
La adhesión dental es el proceso mediante el cual materiales restauradores se unen a los tejidos duros del diente (esmalte y dentina) mediante mecanismos físicos, químicos o ambos, creando una interfase resistente y duradera. Este concepto representa uno de los avances más significativos en odontología restauradora moderna, permitiendo procedimientos conservadores que preservan estructura dental sana y eliminan la necesidad de preparaciones cavitarias retentivas tradicionales basadas en principios mecánicos.
La adhesión eficaz depende de la modificación de las superficies dentales para aumentar su energía superficial y área de contacto, permitiendo la penetración e íntima adaptación de agentes adhesivos que polimerizan formando una capa híbrida de resina y tejido dental. Este proceso biomimético restaura propiedades mecánicas, sella márgenes contra microfiltración bacteriana y permite restauraciones estéticas prácticamente invisibles.
El esmalte, compuesto en 96% por cristales de hidroxiapatita densamente empaquetados, es el sustrato ideal para adhesión por su naturaleza altamente mineralizada y homogénea.
Técnica de grabado ácido (Buonocore, 1955): Aplicación de ácido ortofosfórico al 35-37% durante 15-30 segundos disuelve selectivamente prismas de esmalte, creando microporosidades de 5-50 μm de profundidad. Esta superficie rugosa aumenta dramáticamente el área superficial disponible y permite penetración capilar de resinas fluidas (adhesivos) que polimerizan formando prolongaciones resinosas (tags) que se entrelazan mecánicamente con el esmalte, creando unión resistente de 20-25 MPa.
Patrones de grabado (Silverstone):
El esmalte grabado presenta apariencia blanca opaca característica. La adhesión al esmalte es predecible, duradera y constituye el «gold standard» de la adhesión dental.
La dentina presenta desafíos significativos debido a su naturaleza heterogénea: 70% mineral (hidroxiapatita), 20% orgánica (principalmente colágeno tipo I) y 10% agua. Contiene túbulos dentinarios (30,000-40,000/mm²) que comunican con pulpa, creando superficie húmeda inherente.
Capa de barrillo dentinario (smear layer): Preparación cavitaria con instrumentos rotatorios genera capa de detritus orgánicos e inorgánicos de 0.5-2 μm que obstruye túbulos y reduce permeabilidad. Los sistemas adhesivos modernos modifican o remueven esta capa.
Concepto de capa híbrida (Nakabayashi, 1982): Zona de interdifusión de 2-8 μm donde monómeros resinosos penetran dentina desmineralizada, infiltrando espacios interfibrilares de colágeno expuesto y polimerizando in situ. Esta capa híbrida proporciona transición mecánica y sellado tubular. Los tags resinosos penetran túbulos dentinarios 200-300 μm, contribuyendo a retención.
Factores que afectan adhesión dentinaria:
Fuerza adhesiva a dentina: 15-25 MPa (menor que esmalte debido a complejidad del sustrato).
La evolución de sistemas adhesivos abarca siete generaciones, desde los pioneros de década de 1960 hasta los actuales universales:
Generaciones 1-2 (1960s-1970s): Adhesión deficiente a dentina (<5 MPa), sin modificación de smear layer. Obsoletos.
Generación 3 (1980s): Introdujeron acondicionamiento de smear layer. Mejora modesta (8-15 MPa).
Generación 4 (1990s-2000s): Sistema de tres pasos (grabado total, primer, adhesivo). Considerado «gold standard» con adhesión óptima a esmalte y dentina (20-25 MPa). Técnica sensible pero resultados predecibles a largo plazo.
Generación 5: Dos pasos con autograbado. Primer ácido y primer en un frasco, adhesivo separado. Reduce pasos, menor sensibilidad técnica que generación 4.
Generación 6-7: Sistemas de paso único (all-in-one). Máxima simplificación pero compromiso en adhesión y durabilidad. Útiles en situaciones clínicas desafiantes.
Sistemas universales (actuales): Versatilidad para usar con técnica de grabado total o autograbado según sustrato y preferencia clínica. Contienen monómero adhesivo MDP que une química y micromecánicamente.
Monómeros hidrófobos: Bis-GMA, UDMA, TEGDMA. Proporcionan resistencia mecánica y estabilidad hidrolítica.
