propio ritmo: algunos empiezan a los 5 meses, otros quizá hasta los 8 o 9 meses para su primer diente. ¿Y si mi bebé tarda más? Por lo general no debe cundir el pánico; la cronología puede variar. En Cleardent solemos tranquilizar a los padres primerizos diciéndoles que hasta los 12-14 meses puede considerarse normal la erupción del primer diente. Si pasado ese tiempo no hay señales, un odontopediatra podrá valorar si todo marcha bien, pero en la gran mayoría de los casos es cuestión de paciencia.

Lo habitual es que entre los 2 y 3 años de edad el niño ya haya completado su dentición de leche. Es decir, hacia los 30-36 meses debería tener sus 20 dientes de leche completos (10 arriba y 10 abajo). Estos 20 dientes temporales incluyen:

  • 8 incisivos (4 superiores y 4 inferiores, contando centrales y laterales).
  • 4 caninos (colmillos, uno a cada lado por arcada).
  • 8 molares (4 primeros molares y 4 segundos molares, repartidos en ambas arcadas).

Notarás que en esa lista no mencionamos premolares. Eso es porque los niños no tienen premolares; esas muelas pequeñas aparecen solo en la dentición permanente, ocupando el lugar donde estuvieron los molares de leche. En otras palabras, los molares de leche serán reemplazados por premolares permanentes, y luego las muelas de adulto (molares permanentes grandes) saldrán más atrás en la boca. Pero no nos adelantemos aún.

Cada diente de leche suele emerger con su par simétrico: es decir, si sale un incisivo en el lado derecho, pronto asomará su equivalente del lado izquierdo. En la clínica, siempre reviso que la erupción vaya siendo simétrica; si un diente tarda mucho más que su par, conviene evaluarlo. En Cleardent, por ejemplo, ofrecemos seguimiento personalizado de la dentición: nos aseguramos de que los dientes salgan a su debido tiempo y en orden, y si notamos alguna asimetría marcada o ausencia, lo investigamos para prevenir problemas mayores. Por fortuna, la mayoría de los peques completan sus dientes de leche sin complicaciones, ¡y con una sonrisa que derrite a cualquiera en cada foto de sus 3 añitos! Ese momento en que tu hijo tiene su dentadura de leche completa es digno de celebrar.

Síntomas de la erupción: ¿cómo saber que le están saliendo los dientes?

La dentición puede traer días agitadillos tanto para el bebé como para los papás. Antes de ver el diente asomando, seguramente notarás síntomas de la erupción: el bebé babea más de lo habitual, se lleva todo a la boca para morder, está algo más irritable o le cuesta dormir. Las encías pueden verse enrojecidas o inflamadas, e incluso puede rechazar la comida o el biberón porque le molesta masticar. Algunos bebés presentan un leve aumento de temperatura (décimas, no suele ser fiebre alta) y otros quizás ni se inmutan. Cada niño es un mundo.

Como madre y dentista, sé lo duro que puede ser ver al bebé incómodo por la salida de un diente. ¿Qué podemos hacer? En casa se pueden hacer masajes suaves en la encía con un dedo limpio o con un mordedor frío (de esos refrigerantes especiales para dentición). Eso alivia un poco la molestia. También hay geles específicos para encías de bebé, pero es mejor consultarlo con el pediatra antes de usarlos. Y, por supuesto, muchísimo cariño y paciencia: ¡esto también pasará! En Cleardent, nuestros odontopediatras siempre dan estos consejos a los papás primerizos, e incluso recomendamos realizar la primera visita dental alrededor del primer cumpleaños del bebé o cuando sale su primer diente, para revisar que todo esté bien y orientarte en estos cuidados iniciales.

¿Cuándo se caen los dientes de leche?

Así como llegan, algún día estos dientes de leche tendrán que decir adiós. La caída de los dientes de leche forma parte natural del crecimiento de tu hijo. Por lo general, empieza alrededor de los 5 o 6 años de edad. Muchos niños de kindergarten ya lucen orgullosos esa ventanita en la sonrisa cuando se les cae su primer incisivo. De nuevo, los primeros en caerse suelen ser los incisivos centrales inferiores (los mismos que salieron primero) alrededor de los 6 años. Luego les seguirán los incisivos centrales superiores, después los laterales, los primeros molares, los caninos y por último los segundos molares. Es un proceso escalonado que ocurre a lo largo de varios años, más o menos hasta los 11-12 años, cuando la mayoría de niños ya han cambiado todos sus dientes de leche por permanentes.

Aquí hay una cosa interesante: tenemos 20 dientes de leche pero acabaremos con 32 dientes permanentes. ¿Cómo es eso posible? Sucede que hay 12 dientes permanentes que no sustituyen a ninguno de leche, sino que nacen donde no había diente antes. Ocho de esos “nuevos” permanentes son los molares que aparecen al fondo de la boca (cuatro primeros molares hacia los 6 años, y cuatro segundos molares hacia los 12 años aproximadamente). Los 4 restantes son las famosas muelas del juicio (terceros molares), que ya salen en la juventud, aproximadamente entre los 17 y 25 años, si es que llegan a salir. En resumen, tu hijo pasará de 20 piezas infantiles a 28 piezas adultas para cuando sea adolescente, y posiblemente a 32 ya en su vida adulta si erupcionan las del juicio. ¡Toda una transformación!

La etapa en que conviven dientes de leche con dientes permanentes se llama dentición mixta. Seguro reconocerás a tu hijo en esa fase: mezcla dientes nuevos más grandes con otros más pequeñitos de leche, e incluso algún “hueco” pendiente de rellenar. Es importante en esta etapa continuar con buenas rutinas de higiene y controles, porque es justo cuando los dientes permanentes están acomodándose. En Cleardent, durante la dentición mixta, prestamos mucha atención a la alineación: si notamos algún problema (por ejemplo, que un diente definitivo salió torcido por falta de espacio), podemos actuar tempranamente con ortodoncia interceptiva o simplemente vigilando la evolución. La caída de un diente de leche debe ocurrir en su momento justo: ni muy temprano ni muy tarde.

  • ¿Y si un diente de leche no se cae y el permanente ya viene asomando? A veces ocurre que ves el diente nuevo saliendo por detrás y el de leche aún en su sitio (fenómeno conocido como “diente de tiburón”, porque el niño parece tener doble fila). Si en pocos días el diente de leche no afloja, es conveniente que un dentista lo evalúe. En Cleardent, hemos tenido casos así y generalmente ayudamos con la extracción del diente de leche retenido para dejar que el permanente ocupe su lugar correcto. Es un procedimiento sencillo que evita futuros problemas de posición.
  • ¿Y si se cae un diente de leche demasiado pronto? Imagina que un niño de 4 años pierde un incisivo en una caída, o un molar a los 5 por una caries grande. En estos casos, al quedar un espacio vacío mucho tiempo, los demás dientes podrían moverse hacia ese hueco. Para prevenirlo, los odontopediatras podemos colocar un mantenedor de espacio, un pequeño dispositivo que conserva el hueco hasta que el diente definitivo esté listo para erupcionar. En nuestras clínicas Cleardent hemos colocado mantenedores a varios peques para asegurar que la pérdida prematura de un diente de leche no estropee la orientación de sus dientes futuros. Nuevamente, aquí se ve cómo cada diente de leche, por “prescindible” que parezca, juega un papel de relevancia.