Monómeros hidrófilos: HEMA, 4-META. Facilitan humectación de dentina y penetración en colágeno.
Monómeros funcionales: MDP (10-metacriloiloxidecil dihidrógeno fosfato). Adhesión química a hidroxiapatita.
Solventes: Acetona, etanol, agua. Desplazan agua de dentina, transportan monómeros.
Fotoiniciadores: Canforoquinona. Inician polimerización con luz LED/halógena (450-490 nm).
Rellenos: Nanopartículas de sílice mejoran propiedades mecánicas y reducen contracción.
Ventajas: Adhesión óptima a esmalte, capa híbrida gruesa y uniforme, técnica validada décadas.
Desventajas: Sensibilidad técnica (control humedad crítico), sensibilidad post-operatoria potencial si sobre-grabado.
Primer ácido actúa simultáneamente como grabador y primer, incorporando smear layer en capa híbrida sin paso de lavado.
Ventajas: Menos pasos, menor sensibilidad técnica, menor sensibilidad post-operatoria, conservación de fase mineral dentinaria.
Desventajas: Adhesión subóptima a esmalte (requiere grabado selectivo previo), penetración limitada en dentina esclerótica.
Cerámica/porcelana: Grabado con ácido fluorhídrico (5-10%) crea microretenciones. Silanización mejora unión química resina-cerámica.
Zirconia/alúmina: Materiales ácido-resistentes requieren arenado con óxido de aluminio y primers con MDP o silicatización (Rocatec).
Metales: Aleaciones preciosas/no preciosas: arenado + primers con monómeros tiofosfatos (MDP, VBATDT).
Composite existente: Arenado con óxido de aluminio 50 μm, limpieza, aplicación adhesivo.
La adhesión dental revolucionó múltiples áreas:
Restauraciones directas: Resinas compuestas para cavidades Clase I-V con preparaciones conservadoras sin retenciones mecánicas.
Restauraciones indirectas: Cementación adhesiva de inlays, onlays, carillas cerámicas.
Selladores de fosas y fisuras: Prevención de caries oclusal en molares permanentes jóvenes.
Brackets ortodóncicos: Adhesión directa elimina bandas en mayoría de casos.
Endodoncia: Postes de fibra cementados adhesivamente, sellado de conductos.
Reparaciones: Fracturas dentales, reparación de restauraciones existentes.
Hipersensibilidad dentinaria: Sellado de túbulos dentinarios expuestos.
Degradación hidrolítica: Agua penetra interfase resina-dentina degradando colágeno no protegido por resina y matriz resinosa, reduciendo adhesión con tiempo. Enzimas proteolíticas endógenas (metaloproteinasas de matriz – MMPs, catepsinas) degradan colágeno activamente.
Contracción de polimerización: Resinas compuestas contraen 2-6% durante polimerización, generando tensiones en interfase adhesiva. Técnicas incrementales y materiales de baja contracción mitigan.
Fatiga mecánica: Cargas cíclicas masticatorias propagan microfracturas en interfase.
Técnica clínica: Aislamiento inadecuado (contaminación), tiempo de grabado insuficiente/excesivo, sobre-humectación o desecación excesiva de dentina comprometen adhesión críticamente.
Inhibidores: Clorhexidina (0.2-2%) como inhibidor de MMPs tras grabado ácido puede prolongar durabilidad de adhesión dentinaria.
Bioactivos: Adhesivos con liberación de flúor, calcio, fosfato para remineralización activa.
Inhibidores enzimáticos: Incorporación de inhibidores de MMPs en adhesivos.
Biomimetización: Péptidos que imitan proteínas de matriz promoviendo remineralización guiada.
Nanotecnología: Nanopartículas funcionalizadas para reforzar interfase.
Adhesión inmediata a dentina: Simplificación radical manteniendo durabilidad.
La adhesión dental continúa evolucionando, buscando balance entre simplicidad clínica, versatilidad y longevidad, fundamentando la odontología restauradora mínimamente invasiva del siglo XXI.
Revisado por: Dr. Ismael Cerezo Gilabert
Nº de Colegiado: 23001944
Última actualización: Octubre 2025