No puedo dejar de mencionar la parte emocional y cultural de este hito: cuando se cae un diente de leche, los niños viven una mezcla de emoción y nervios. ¡Es el momento de la visita del Ratoncito Pérez! En España y Latinoamérica tenemos esa bonita tradición: el niño deja su diente bajo la almohada y el Ratoncito (o Hada de los Dientes, en otras culturas) se lo lleva dejando a cambio una monedita o detalle. Como dentista, me gusta aprovechar esta ilusión para reforzar hábitos positivos: por ejemplo, decirle al peque que el Ratoncito Pérez aprecia los dientes limpios y sanos, así que conviene cepillarlos bien cada noche. Esto convierte el cuidado dental en algo divertido. Al final, la caída de los dientes de leche marca el crecimiento de tu hijo, y acompañarla con cariño (y un poquito de magia) la hace más llevadera para todos. Recuerdo una paciente en Cleardent que estaba tan contenta con la llegada del ratoncito que ¡hasta quería que se le cayeran más dientes!

Problemas frecuentes en los dientes de leche

A pesar de todos nuestros cuidados, los dientes de leche pueden presentar problemas similares a los de los adultos, e incluso algunos específicos de la infancia. Los más comunes que veo en la consulta son:

  • Caries dental: Los niños pueden tener caries en sus dientes de leche, a veces muy temprano. De hecho, existe la llamada “caries del biberón” o caries rampante, que afecta a bebés y niños pequeños generalmente por el contacto prolongado de sus dientes con líquidos azucarados (biberones de leche con cereales azucarados, zumos, etc.). La caries en dientes temporales avanza rápido (recordemos que el esmalte es más fino) y puede causar dolor e infección. ¿Hay que empastar un diente de leche con caries? Sí, es importante tratar las caries aunque el diente sea temporal. En Cleardent, cuando vemos una caries en un diente de leche, la tratamos con empastes infantiles (a veces con materiales de colores divertidos para que el niño lo lleve mejor), porque sabemos que una caries no tratada puede afectar al diente definitivo que se está formando debajo o derivar en un flemón. Además, curar ese diente ayuda a conservarlo hasta que llegue su momento de caer, cumpliendo su función.
  • Traumatismos (golpes): ¡Ay, cuántas veces llegan peques con un diente partido o desplazado por un golpe jugando! Es normal en la infancia: correr, saltar y… ¡pum! un diente puede astillarse o incluso salirse. Si un diente de leche se cae por un golpe antes de tiempo, como mencioné, podríamos necesitar un mantenedor de espacio. Si solo se fracturó, el odontopediatra valorará si se puede reparar (a veces ponemos un empaste para reconstruir la forma). Lo importante después de un golpe es vigilar ese diente de leche: en Cleardent citamos al niño a revisiones para asegurarnos de que la raíz no se dañó gravemente y que el diente permanente en desarrollo no sufra complicaciones.
  • Dientes retenidos o retrasados: Este problema es cuando un diente de leche “no se quiere caer” incluso cuando ya debería. Puede deberse a que su raíz no se reabsorbió normalmente, o, como explicamos antes, a que no exista diente permanente debajo. En casos raros, algunas personas nacen sin el germen de cierto diente permanente (por genética, esto se llama agenesia). Entonces el diente de leche no recibe la señal para aflojarse y puede quedarse en boca muchos años. De hecho, hay adultos que aún conservan algún diente de leche porque nunca tuvieron recambio permanente. Si no causa molestias, a veces ese diente puede quedarse ahí; he conocido pacientes de 30 años con un canino de leche en perfecto estado. Pero otras veces, un diente de leche retenido en edad adulta puede dar problemas de posición (por ejemplo, queda más bajo respecto a los demás dientes, o genera un espacio) y suele ser más frágil y propenso a caries o enfermedad periodontal.
  • En Cleardent, si detectamos un caso de agenesia y diente de leche persistente, valoramos junto al paciente la mejor solución: a veces se mantiene con controles frecuentes, y otras optamos por extraerlo y reemplazarlo con un implante dental o puente para restaurar la zona. Cada caso se estudia de forma personalizada, siempre buscando lo mejor para la salud bucal a largo plazo.

Consejos para cuidar los dientes de leche de tu hijo

Ahora que conocemos la importancia de estos dientecitos, hablemos de cómo cuidarlos bien desde el día cero:

  • Higiene desde bebé: Aunque parezca pronto, la limpieza comienza antes de que salga el primer diente. Los pediatras y dentistas recomendamos limpiar las encías del bebé con una gasa húmeda después de las tomas, así eliminamos restos de leche y acostumbramos al peque a la sensación de aseo bucal. Cuando asoma el primer diente, hay que cepillarlo suavemente con un cepillo infantil de cerdas suaves y apenas un granito de pasta dental fluorada (cantidad del tamaño de un grano de arroz inicialmente). Conforme salen más dientes y el niño crece, aumentamos la cantidad de pasta al tamaño de un guisante (aprox. a los 3 años) y enseñamos al niño a no tragarla. Es fundamental cepillar dos veces al día, mañana y noche, incluso si al niño “no le gusta mucho”. Puedes hacerlo juego: en Cleardent solemos dar pegatinas de “Super Cepillín” a los peques que logran buenos hábitos, para motivarlos positivamente.
  • Dieta y hábitos saludables: Los dientes de leche, como hemos dicho, tienen un esmalte más delicado. Evita en lo posible el azúcar excesivo en la dieta del niño, especialmente en biberones o antes de dormir. No mojes el chupete en miel ni azúcar (es una costumbre antigua que causa estragos en los dientes). Prioriza una dieta equilibrada: frutas, verduras, lácteos (que aportan calcio) y evita que el pequeño pique todo el día alimentos dulces o pegajosos. También es bueno no abusar del biberón nocturno una vez que ya tenga dientes: si se duerme con leche en la boca sin cepillar, las caries lo van a festejar. Enseña a tu hijo a beber agua después de comer para “enjuagar” la boca de forma natural.
  • Visitas regulares al odontopediatra: No esperes a que haya un problema. La primera revisión dental se recomienda alrededor del año de edad, o dentro de los 6 meses posteriores a la salida del primer diente. En esa visita, en Cleardent revisamos que la erupción vaya bien, que no haya lesiones y orientamos a los padres sobre limpieza, uso de chupete, biberón, hábitos como el dedo, etc. Luego, lo ideal es llevar al niño al dentista cada 6 meses o al menos una vez al año para revisión. Estas visitas preventivas logran dos cosas: primero, detectar caries u otros problemas incipientes a tiempo (una pequeña manchita se arregla más fácil que una caries grande con dolor); segundo, que el niño se familiarice con el dentista y le pierda el miedo. Me enorgullece decir que muchos pequeñines pacientes de Cleardent entran a la clínica contentos, porque nos ven como amigos que les enseñan a cuidar su sonrisa. Esa confianza hace que después, si hay que hacer un empaste o cualquier tratamiento, sea muchísimo más sencillo para ellos y para nosotros.
  • Dar ejemplo y hacer del cuidado dental algo divertido: Los niños aprenden por imitación. Si te ven cepillarte a ti, querrán hacerlo. Puedes cepillarte junto con tu hijo frente al espejo, cantar una canción del “cepillado” (2 minutos de duración, por ejemplo), usar un reloj de arena o apps con dibujos que indican el tiempo. Existen cuentos infantiles sobre el Ratoncito Pérez y la higiene dental que motivan a los peques. En Cleardent, solemos organizar talleres en colegios sobre cuidado de dientes, con marionetas y cepillos gigantes, y te aseguro que los niños se quedan con la copla. La idea es quitar ese estigma de que el dentista es “el coco” y más bien verlo como un aliado para estar sanos.

Siguiendo estos consejos, estarás protegiendo la dentición de leche de tu hijo de la mejor manera posible. Y lo más importante: estarás sembrando hábitos que durarán toda la vida. Cada cepillado cuenta, cada visita al dentista importa, porque la prevención es la clave para que esas sonrisas infantiles se mantengan brillantes. En Cleardent creemos firmemente en la frase «más vale prevenir que curar»: un niño que aprende a cuidar sus dientes será un adulto que no sufra por ellos. ¡Tu hijo lo merece y sus dientecitos también!

Preguntas frecuentes sobre los dientes de leche

¿Cuántos dientes de leche tiene un niño en total?

En total son 20 dientes de leche: 10 en la parte superior y 10 en la parte inferior. Esto incluye 8 incisivos, 4 caninos y 8 molares. Los niños no tienen premolares (esas piezas aparecerán solo en la dentición adulta). Así que un niño con su dentadura temporal completa tendrá veinte piezas dentales en la boca.

¿A qué edad salen los primeros dientes de leche?

Por lo general, entre los 6 y 10 meses de edad aparece el primer diente de leche. Suele ser uno de los incisivos centrales inferiores. Sin embargo, cada bebé tiene su ritmo: algunos empiezan hacia los 5 meses y otros pueden tardar hasta alrededor del año para ese primer diente. La mayoría de los bebés ya tiene al menos un dientecito al cumplir 1 año. Si a los 12-14 meses no ha salido ninguno, conviene consultar con el odontopediatra para evaluación, aunque no suele indicar ningún problema grave en la mayoría de los casos.

¿Cuándo se caen los dientes de leche y salen los definitivos?

Empiezan a caerse alrededor de los 5-6 años de edad y este proceso se extiende hasta los 11-13 años aproximadamente. Los primeros en cambiarse suelen ser los incisivos centrales (inferiores y luego superiores), y después, progresivamente, el resto: incisivos laterales, primeros molares, caninos y segundos molares de leche al final. Para los 12 o 13 años, la mayoría de los niños ya tienen todos sus dientes permanentes (excepto las muelas del juicio, que llegan mucho después). Durante este periodo de recambio es normal que convivan dientes de leche con definitivos. Recuerda que además de los 20 que reemplazan a los de leche, saldrán 12 dientes permanentes “nuevos” (molares) que no sustituyen a ninguno de leche, completando la dentadura adulta.

¿Hay que tratar las caries en los dientes de leche aunque luego se caigan?

Sí. Una caries en un diente de leche debe tratarse igual que en un permanente. Aunque el diente sea temporal, la infección puede avanzar y causar dolor, abscesos o dañar al diente definitivo que se está formando debajo. Además, una caries no tratada podría implicar extraer el diente de leche antes de tiempo, lo que puede generar problemas de espacio para los demás dientes. Por tanto, los empastes (obturaciones) u otros tratamientos (por ejemplo, pulpotomías, que son como “endodoncias infantiles”) son frecuentes y necesarios cuando un diente de leche tiene caries. En Cleardent, el odontopediatra te explicará la mejor opción; nuestro objetivo es conservar el diente de leche sano hasta que llegue el momento natural de su recambio.

¿Cuándo debo llevar a mi hijo al dentista por primera vez?

La recomendación general es alrededor del primer año de vida, o cuando salga su primer diente, lo que ocurra primero. Una revisión temprana permite al especialista comprobar que todo va bien en la boca del bebé (por ejemplo, detectar anomalías en la erupción o malformaciones del frenillo, etc.), y te dará consejos muy útiles sobre higiene, uso de chupete, dieta, prevención de caries y trauma dental. Después de esa primera visita, se sugiere programar revisiones cada seis meses o al menos anuales. Esto no solo cuida la salud bucal, sino que acostumbra al niño al entorno del dentista, evitando miedos. En Cleardent, hacemos mucho énfasis en las primeras visitas “preventivas” y en crear un ambiente agradable para los más pequeños, con juegos y sonrisas, de forma que venir al dentista sea una experiencia positiva.

¿Puede un adulto tener todavía un diente de leche?

Aunque lo habitual es perder todos los dientes de leche en la infancia, sí, es posible que un adulto conserve un diente de leche. Esto sucede generalmente cuando no existe un diente permanente de reemplazo debajo; es decir, el diente definitivo nunca se formó (agenesia). En esos casos, el diente de leche no se cae y puede mantenerse en boca muchos años. Algunas personas llegan a la adultez con, por ejemplo, un colmillo de leche. Si está en buen estado y alineado, a veces se mantiene funcionando sin problema. Sin embargo, un diente de leche en adulto tiende a estar más desgastado o a quedar más bajo que los dientes vecinos con el paso de los años, y su esmalte más fino lo hace propenso a caries. Por ello, los dentistas evalúan si conviene dejarlo o reemplazarlo. En muchos casos se acaba extrayendo y colocando un implante dental o puente para reemplazarlo. Si eres adulto y aún tienes un diente de leche, mi consejo es: acude a una revisión para que un profesional valore su estado y te oriente sobre las opciones a largo plazo.

¿Debo extraer un diente de leche flojo o dejar que se caiga solo?

Lo ideal es dejar que el diente de leche se caiga de forma natural. Cuando una pieza está muy flojita, el mismo niño a veces la empuja con la lengua o la retuerce con los dedos, y terminará soltándose sin dolor (¡y con mínima sangre, apenas un poquito!). Forzar la extracción en casa no es recomendable, porque si tiras antes de tiempo puedes romper parte de la raíz o hacer daño en la encía. Ahora bien, si el diente está pendiendo de un hilo y al niño le molesta para comer, puedes ayudarlo: que muerda una gasa y tirar suavemente, pero solo si realmente está listo para salir. En caso de duda, mejor visita al dentista. En la clínica, quitar un diente de leche flojo es rápido y generalmente el niño ni se entera porque la raíz ya casi no existe. En Cleardent hacemos que ese momento sea positivo; por ejemplo, hemos llegado a “pedirle al niño que sople fuerte” y mágicamente el diente sale. ¡Diversión y alivio al mismo tiempo! Siempre prioriza la comodidad y seguridad del pequeño. Si no quiere que lo toquen, espera unos días y prueba de nuevo más adelante.

Los dientes de leche pueden ser pequeños, pero su papel en la salud bucodental es enorme. Saber cómo se les llama correctamente (dientes temporales o primarios) y entender su ciclo de vida te permite valorar su cuidado tanto como el de los dientes permanentes. Como has visto a lo largo de este artículo, mantener sanos estos primeros dientes sienta las bases de una sonrisa adulta alineada y fuerte. Desde mi experiencia personal y profesional en Cleardent, te animo a que cuides cada diente de tu hijo con dedicación: limpia, vigila, enseña y acude a revisión regularmente.

Cleardent está a tu lado en cada etapa, con un equipo cariñoso y especializado listo para resolver cualquier duda o problema, por pequeño que parezca. Porque nos apasiona ver crecer sonrisas seguras y saludables, desde ese primer diente de leche hasta la dentadura definitiva. ¡Aquí me tienes para acompañarte en ese hermoso viaje de cuidar la sonrisa de tus peques!

¡Gracias por leer hasta aquí! Espero que ahora tengas claro cómo se le llama a un diente de leche y mucho más. Si te ha resultado útil, no dudes en compartir esta información con otros papás y mamás. Y recuerda: cada diente de leche cuenta, ¡así que vamos a darles el mejor cuidado!

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Odontóloga
La Dra. Lucía Tejada Martín combina su experiencia en odontología integral con un enfoque cariñoso y atento, creando un ambiente de confianza para pacientes de todas las edades. Con especialización en odontología mínimamente invasiva, su prioridad es ofrecer tratamientos que aseguren comodidad y resultados duraderos. Desde 2014, su dedicación a la odontopediatría y a la atención estética y restauradora en adultos la ha convertido en una profesional valorada, reconocida por su cercanía y precisión en cada consulta.

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